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Combarros Miguélez, Miguel

PÓRTICO

combarros 1Mi despertar poético fue en Astorga donde estaba haciendo los estudios superiores  de Teología a mis 20 años. Allí reinaba un ambiente poético  y empecé a hacer una pequeña antología de  poemas de otros compañeros míos y sobre todo de poetas que íbamos conociendo: Antonio Machado, Juan Ramón, Leopoldo Panero, García Lorca, Gerardo Diego, que pasó unos días del verano con nosotros y nos recitó varios poemas.

Me di a conocer por la publicación de una antología lírica: Letras de Luz. Misterios encendidos (Madrid, Editorial PS, 1994) idea genial de Astor Brime, otro poeta también redentorista en la que me incluye con 10 páginas de poemas de mis primeros años de estudiante y, después, de profesor y formador de teólogos.  Allí aparece mi “Canción a los 20 años”:

                            No digáis que la vida resbala como un río

                            sobre la roca dura de las desilusiones.

                            Que no vale la pena vivir ni haber nacido

                            en este mundo áspero de ritmos trepidantes.

                            […] yo extiendo mi canción como túnica al viento

                            y pongo en pie mi canto de veinte primaveras,

                           veinte aspas de molino fabricando esperanzas.

También en esta antología se publica mi poema dedicado al Cristo de Carrizo, premiado  después en Villafranca del Bierzo, del que escribió el poeta jesuita P. Cué esto: “Releo sus versos y vuelven a traspasarme. Quedo deslumbrado por dentro y por fuera. Y herido, pasmado. De verdad, no son fórmulas ni frases. ¡Qué difícil es escribir versos a un Cristo  en la cruz! Cuando parece que todo está dicho. Mi enhorabuena, y sobre todo mi agradecimiento. Quedan sus versos en el paladar de mi alma, donde los saboreo”.

carrizo 001

Este largo poema al Cristo de Carrizo, que va recorriendo poéticamente sus manos, sus pies, su mirada, su silencio, comienza y finaliza con estos versos:

Naciste para estar sencillamente así sobre la cruz
Humano, entre los hombres.
[…]
Tú eres el Amor hecho presencia,
Amor hecho respuesta
a todas mis preguntas torturantes.

Los poemas de mis años de profesor y recitales en mis años de Salamanca, se extraviaron en un envío de mis cosas al Congo. A mi regreso de este país, felizmente me destinan a Mérida en donde viví seis años y fui cofundador de la Asociación poética Gallos quiebran albores, todavía hoy plena de vitalidad. En ella encontré el impulso definitivo de mi poesía y el magisterio de Rufino Félix Morillón y otros profesores.

CAMINO HACIA EL ALBA 

En la Colección Emérita de Poesía de la Asociación Cultural Gallos quiebran albores, publiqué mi primer poemario: Caminos hacia el alba (1998), que no tiene un tema conductor, pues son vivencias experimentadas en diversas circunstancias de mi vida.  Destacan los caminos de mi tierra: León y Castilla, mi larga estancia en África y paisajes extremeños.

El doctor en Filología hispánica Antonio Salguero Carvajal me regaló un amplio y profundo prólogo de 14 páginas en que analiza a fondo mis poemas (tarea que ha realizado con la mayoría de mis libros) y me define como el poeta de la luz y la esperanza.

Recogemos ahora unas pequeñas muestras de esas vivencias íntimas: Del primer capítulo escojo  el Villancico titulado “Aquí nace la luz”:

caminos

 Aquí nace la Luz… Aquí nace el Amor…

Aquí nace la Paz de un Niño que sonríe

para siempre en Belén.

De mi tierra de León y Castilla presento otro poemita premiado:

Me basta abrir los ojos para que brote el canto

 y el corazón despierte la alegría.

De mi añorada  África, recordemos esta viva estampa titulada “Madre africana”:

Transportando la carga de siglos de tristeza…

Dale también, Señor, una esperanza,

para el hijo que duerme

plácidamente en su espalda.

Finalmente de mi entrañable Mérida, escojo el final de una sentida oda que compuse a su patrona Santa Eulalia:

                                                                      

…Mientras Mérida sepa

mantener encendida la memoria

del horno… vivirás con nosotros

y brillará tu nombre,

en los cielos de Mérida.

EL DON DE LA PALABRA 

Mi segundo poemario es el Don de la Palabra, premiado en Roma en 1999 con el premio Rielo. Es un himno a la Palabra-Verbo de poesía mística, del que destaco unos versos del poema  “Cercanía de la Palabra” por la Encarnación de J.C.

No vienes de paseo a tu heredad…
quieres plantar tu tienda entre nosotros,
saber en propia carne qué es ser hombre,
bajar hasta el abismo sombrío de la muerte
para inundar de luz nuestras tinieblas.
Quieres hacer la misma ruta
y entablar con nosotros permanente
diálogo de amor.

con papa 001                             

OFICIO DE LA LUZ

En 2003 publiqué en la Imprenta Rejas de Mérida, para mi gusto,  mi mejor poemario, Oficio de la luz, una exaltación del gozo de la luz. Fue propuesto para el Premio Nacional de Poesía, pero un cáncer galopante acabó con la vida del crítico oficial de radio y poeta berciano Antonio González Guerrero, que lo presentaba.

De este poemario destacaría  el “Himno de la luz”, “Salmo del amanecer” y el Epílogo, titulado “Exaltación de la luz” al que pertenecen estos versos:

Se acabarán las sombras

 del dolor, de la duda, de la noche.

 y tú caminarás en tu propio esplendor…

 Contigo subirán, transfiguradas, las cosas,

 para estrenar los cielos nuevos

 y para arder en ellos

 con otra nueva luz inextinguible.

SIMBOLO Y PROFECÍA

simboloMi último libro de versos publicado en la Editorial PS  fue Símbolo y Profecía  en 2012. Es otra vez un canto a la vida y a la esperanza como bien dice sobre el libro un artículo editado en la Revista de Estudios Extremeños: “De Símbolo y profecía, lo primero que llama la atención es la portada, porque indica sin palabras, a través de imágenes, los dos rasgos definitorios de la personalidad del padre Miguel Combarros: su amor por la vida y su esperanza en Dios. Él está seguro, apoyado en el cimiento de su fe, de que el ser humano debe vivirla existencia con una actitud positiva, de agradecimiento a Dios por haberlo elegido para participar en esta apasionante aventura que es la existencia. El ser humano es naturaleza y, por este motivo, puede apreciar su grandiosidad y valorar el privilegio de formar parte de ella y de sentir, e incluso ver, a Dios en los símbolos que cotidianamente tiene al alcance de su entendimiento. Y este seguro convencimiento es el contenido que preside el poemario Símbolo y profecía” (ASC).

A través de símbolos naturales, de parábolas bíblicas y de otras imágenes sugerentes, el poeta penetra en ellas, las personaliza y recrea, sensible a la belleza de la creación y a la armonía del universo, abierto siempre a la inefable bondad trascendente de la divinidad.  Ejemplo es el “Hijo pródigo” o la “Metáfora del Pan”:

Lo primero es el pan

metáfora perfecta

de los frutos copiosos de la tierra…

Está gritando amor. Es el pan del hogar

y nos procura la alegría de sentirnos hermanos a la mesa…

Danos siempre, Señor, este Pan-Sacramento

de nuestra Eucaristía

como una invitació

para el banquete eterno.

POEMAS PARA ORARorar

Además he publicado otro libro de poemas titulado Poemas para orar (2004), que es una antología de poemas de múltiples poetas a los que les asigno la categoría de oraciones por su contenido, tono y significado trascendente, cuya presentación termina con estas gratificantes palabras:

“Sin duda, Poemas para orar, es de esos libros que nos acompañarán siempre, porque es un poemario que admite múltiples lecturas donde cualquiera que se acerque a orar encontrará nuevas emociones, que unas veces lo alentarán a superar un altibajo emocional, otras le ofrecerán la posibilidad de expresar a la par que el poeta sus preocupaciones y las más le proporcionarán orientaciones para allanar el camino hacia la luz colmándolo de esperanza” (ASC).

LIBROS EN PROSA

Y también he editado varios libros en prosa. Dios en África (Madrid, Mundo negro, 1993) es el resultado de mi experiencia de misionero en el Congo durante veintidós años y de conocer cómo se entiende la divinidad en aquel inmenso y apasionante continente. Es un libro que, como declaro en el prólogo, recoge y expresa tanto la negritud o valores de la tradición, como los métodos y frutos de la primera evangelización, el arraigo y porvenir del cristianismo en África negra: «Como una atmósfera que envuelve e ilumina el mundo bantú: la vida del hombre, la naturaleza con todos sus fenómenos, el pasado, el presente y el porvenir… hay que señalar su carácter fundamentalmente religioso y sacro. Para el negro africano ontología y religión se identifican o al menos son inseparables» (MCM).

dios¿Adónde vas …? (valores olvidados) (Madrid, Editorial PS, 2005) es un libro que recuerda esos conceptos hoy obviados y que, sin embargo, resultan tan necesarios en un mundo que se olvida muchas veces de lo más esencial como puede ser el respeto a la vida o el amor: «Nuestra vida debe estar marcada por la gratitud, por el don, por la gracia, por el amor agradecido y gratuito, a ejemplo de una madre. ¿Pide acaso una madre paga o recompensa por cuidar a su hijo y educarlo para la vida?» (MCM).

Vivir el Padrenuestro (Madrid, Perpetuo Socorro, 2013) ha sido comentado de esta manera: “No tenía previsto comentar en mi blog libros que no fueran estrictamente literarios, pero Vivir el Padrenuestro, para mí, no es un libro cualquiera sino un libro del Padre Miguel Combarros y quiero hacer una excepción con él porque, para mí,  leer cualquier escrito del “poeta de la luz y de la esperanza” (como hace años lo bauticé), es una auténtica delicia, un bálsamo para mi espíritu (y más en la actualidad): “El pan es el alimento básico de millones de seres humanos. Carecer de pan es carecer de todo: de salud, de fuerza, de alegría … En la metáfora del pan entran el maíz, el arroz, la yuca o la mandioca, […] También el vestido, la casa, el trabajo” (MCM).

Afrontar la vida (Madrid, Perpetuo Socorro, 2013) es un libro cuyo contenido aporta claves para poder hacer frente a la existencia de un modo equilibrado en todo tipo de momentos y, por este motivo, supone una buena orientación para enfrentarse a las distintas situaciones que se presentan en la vida cotidiana y buscar soluciones: «La austeridad de la vida es la respuesta o réplica al materialismo que subyace en las bases del consumismo» (MCM).

Dones y virtudes olvidadas (Zaragoza, Misioneros Redentoristas, 2015) tiene un contenido con el sentido que descubre este comentario: “Cumple este libro la misma función que la literatura didáctica medieval que, procedente de las culturas milenarias de Oriente, aconsejaban cómo actuar ante las distintas situaciones, casos y hechos de la vida cotidiana y hoy, sin embargo, que la realidad es muchísimo más compleja, nos obliga a tomar decisiones continuamente y estamos necesitados de guía y luz, nadie necesita consejos pues todos nos creemos autosuficientes y muy seguros de tomar siempre la decisión correcta y así nos va…” (ASC).

Regreso al Paraíso (Astorga, autoedición, 2017) es un canto a la vida en forma de librito de poemas repleto de luz y de esperanza, donde el poeta acentúa su canto a la existencia con mayor gozo, si cabe: «Benditas seas tú, agua cristalina, / que brotas de las fuentes y de las nieves / y corres presurosa para servir al hombre / y regar los jardines / […] / Qué bello aquel desfile del Génesis / ante Adán y Noé tan asombrados / en la tierra estrenada / y después del diluvio renacida. / […] / Colgó después sus ojos en la noche / para contar estrellas; / mas le faltaban números: / tanta luz no cabía en sus pupilas».

Pero, como es habitual en el padre Miguel Combarros, no se olvida de las sufrientes mujeres que conoció en su etapa misionera del Congo: «Yo tengo en la retina la tragedia / de madres africanas / que tienen que lavar a sus recién / nacidos en charcas corrompidas». Tampoco ignora la falta de paz en el mundo: «Mansa paloma blanca, / sigue volando entre cañones y bombas / y tráenos en tu pico la paz y la esperanza». Y destaca, como siempre, la inmensa bondad del autor de la creación que ha concedido al ser humano dones sencillos y, a la vez, grandiosos, muestras de su bondad y de su grandeza creadora: «Tu Palabra, Señor, es la llovizna / que mansamente va calando la tierra / transforma la pradera y reverdecen / los campos y trigales, que se visten / de amapolas y blancas margaritas». (ASC)

SIGUIENDO TUS HUELLAS 001Siguiendo tus huellas (I) (Astorga, ciber@stor, 2017) ha sugerido este juicio: «Siguiendo tus huellas es un librito de poemas que contiene una declaración espiritual del amor sentido por el poeta hacia la Virgen María y Jesucristo, ahora que, por su cercanía a ellos debido a la edad, necesita de su guía, su apoyo y su protección: El tiempo nos alcanza y nos avisa / que se acerca la hora de cruzar / a la otra orilla. / Por eso te pedimos / que no nos dejes solos / en ese duro trance. // Estoy seguro de que estás a nuestro lado, / lo mismo que tu Madre («Orfandad: No os dejaré huérfanos»).

No pierde la oportunidad Miguel Combarros de difundir su sempiterna mirada positiva de la existencia cantando, como es costumbre en él, a la vida: La vida es el gran regalo que Dios nos hace. / Él es fuente de vida y felicidad. / […] Me lo dicen los mirlos madrugadores. / Y hasta el perfume de las flores que despiertan para saludar al rey del universo («Gracias por el nuevo día»). De ahí esa gozosa referencia a su querida y recordada estancia en Mérida, cuando fundó con unos amigos la tertulia literaria Gallos quiebran albores: Aunque es de noche, / está rompiendo el alba / y quiebran albores de gozo / los gallos a porfía («Aunque es de noche»).

Por ese motivo, siempre resulta agradable leer los versos luminosos y esperanzados del padre Miguel Combarros no solo por líricos (Háblame así, Señor, / en silencio, sin palabras / como leve caricia de la brisa / que reparte el perfume entre las flores. Como el canto gozoso del rocío / que despierta y refresca la mañana -«Háblame así, Señor«-) sino también por ser versos cargados de existencia vivida hasta el punto de impregnarse muchos de ellos de preocupación social: Tú que conoces bien las corruptelas / de nuestra sociedad / y tienes el remedio a nuestros males / no nos abandones ni nos dejes solos / pues nos pierden nuestra sobrebia y egoísmo («Madre asunta») (ASC).

siguiendo tus pasosSiguiendo tus pasos (Astorga, ciber@stor, 2018) es un librito que comienza con una magnífica muestra de la poesía esperanzada del padre Miguel Combarros pues, como se puede observar, el poeta no recuerda la infancia con nostálgica melancolía sino con un sentido gozo, que lo lleva a evocar los símbolos religiosos que presidieron su infancia y son el origen de su entrega a Dios y a los demás: «Por fin han llegado las lluvias y la nieve / a coronar la realeza del Teleno, / el mejor anticipo de la primavera. // Verdean los trigales como alfombra / real. Y bailan en las torcas los conejos. / Revivo mi infancia de inocentes / travesuras. Y todo gira en torno / al campanario y a la iglesia.».

Son versos reconfortantes, llenos de un profundo amor a la vida y de disfrute por poder sentir una fuerte emoción ante la belleza que se le regala: «Qué solaz disfrutar de esos rosetones  que nos entregan  la belleza de Dios acumulada en símbolos e imágenes bíblicas».

Siguiendo tus pasos es un poemario que reconforta de principio a fin y sucede esto porque el padre Miguel Combarros, seguro en su fe, se reafirma en asegurar que es posible vivir la vida, a pesar de los pesares, con un talante positivo confiando en Dios que, incluso, nos permite abrigar sueños de un mundo más habitable: «Siempre es posible soñar, / encender una estrella / que ilumine caminos de verdad / y de belleza. Siempre es posible soñar / y crear paraísos.». (ASC)

Son tus huellas el camino (Astorga, ciber@stor, 2018) es otro librito que, editado de modo artesanal, está lleno de versos ilusionados en la seguridad que tiene el padre Miguel Combarros de continuar su camino acompañado por la presencia de Dios (de ahí el título machadiano), en el grato entorno natural de su infancia y adolescencia en su tierra de León.

Por este motivo en sus versos aparece destacada su referencia geográfica, el Teleno, vigía de aquellos parajes que acogieron sus juegos de niño, ahora retenidos por su mente y su emoción, como recién realizados, entre sus más preciados recuerdos…

Han llegado por fin las lluvias y las nieves a coronar la realeza del Teleno

el mejor anticipo de la primavera.

Respira de nuevo el agostado Tuerto

con sus truchas, sus ranas y cangrejos.

Verdean los trigales como alfombra

real y bailan en las torcas los conejos.

Hoy revivo mi infancia de inocentes

travesuras. Todo gira en torno

al campanario y a la iglesia, al monte y al río.

huellas 001

…siempre dispuesto a llenarse del gozo de la presencia de Dios y, por eso mismo, siempre animado a gozar de una percepción gratificante de la existencia, como buen poeta de la luz y de la esperanza:

Esta es mi tierra. Aquí pasé mi infanciay aquí estoy solo contemplando el río

Envíame siempre al Paráclito defensor

que me ilumine y fortalezca y que me enseñe

la auténtica sabiduría de servir al Señor de la Vida

y la felicidad.

africa 001

 (ASC)

África: Vida y llanto (Astorga, ciber@stor, 2019) es un poemario con 14 poemas, de los cuales la mitad son de su extraordinario libro Caminos hacia el alba, donde recogió su experiencia de 22 años como misionero en África.

En sus versos aparecen imágenes del grandioso paisaje africano, que ha quedado grabado sólida y amorosamente en el baúl de su emoción y, paralelamente, también sobresalen duras críticas contra el hambre, que afecta especialmente a los niños, contra la situación opresiva de la mujer africana y el preocupante atraso que sufre África por la corrupción de gobernantes propios y depredadores foráneos:

Hoy levanto mis versos

por encima del tiempo y de la noche

para cantarte ati, África mía.

Todo es sagrado en ti, todo es fecundo

porque acunas a Dios en tu regazo.

[…]

Porque sabes cantar en la desgracia,

porque el ritmo navega por tus venas,

[…]

porque tienes abiertas de par en par tu choza

y sabes compartir porque eres pobre;

porque nadie es forastero, sino hermano,

África yo te canto,

África sagrada y solidaria. 

 (ASC)

MI POÉTICA

poeticaPrefiero el verso libre, mezcla de endecasílabos y heptasílabos y de cinco sílabas, porque da una gran libertad; pero admiro a los sonetistas que escogen el camino más difícil y condensan quizás mejor el pensamiento.  Pero ¡ojo! presto toda la atención a la sonoridad del endecasílabo  que exige una acentuación perfecta de sexta o de cuarta y octava.

Para mí la poesía, como para todo poeta, es la comunicación de un mensaje; en mi caso religioso, porque escribo versos como un complemento  a mi apostolado.  Dios es la fuente de la armonía y de la belleza y trato de hablar con Él y orar  con el lenguaje  más bello, que después de la música,  es la poesía.  Me da mucha alegría saber que hay personas que oran con mis salmos.

En el poema no puede faltar el sentimiento, el corazón,  que es más eficaz que la inteligencia o la idea. Sentimiento y símbolos,  imágenes o  tropos,  constituyen el poema. Así  el mensaje  llegará al lector y le conmoverá por su belleza.

Miguel Combarros Miguélez

Fotografía cabecera: Jerez de los Caballeros

En la Web del Homenaje de sus amigos de la Tertulia «Gallos Quiebran Albores» se dice:

Miguel nos dejó el 28 de enero de 2021 en su tierra, Astorga, tras haber dejado sembrados en Extremadura y África, sus versos, sus enseñanzas y su pasión por la vida.

Web Homenaje: https://gallosquiebranalbo.wixsite.com/my-site-2