INTRODUCCIÓN

La Edad Media es un amplio periodo histórico que abarca desde la caída del imperio romano de Occidente (siglo V) al descubrimiento de América (siglo XV).

alcazabaEn el año 476, desaparece el imperio romano de Occidente ante las invasiones bárbaras. Hispania es ocupada por suevos, vándalos, alanos y visigodos (año 494). Estos últimos forman un reino con capital en Toledo, que se mantiene hasta la invasión árabe en el año 711, cuando su último rey, don Rodrigo, es vencido en la batalla del río Guadalete (Cádiz). Sin más resistencia, los árabes invaden la Península y se imponen a los pobladores hispanos no sólo militar sino también culturalmente. En el siglo XI, los cristianos que se habían refugiado en el norte de la Península comienzan la Reconquista. Los territorios recuperados adoptan la estructura de la sociedad feudal en tres estamentos: Nobleza, Clero y Pueblo. Con el paso de los siglos adquieren importancia el Rey y la Burguesía, que cambian la configuración de la sociedad medieval. Finalmente, los reinos cristianos, que se fueron expansionando lentamente hacia el sur, terminan la Reconquista con la toma de Granada (1492) durante el reinado de los Reyes Católicos.

Los primeros restos escritos de la poesía medieval española (antes debió de haber una literatura oral, que se ha perdido) son unos poemillas mozárabes del siglo XI llamados jarchas, donde una joven enamorada se lamenta de la ausencia o del desdén de su amado. En el siglo XII, el Mester de Juglaría difunde los cantares de gesta, que narran las hazañas de héroes (Cantar de mío Cid). En el siglo XIII y XIV, el Mester de Clerecía trata temas religiosos en poemas compuestos en cuaderna vía (Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo, Libro de buen amor del Arcipreste de Hita). También destacan don Juan Manuel (el autor de El conde Lucanor, una colección de cuentos con moraleja final en verso) y los romances, composiciones orales que, recitadas por juglares en aldeas, pueblos y ciudades, comienzan a ser recogidos por escrito al final de la Edad Media, cuando se advierte su calidad literaria. En el siglo XV, Jorge Manrique compone las Coplas a la muerte de su padre, que conforman una bella y sentida elegía.

En Extremadura, durante la época visigoda, el arzobispo Mausona de Mérida preside el III Concilio de Toledo, donde el rey godo Recaredo abjura del arrianismo. Más tarde, durante la dominación árabe, surge con capital en Badajoz el reino musulmán aftasí, fundado por Ibn Al-Aftás, que dura desde al año 1022 al 1095. En el reinado de los monarcas aftasíes hubo un interés inusitado por la poesía no sólo en los niveles cultos sino incluso en las clases populares de donde surgieron numerosos poetas. Del reinado de su último rey, Omar Almotawakil, que fue muy amante de la cultura, se conservan textos de varios poetas que mantuvo en su corte.

medieval 1La Reconquista llega a Extremadura en el siglo XIII. Cáceres es recuperada en 1229 y Badajoz en 1230. Ante la falta de personas para repoblar los territorios conquistados, se crean las Órdenes Militares de Santiago y Alcántara. Durante los siglos XIV y XV, Extremadura padece sequías, epidemias y guerras por el trono de Castilla y de Portugal. Los nobles, ante la debilidad del Rey y la escasez de población, incrementan sus latifundios. En 1942, la reina Isabel apoya a Cristóbal Colón en el descubrimiento y la conquista de América, donde los extremeños desempeñan un papel destacado. Como consecuencia Cáceres, Trujillo, Plasencia, Jerez de los Caballeros, Zafra y Llerena experimentan una época de esplendor.

El comienzo de la poesía medieval en Extremadura viene marcado por un epígrafe conmemorativo en latín de la reconstrucción del puente romano de Augusta Emerita en el siglo V, cuando gobernaba Eurico, rey de los visigodos. Del siglo XI se ha conservado en Badajoz un epitafio mozárabe dedicado al obispo Daniel y poemas de varios poetas árabes pacenses como Abd Al-Aziz, Abu Al-Hasán, Ibn ‘Abdun, Ibn Al-Sid y Abu ‘Amr Ibn Al-Fallas.

En el siglo XIV, cuando la palabra Extrematuram aparece por primera vez en la Chrónica Adefonsi Imperatoris para designar la frontera donde terminaba el reino de León, se localizan en la tradición popular de Extremadura las primeras muestras literarias en forma de romances, que fueron transmitidos de boca en boca a lo largo de los siglos.

 

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INSCRIPCIÓN DEL PUENTE ROMANO DE MÉRIDA (1)

Había deslizado las antiguas moles la vetustez destructora
la obra estaba desmoronada y rota de vieja.
La vía colgante por sobre el río había perdido el uso
y el puente, caído, se negaba a dar libre paso.
Ahora, en tiempo del potente Eurico, rey de los godos,
que ordenó cultivar las tierras que le fueron dadas,
el magnánimo Dux Salla ansió extender la fama
de su nombre y añadirle nuevos títulos,
pues, después de haber renovado la ciudad con magníficas murallas,
no paró hasta consumar este mayor milagro:
construyó arcos, fundamentolos por debajo de las olas
y superó, imitándola, la maravillosa obra del primer autor.
No dejó de persuadirle a crear tan gran monumento
el amor a la patria del sumo sacerdote Zenón.
Ciudad augusta, feliz, duradera por largos siglos
por el favor del Dux y del Pontífice.

 

LÁPIDA POÉTICA DEL OBISPO DANIEL (2)

Los fúnebres horrores de la muerte
dejó detrás de sí; pues ya se junta
justamente a los héroes, que en el cielo
blasonan de haber sido, acá en la tierra,
óptimo y venerable
lazo de santidad a muchas gentes.
Helos aquí debajo de la gleba
los despojos mortales;
de aquel que, pescador, como San Pedro,
las almas apresaba, y difundía
doquier la paz y luz del Evangelio.
De Cristo en el alcázar soberano
goza la clara vista del Eterno.
Su espíritu inmortal, cuyo principio
en el remate aconteció de enero
el año mil de la era y treinta y ocho. (3)

 

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¡OH REY, DAME UN HALCÓN!  (4)

¡Oh gran Rey, hijo de padres
insignes, de rango egregio!
El collar de tus favores
ha engalanado mi cuello
como los grupos de perlas
por hilo firme sujetos;
adorna ahora mi mano
con un halcón altanero,
ave de límpidas alas
y de mirada de acero;
de finas plumas combadasa
impulsos de aire norteño.
¡Con qué orgullo saldré al alba
–mi mano tendida al viento–
para cautivar lo libre
con lo que está prisionero!


EN LA BATALLA  (5)

En el ardor de la lid
de Sulaima me acordé:
¡ardía la lucha como
yo cuando la abandoné!
Creí ver entre las lanzas,
de su talle la esbeltez
y así –cuando se inclinaron
hacia mí– … ¡las abracé! 

¡OH PERFUME DEL JARDÍN!  (6)

¡Oh perfume del jardín! Llega hasta mí por traspirar tu puro olor junto con los vientos de marzo.
La tierra está cubierta de espléndidos vestidos y el fuego de las flores casi la consumiría de no discurrir su riachuelo.
Las aves cantan escondidas por las hojas de los árboles, como si fuesen cantoras que en los auditorios se ocultan a la mirada de los hombres.

 

EL BÁLSAMO (7)

No hay que esperar paz entre la cabeza cogida por la mano de los combatientes y el cortante acero.
No te dejes arrastrar por el sueño de la fortuna abandonando el cuidado de tus intereses, pues ella emplea todas las astucias, pero sin mostrarse al descubierto.
¡Cuántas dinastías se han visto, a las cuales el favor divino había concedido el poder y, sobre las cuales, preguntada la memoria, no nos proporciona el más ligero recuerdo!

BADAJOZ  (8)

Badajoz, nunca te olvidaré,
sea cual sea la ausencia
que de ti me tenga alejado.

¡Qué admirables son los árboles que te rodean!
El valle de tu hermoso río abre su camino
como si partiera de un tajo una túnica rayada.
 

PERDURARÁ LA MEMORIA  (9)

Aunque se pudran sus miembros
bajo una capa de tierra,
perdurará la memoria
del hombre docto en las ciencias;
quien ignora es un cadáver
que por el mundo pasea
y –sin saber que está muerto–
por vivo se considera.
 

DIOS ES EL CONOCIMIENTO  (10)

¡Oh, cuán mal califica a su Señor quien le atribuye ignorancia!
¡No estima a Dios en su verdadero valor!
Porque ¿cómo puede escapársele a Dios el conocimiento
de lo secreto y público de su criatura,
si Él abarca toda cosa y toda cosa
existe por su mandado? 
 

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ROMANCE DE LA BIEN CASADA  (11)

Por tierras de Extremadura
entra el rey de Portugal:
–Yelves  (12), mi querido Yelves,
que no te pude ganar,
si el conde me tomó Yelbes
su castillo he de tomar.
–Alto y noble caballero,
pues sois rey de Portugal,
mirad que el conde, mi esposo,
en el castillo no está;
este castillo lo guarda
una mujer nada más
y, no estando mi marido,
no es castillo, que es hogar.
–Albergue aquí me daréis
como a rey de Portugal.
–Albergue daros no puedo,
pues mi marido no está,
y un rey jamás atropella
del enemigo el hogar.
–Castellana que me vence,
¿qué nombre os habré de dar?
–Llamadme la bien casada,
bien casada y nada más,
y si queréis otro nombre:
bien dichosa, que es igual.
 

ROMANCE DE LOS INFANTES DE ARAGÓN  (13)

Alburquerque, Alburquerque, 
bien mereces ser honrado,
en ti están los tres infantes
hijos del rey don Fernando.
Desterrelos de mis reinos,
desterrelos por un año;
Alburquerque era muy fuerte,
con él se me habían alzado.
¡Oh, don Álvaro de Luna,
cuán mal me habías burlado!
Dijísteme que Alburquerque
estaba puesto en un llano,
véole yo cavas hondas
y de torres bien cercado;
dentro mucha artillería,
gente de pie y de caballo
y en aquella torre mocha
tres pendones han alzado;
el uno por don Enrique,
otro por don Juan su hermano,
el otro era por don Pedro,
infante desheredado.
Álcese luego el Real    
que excusado era tomallo.
 

ROMANCE DE CAÑAS DORADAS  (14)

En la batalla de Olmedo
cuando más furiosa andaba
entre el Rey Juan de Castilla
y el Rey don Juan de Navarra
mírala el Rey de Castilla
la cosa como pasaba,
a los que estaban presentes,
de esta manera les habla:
–¿Quién es aquel caballero
de la barba luenga y cana,
que trae la banda de oro
en colorado asentada
con las cabezas de sierpes
y por orlas las ocho aspas?
Parece león furioso
peleando en batalla,
pues echaba del caballo
al que le toca su lanza
y derribaba en el suelo
al que hiere su espada.
Ahí respondieron aquéllos
los que presentes estaban:
–Vuestro ahijado es, Señor,
el que vuestra alteza armara,
el que hoy armó caballero
de las espuelas doradas,
éste es Alfonso Barrantes
por nombre Cañas Doradas,
extremeño es en las obras,
como natural de Alcántara.
Ahí hablaba el buen Rey,
de esta manera les habla:

–Tomad ejemplo, mancebos,
de vejez tan señalada,
porque tales sesenta años
no andaban en la batalla.
 

ROMANCE EL MAYOR CASTIGO  (15)

En la ciudad de Llerena
vivían dos nobles damas:
la reina doña María
y la reina doña Blanca,
que don Pedro de Castilla
allí tiene desterradas.
Eran las damas hermosas,
hermosas de cuerpo y alma.
En un lugar inmediato,
a menos de una jornada,
vivía el buen don Fadrique,
el conde de Trastamara,
gran maestre y caballero,
caído también en desgracia.
El rey don Pedro, en Sevilla,
con su querida se estaba,
doña María Padilla,
que a don Pedro dominaba.
La Padilla tiene celos
de la reina doña Blanca,
porque sabe sus virtudes,
porque la suegra la ampara,
porque defiende su bando
el maestre Trastamara.
La Padilla, enfurecida,
tiene celos, siente rabia,
y al favorito del Rey
le ordena sin más tardanza
que la libre de enemigos,
o perderá su confianza.
Don Alfonso, el favorito,
siente grande repugnancia,
porque nació caballero
en la tierra lusitana.
La Padilla, rencorosa,
le hace perder su privanza,
y don Pedro le destierra
de la corte sevillana;
le quita mando y haciendas
y de muerte le amenaza.
El portugués, ambicioso,
se prepara a la venganza,
y a la ciudad de Llerena
parte buscando las armas. (16)

 

NOTAS

(1) En el año 483, el Dux (gobernador) Salla de Mérida, animado por el obispo de Mérida Zenón, reconstruye el puente romano que era intransitable y manda colocar en latín esta inscripción conmemorativa de la restauración en el arco central del puente, que desaparece en una inundación del siglo XVII.

(2) Este texto presenta, de acuerdo con la concepción cristiana, la muerte de un obispo llamado Daniel como una liberación y la vida eterna como un premio. Se trata de un epígrafe poético del siglo XI, que es el único escrito mozárabe extremeño conservado en Badajoz, según asegura Antonio Rodríguez-Moñino en su Historia literaria de Extremadura; sin embargo, según Manuel Pecellín, "jamás ha sido hallado"... 

(3) Es el año 1000 d. C. del calendario cristiano.

(4) En 1067, sube al trono Omar Almotawakil en cuya corte hubo un poeta llamado Abd Al-Aziz, del que se conserva este poema. En él pide al Rey un halcón, ave muy apreciada en la Edad Media para practicar la cetrería, que era una actividad propia de las clases elevadas.

(5) El autor de este poema es Abu Al-Hasán, hermano del poeta anterior, que destaca la pasión amorosa equiparándola al ardor guerrero. [recitado en el vídeo del final]

(6) Poema del poeta Ibn ‘Abdun, secretario del rey Omar Almotawakil, que percibe en el entorno natural la llegada de la primavera.

(7) Este poema (qasida), también de Ibn ‘Abdun, evoca la caída del reino aftasí de Badajoz.

(8) Poema del visir Abu ‘Amr Ibn Al-Fallas, un poeta árabe afincado en Badajoz, que refleja su atracción por la capital del reino aftasí, entonces un vergel situado junto al río Guadiana. 

(9) Este poema es de Ibn Al-Sid, poeta árabe pacense, cuyo contenido alaba la sabiduría y rechaza la ignorancia.

(10) Es otro poema de Ibn Al-Sid, que pertenece a su Libro de los cercos y trata sobre la omnipresencia y la omnipotencia de Alá.

(11) El rey de Portugal quiere tomar un castillo de la frontera extremeña y se lo impide con sutiles razonamientos la mujer del dueño que, en aquel momento, se encontraba ausente.

(12) Elvas, pueblo fronterizo portugués emplazado a la altura de Badajoz.

(13) Este romance se hace eco de una de las frecuentes rivalidades entre reyes y nobles, que sucedieron en Extremadura durante la Edad Media. [recitado en el vídeo del final]

(14) Romance que tiene como protagonista a Alfonso Barrantes, un valeroso noble extremeño de Alcántara (Cáceres).

(15) Romance (vv. 1-44) donde doña María Padilla, amante del rey Pedro I de Castilla, intriga en la Corte para anular a doña Blanca, la reina, desterrada en Llerena.

(16) Los poemas de este apartado han sido extraídos de Historia literaria de Extremadura de Antonio Rodríguez-Moñino; Extremadura musulmana (Badajoz, 713-1248) de Manuel Terrón Albarrán; Romances populares de Extremadura de Bonifacio Gil y la web titulada Paseo virtual por Extremadura de Manuel Trinidad Martín, cuyos datos bibliográficos aparecen en la documentación de esta web.

 

IMÁGENES

INTRODUCCIÓN: Imagen de una torre y varias almenas de la muralla de la Alcazaba de Badajoz [fotografía de Antonio Salguero Carvajal] (1ª). Monjes de la Orden del Temple (2ª). POEMAS: Puente romano de Mérida [fotografía de Antonio Javier Salguero Pérez] (1ª). Árabe aficionado a la cetrería con un halcón (2ª). Dos juglares actuando: uno canta una canción o recita un romance, y el otro lo acompaña con música de un instrumento de cuerda (3ª). 

 

VÍDEO POESÍA MEDIEVAL (de Extremadura, un bello poema)

 

 

Fotografía cabecera: Detalle de la alcazaba árabe de Badajoz