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Poesía Neoclásica (1700-1799, s. XVIII)

INTRODUCCIÓN

En 1700 comienza a gobernar Felipe V, primer rey de la Casa de Borbón, en cuyo reinado Extremadura pasa a ser una unidad territorial y administrativa claramente definida, idéntica a la de hoy. En 1724 abdica en su hijo Luis I, que muere este mismo año, y tiene que volver a reinar. En 1746, sube al trono su hijo Fernando VI. En 1759, le sucede su hermano Carlos III, un buen rey para España y «el mejor alcalde de Madrid». El siglo termina con el reinado de Carlos IV, hijo del rey anterior, que comienza a gobernar en 1788. En su reinado, sobresale su valido el extremeño Manuel Godoy, Príncipe de la Paz.

enciclopedia 2El siglo XVIII es denominado el Siglo de las Luces o de la Razón, porque en él se produce un movimiento sociocultural, la Ilustración, que revisa todos los planteamientos anteriores de forma racional y los difunde en la Enciclopedia.

Esta gran obra, publicada entre 1751 y 1780 en 37 volúmenes, fue dirigida por Diderot y D’Alembert, que recopilan todo el saber humano, basándose en planteamientos igualitarios y reformistas, difunden la cultura y los conocimientos, crean una actitud crítica y antidogmática, denuncian los prejuicios y creencias tradicionales y se basan en el Experimentalismo (Racionalismo de Kant). La Ilustración culmina en la Revolución Francesa de 1789.

Estas nuevas ideas trastocan los planteamientos políticos, religiosos, sociales, económicos y culturales de Europa. La burguesía francesa disputa razonadamente el poder a la Monarquía, se alía con el Pueblo y guillotina al rey Luis XVI. La fe y la religiosidad disminuyen y los jesuitas son expulsados de varios países europeos por combatir la Ilustración (1767). El progreso, la desaparición de costumbres atrasadas, el desarrollo económico, las reformas sociales y, en definitiva, la felicidad del ser humano son los objetivos que desean conseguir los ilustrados.

En España, la Monarquía es eficaz y beneficiosa para el país, por lo que no sufre los graves problemas de la de Francia. No obstante, se ve influida por su lengua (en boga, espectro, gabinete, catastro –galicismos–), sus modas y su pensamiento (adoptado por los afrancesados durante la Guerra de la Independencia).

El sistema de gobierno, típicamente neoclásico, es el Despotismo Ilustrado, que se resume en la frase Todo para el Pueblo, pero sin el Pueblo. En España (y, especialmente, en el reinado de Carlos III) produce mejoras sociales, elevación del nivel cultural y la creación de instituciones nacionales como la Real Academia Española de la Lengua, la Biblioteca Nacional o las Sociedades Económicas de Amigos del País.

Las características del Neoclasicismo literario (1750-1785) son su atracción por el arte clásico de Grecia y Roma debido a su sencillez, elegancia y carácter funcional. El tratamiento de una amplia temática sobre Medicina, Filosofía, Matemáticas, Justicia, Historia, Agricultura, Literatura. El uso de un lenguaje sencillo, práctico y razonado, que destierra los sentimientos y la inspiración. La vuelta a las reglas de lugar, tiempo y acción y a los temas clásicos de la naturaleza, el bucolismo y las musas. Los contenidos científicos, aplicables y didácticos. La intención de instruir deleitando. El predominio de los géneros docentes (fábula, ensayo, libros de viajes, epístolas). Y la crítica contra la incultura y las malas costumbres, que obstaculizan el progreso y el bienestar de la gente común. 

ALBURQUERQUEEn Extremadura, el siglo comienza con los desastres de la Guerra de Sucesión. Portugal ocupa Valencia de Alcántara, Alburquerque y Jerez de los Caballeros, sitia dos veces Badajoz, asola la zona, provoca una época de hambre y causa un descenso de la población. La situación del campo es crítica, los campesinos necesitan tierras para cultivar y se levantan contra la Mesta, que la acapara para pastos de las ovejas. 

No obstante, el espíritu ilustrado se mantiene y crea las Sociedades Económicas de Amigos del País, que surgen como asociaciones para difundir las ideas progresistas procedentes de Francia y ayudan decididamente a la formación de los ciudadanos y a la modernización de España. La primera que se creó fue la de Plasencia en 1780 y, después, la de Trujillo, Coria y Villafranca de los Barros. Su lema era “Fomenta enseñando”.

Entre los poetas neoclásicos más importantes estuvieron los extremeños  Francisco Gregorio de Salas, Vicente García de la Huerta, Juan Meléndez Valdés y Juan Pablo Forner. Como desarrollaron su labor poética fuera de los límites de Extremadura, asimilaron las características de la poesía neoclásica nacional. 

 

FRANCISCO GREGORIO DE SALAS

(Jaraicejo, Cáceres, ¿1729 – 1797?)

No se sabe con exactitud la fecha de su nacimiento ni de su muerte. Por este motivo también se piensa que nació a mediados del XVIII y murió en 1808.

salas1

Estudió en Salamanca. Después se ordenó sacerdote en Plasencia. Ejerció su ministerio en la iglesia de Santa María de la Magdalena y fue capellán del hospital de las Recogidas y predicador del Rey en Madrid. También llegó a ser miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Era amante de su sacerdocio, de la vida en contacto con la naturaleza y de las tertulias. Tenía don de gente y gozaba de un carácter afable y sencillo, que lo llevó a rechazar los honores ofrecidos por el influyente extremeño Manuel Godoy. Sintió una acentuada nostalgia por su Jaraicejo natal, situado en la Sierra de Miravete (Cáceres), adonde se apartaba de la vida mundana de la Corte y encontraba muchas veces su inspiración. En cambio, satirizó la corrupción cortesana y las costumbres de la ciudad en numerosas ocasiones.

Tiene una extensa obra lírica editada en dos tomos con el título de Poesías (1797); muchas de las cuales obtuvieron una gran popularidad. En Observatorio rústico (1772), Salicio y Coridón, dos labradores, se encuentran en un frondoso valle junto a un arroyo y, a la sombra de un árbol, se cuentan la existencia agradable que llevan en sus lugares respectivos en contacto con la naturaleza, las faenas del campo y las sencillas costumbres rurales.

De esta situación se deducen preceptos morales, que destacan los beneficios obtenidos por la actitud honrada que estos sencillos personajes adoptan ante la vida, y una exaltación de la vida natural en el campo frente a la existencia artificial en la ciudad. En Égloga de Dalmiro y Silvano (1795), estos pastores se cuentan sus amores y penas en un ambiente bucólico, que recuerda las églogas de Garcilaso.

salas2Sus Elogios poéticos (1799), dirigidos a escritores, militares, clérigos y pintores extremeños, muestran una fuerte atracción por su tierra. También compuso una colección de Epigramas (1816) con asuntos (elogios a las virtudes humanas y crítica a los vicios) y metros variados (sonetos, romances, silvas, octavas, décimas, fábulas).

Entre ellos se encuentra el titulado “Juicio imparcial o definición crítica del carácter de los naturales de los Reinos y Provincias de España” donde, en veintiuna décimas, define los distintos caracteres de los españoles de una forma burlesca y satírica. Así sucede con los extremeños, a los que califica de «indios de la nación». Duramente criticado por sus definiciones hirientes, en este caso se justificó diciendo que la expresión significaba que en aquel tiempo el sustento de los extremeños se lo llevaban los ganaderos del norte como hacían los europeos con los indios de América.

Su estilo es propio de un escritor ilustrado y de un sacerdote, que advierte la necesidad de guardar unos preceptos morales no sólo por tranquilidad espiritual sino también por el bien común, el progreso y la felicidad general, objetivos prioritarios en los escritores neoclásicos. También destacó las ventajas físicas y espirituales de la existencia en contacto con la naturaleza frente a la vida urbana, donde el componente anímico queda diluido por los intereses materiales.  

 

CORIDÓN (1)

Yo veo a mi hortelano,
que riega por su mano
la col, el cardo, el apio y la lechuga;
donde la verde oruga,
taladrando la rama,
halla dulce alimento, nido y cama.
Suele luego arrancar una cebolla
para echar en la olla
que cuece con los ajos,
los nabos, el repollo y los tasajos;
cuya seca cecina,
prefiere a la perdiz y a la gallina.
Es de su casa toda la decencia
algún barato cuadro de Valencia,
una grosera estampa maltratada
con rojo almazarrón (2) iluminada,
y otra alguna pequeña baratija,
que guarda para el dote de su hija.

 

DEL PASTOR (3)

Suele el pastor que duerme prevenido
despertar al ladrido de algún perro
que sigue al fiero lobo por un cerro,
animoso, tenaz y embravecido.

Reconoce el ganado en el sonido
del destemplado y rústico cencerro,
y en la limpia sartén de tosco hierro
prepara el desayuno apetecido.

Ordeña en tarros la abundante leche,
forma después el queso delicioso,
abre la red y suelta su ganado;

y como allí no hay nadie que lo aceche,
templa el tosco rabel, y con reposo
canta su amor alegre y sosegado.

 

FÁBULA (4)

Traidoramente un tigre
quiso matar a un corzo,
y por poder hallarlo
descuidado del todo,
una piel de borrico
se vistió malicioso.
Hallole un día echado
a la sombra de un chopo,
y arrojándose encima
lo hizo menudos trozos.
¡Cuántos en este mundo,
por hacer su negocio,
logran lo que desean
haciéndose los tontos!

 

EPÍGRAFE (5) 

Al diestro lado de la ilustre cueva
de aquel Gran Capitán, que el mundo admira
un sepulcro se mira
de terso y negro mármol enlutado,
donde está sepultado
Ceballos, cuya espada valerosa
dio tantos triunfos al hispano suelo.
A un lado se registra dolorosa
la triste Extremadura sin consuelo.
Y al otro lado la montaña,
lamentando la saña
del duro golpe de la esquiva muerte;
pero alegre la fama
sobre el alto sepulcro, guarnecido
de bélicos trofeos y blasones
a los mortales dice de esta suerte:
Si el poderoso estímulo os inflama
los valerosos nobles corazones,
y pretendéis asiento distinguido
en mi heroico, inmortal, glorioso templo,
seguid de este varón el digno ejemplo.

 

EL ESPAÑOL EN GENERAL (6)

El español es honrado,
es esforzado y valiente,
es moderado y prudente,
buen marino y buen soldado:
es obediente y callado,
es generoso y sufrido,
ingenioso y advertido,
y con tal disposición,
por falta de aplicación,
es un tesoro escondido.

 

ASTURIAS (7)

El asturiano cerdoso,
bajo, rechoncho y cuadrado,
forcejudo y mal formado,
es un mixto de hombre y oso:
su carácter es honroso,
hombre de bien, mas sin maña,
todo lo emprende con saña;
y son, según les inclina
su afecto a mozos de esquina,
las acémilas de España.

 

ANDALUCÍA (8)

Al andaluz retador
y excesivo en ponderar
no se le puede negar
que es gente de buen humor;
jamás conservan rencor
galantean a sus madres
y en sus desafíos todos
se dicen dos mil apodos
y luego quedan compadres.

 

EXTREMADURA (9)

Espíritu desunido
anima a los extremeños
y aun en todos sus empeños
jamás encuentran partido;
cada cual en sí metido
y contento en su rincón,
huye de toda instrucción
y aunque es grande su viveza
viene a ser por su pereza,
los indios de la nación.

   

NOTAS

(1) Poema (vv. 305-322) del Observatorio rústico, cuyo contenido es una alabanza a la vida sencilla y austera que llevan los pobladores del campo.

(2) También “almagra o almagre” se refiere a una “especie de tierra roja que se usa para teñir lana, madera y cuerdas”.

(3) Soneto de Epigramas, que acoge una alabanza de la vida apacible y natural del pastor.

(4) Poema de Poesías contra los oportunistas que prosperan engañando a los incautos. [recitado en el vídeo del final]

(5) Alabanza de Elogios poéticos para ser inscrita en el sepulcro de D. Pedro Ceballos, político español de la época relacionado con Extremadura.

(6) Epigrama del “Juicio imparcial o definición crítica del carácter de los naturales de los Reinos y Provincias de España”, cuyo contenido es una excelente opinión sobre los españoles, aunque critica que no saben aprovechar sus cualidades.

(7) Epigrama del “Juicio imparcial o definición crítica del carácter de los naturales de los Reinos y Provincias de España”, que presenta a los asturianos como nobles brutos y escasos de entendimiento.

(8) Epigrama del “Juicio imparcial o definición crítica del carácter de los naturales de los Reinos y Provincias de España”, que considera a los andaluces gente abierta y desenfadada. Curiosamente esta «décima» tiene nueve versos, como en el original.

(9) Epigrama del “Juicio imparcial o definición crítica del carácter de los naturales de los Reinos y Provincias de España”, cuyo contenido considera a los extremeños inteligentes pero, a la vez, desunidos, apáticos y perezosos.

 

VICENTE GARCÍA DE LA HUERTA

(Zafra, Badajoz, 1734 – Madrid, 1787)

huerta1Se marcha a Salamanca, aún adolescente, para cursar estudios universitarios. En Madrid es archivero del Duque de Alba, quien consigue que lo nombren poeta oficial de la Corte de Carlos III.

A partir de 1757, vive su mejor época literaria y social, porque es nombrado, entre otros cargos, académico de la Real Academia Española de la Lengua, goza de una excelente consideración en los ambientes ilustrados del siglo XVIII y realiza un viaje a París, donde conoce la Ilustración.

Sin embargo, en 1766, comienza una polémica con el Conde de Aranda, que termina con su destierro en Orán. De vuelta en Madrid se convierte en una persona intolerante, que continuamente polemiza con escritores de la época como Iriarte, Samaniego, Jovellanos y Juan Pablo Forner.

Su obra erudita está compuesta por la Biblioteca militar española, los Retratos de los Reyes de España y Theatro español, cuya edición provoca fuertes críticas, pues ignora a todos los dramaturgos del ciclo de Lope de Vega.

La obra dramática de García de la Huerta se compone de una comedia pastoril titulada Lisi desdeñosa y tres tragedias: La triunfante de amor y cetro o Xayra, Agamenón vengado y Raquel, que trata de los amores de Alfonso VIII con una judía de Toledo. Es su pieza más lograda y la tragedia neoclásica española de mayor calidad.

La poesía de García de la Huerta está formada por poemas conmemorativos entre los que destaca la «Égloga piscatoria», que fue leída en la Real Academia de San Fernando, y «Los bereberes. Égloga africana», que escribió para conmemorar la colocación de una estatua del Rey en Orán.

huerta2También compuso poesía amorosa en forma de sonetos, endechas, romances, madrigales, estancias y glosas. En estos variados poemas, se suele dirigir a Lisi, Filis o Amarilis con el nombre de Hortelio para reprocharles su indiferencia y solicitar su atención. También trata el dolor por la ausencia de la amada, la espera impasible de la muerte, la influencia de la Fortuna y los detalles autobiográficos.

Su poema más destacado es «Endimión. Poema heroico» que, escrito en sesenta octavas reales y con influencia de Góngora, cuenta cómo Zeus, a petición de la Luna (Selene), concede a Endimión el sueño eterno, del que sólo se despierta para recibir a su amada Selene.

Además escribió dos romances épicos (“Romance. Imitación de don Luis de Góngora» y «Romance II»), donde cuenta cómo se preparan para luchar el caballero don Gutierre y el moro Hizán, que se ve obligado a separarse de su amada Daraja, la pelea entre ambos, la victoria del cristiano y la muerte de Daraja, cuando ve herido de muerte a su amado.

También, se pueden localizar en la poesía de Huerta poemas como los titulados «No os atropelléis, traidoras» y «Satisfacciones a una calumnia», que expresan el estado de desolación sufrido al final de su vida. Completan su obra literaria numerosas cartas y ensayos, compuestos para polemizar sobre los más variados asuntos.

 

 

A LOS DESVELOS DE HORTELIO
MAYORES QUE LOS DEMÁS HOMBRES (10)

Busca el albergue en la tiniebla fría
de la noche el cansado caminante;
el rústico, artesano y negociante
acaban su fatiga con el día:

de los vientos la ruda rebeldía
en los puertos encierra al navegante,
y aun hace deponer su arnés brillante
a Marte del invierno la porfía;

reposa el ganadero en su majada
las abrasadas siestas del verano;
todos descansan por distintos modos.

Sólo Hortelio (11) por ti, Filis amada,
nunca descansa de su afán tirano.
¿Por qué? Porque interesa más que todos.

 

AMOR CONSTANTE (12)

Antes al cielo faltarán estrellas, 
al mar peligros, pájaros al viento,
al sol su resplandor y movimiento,
y al fuego abrasador vivas centellas;

antes al campo producciones bellas,
al monte horror, al llano esparcimiento,
torpes envidias al merecimiento,
y al no admitido amor tristes querellas;

antes sus flores a la primavera,
ardores inclementes al estío,
al otoño abundancia lisonjera,

y al aterido invierno hielo y frío, 
que ceda un punto de su fe primera, 
cuanto menos que falte el amor mío.

 

A LA VENIDA DE LA SERENÍSIMA
PRINCESA NUESTRA SEÑORA (13)

Betis y Tajo, admita vuestro celo
de Parma la deidad con alegría;
a su venida suba al alto cielo
la oliva, oh Betis, que tu margen cría;
en larga vena inunde todo el suelo
tu oro, oh Tajo. Entrambos a porfía
crecerán, que Himeneo a estas regiones
la paz conduce, y de la paz, los dones.

 

ENDIMIÓN. POEMA HEROICO (14)

VII

Al pastoril oficio sólo dados
eran los moradores de la tierra,
y, huyendo la prisión de los poblados,
vagos vivían la fragosa sierra.
No sujeta al aprisco sus ganados,
cada res libre por el monte yerra;
aquí canta un pastor entretenido,
allá resuena de la honda el estallido.

VIII

Todo era libertad, todo bonanza;
tal cual queja de amor se percibía,
que no hay región remota que no alcanza,
dulce rapaz, tu suave tiranía.
Nadie de amor evita la asechanza,
por remedios que oponga a su porfía.
Vive desiertos, huye las ciudades,
que amor te buscará en las soledades.

 

A LISI ESQUIVA  (15)

Si pretendes por despojos,
Lisi, los alientos míos,
¿qué has menester de desvíos,
cuando te sobran tus ojos?

Si con mi muerte, mi bien,
esperas tu libertad,
mátame con tu beldad,
pero no con tu desdén.

Pues será doble rigor,
cuando en tu mano lo tienes,
que me mates a desdenes,
pudiendo morir de amor.

Y nadie podrá ofenderte,
si lo hicieres con tal arte,
porque yo, por disculparte,
me achacaré a mí mi muerte.

 

RAQUEL  (16)

¿Tú me hieres, Rubén? ¿Tú? ¿Satisfecha
no estaba tu maldad con haber sido
la causa de perderme, ¡dura pena!,
sino que eres, infame, el instrumento
de mi muerte también? Mas no es tu diestra,
hebreo vil, la que me da la herida;
amor me da la muerte. ¡Qué torpeza
mis miembros liga! Amado Alfonso mío,
¿Dónde estás? ¿Qué descuido así te aleja?
¿Así morir consientes a quien amas?
¿En tanto mal a quien te adora dejas?
¡Vuela, Alfonso! ¡Ay de mí! ¡Oh amor! ¡Oh muerte!
Y tú, oh trono, que causas mi tragedia,
ayuda a sostener el cuerpo débil
que el alma desampara; Alfonso, vuela,
y recibe este aliento que el postrer
es de mi vida. ¡Ay Dios! ¡Qué mal se esfuerza
el corazón! Alfonso …, amado Alfonso …
¿Qué te detiene? ¿Cómo a ver no llegas …?

 

ALFONSO (17)

¡Ay, infeliz de mí!¡Oh amor!¡Oh golpe
duro y mortal!¡Oh mano infame y fiera!
Raquel mía, mi bien, ¿quién de esta suerte
de púrpura tiñó las azucenas?
¿Cuál fue el aleve, cuál el fiero brazo
que la flor arrancó de tu belleza?
¿Qué tempestad furiosa descompuso
tu lozanía? ¿Qué envidiosa niebla
abrasó los verdores de tu vida?
¿Qué venenoso aliento, qué grosera
plata infame ultrajó tus perfecciones?
¿Quién el cobarde fue, que en tu inocencia
ensangrentó el acero? Dueño amado,
mi Raquel, ¿no me oyes?¿Tú te niegas
a Alfonso? Dadme muerte, penas mías.

  

NOTAS

(10) Declaración amorosa de la pasión que Hortelio enamorado siente por su amada Filis.

(11) Seudónimo del poeta que procede de su apellido “Huerta”.

(12) Declaración amorosa donde el enamorado se muestra muy seguro de la fortaleza de su amor.

(13) Bienvenida con deseos de paz y riqueza para la nueva reina María Luisa de Parma, que llegó a España para casarse con Carlos III el 4 de septiembre de 1765.

(14) Descripción de la vida bucólica de los primeros habitantes de la tierra (estrofa VII) que, sin embargo, se vieron afectados por el amor (estrofa VIII).

(15) Petición del amado a Lisi para que sea más condescendiente y menos desdeñosa con él (vv. 1-16).

(16) Últimas palabras de Raquel contra Rubén, su asesino, y de amor por el rey.

(17) Lamentación del rey Alfonso VIII cuando encuentra muerta a su amada Raquel.

 

JUAN MELÉNDEZ VALDÉS

(Ribera del Fresno, Badajoz, 1754 – Montpellier, Francia, 1817)

En 1757, se traslada con su familia a Almendralejo. A partir de 1772, estudia Leyes en la universidad de Salamanca, donde llega a ser catedrático de Humanidades. Allí contacta con Juan Pablo Forner y José Cadalso, escritores neoclásicos con los que forma la escuela salmantina, y comienza una relación epistolar con Jovellanos. Consigue el Premio de la Real Academia Española de la Lengua con su poema “Batilo (18), égloga en alabanza de la vida del campo”. Posteriormente ejerce de magistrado en Zaragoza, Valladolid y Madrid.valdes1

Fuera de su actividad profesional, colabora con los proyectos educativos y reformistas de las Sociedades Económicas de Amigos del País del lugar en que se encuentra y con escritos, donde difunde las ideas sociales y filosóficas de la Ilustración.

En 1810, es nombrado académico de la Real Academia Española de la Lengua. Gran conocedor del pensamiento ilustrado y admirador de sus ideas progresistas, durante la Guerra de la Independencia fue partidario de José Bonaparte, que lo nombró Ministro de Instrucción Pública. Esta fue la causa de que, al terminar el conflicto, tuviera que exiliarse en Francia por afrancesado.

Es considerado un gran intelectual, el poeta de mayor calidad del siglo XVIII y el primer lírico moderno. Su temática se centra en el amor, el bucolismo, los sentimientos, la sensualidad, la moral y la filosofía. Influido por el estilo rococó, que estuvo de moda a partir de 1760, comenzó componiendo poemas anacreónticos, donde trata sobre los amores juveniles, la frivolidad y los placeres en medio de una naturaleza bucólica.

Su forma de expresión más frecuente es la oda, poema al que le imprime un carácter elegante y aristocrático. Las amadas adoptan variados nombres (Dorila, Belisa o Galatea) y los poemas se agrupan en torno a títulos como “La paloma de Filis”, “Odas a Lisi”, “Galatea o la ilusión del canto” o “Los besos de amor”.

Después de que Jovellanos en 1776 llamara la atención a los componentes de la escuela salmantina por la intrascendencia de su poesía, Meléndez Valdés se interesa por enriquecer su poesía con reflexiones morales y la adapta a la influencia clásica. En esta etapa destacan las églogas “Aminta” y “El zagal del Tormes”, donde unos pastores exponen sus vivencias amorosas en un ambiente característico de la poesía neoclásica.

Por último, escribió poesía ilustrada con la finalidad de formar a los lectores, cambiar su mentalidad y ayudarlos a conseguir el progreso y la felicidad. Esta es la razón de que verse sobre la educación, la igualdad, la agricultura, la ciencia, el arte, las letras y la crítica contra el fanatismo religioso y los vicios sociales. Destacan en este tipo de poesía elegías morales como la titulada “De las miserias humanas” sobre los vicios y defectos del hombre y epístolas críticas como “La mendiguez” sobre la pobreza.

valdes2Realizó cuatro ediciones de su Poesías (1785, 1797, 1811, 1815), donde abundan los romances (“La lluvia y la tarde”), las letrillas (“A unos lindos ojos”), los sonetos (“La fuga inútil”), las endechas (“En ausencia de mis amigos”), los idilios (poemas cortos y festivos, “La corderita”) y las silvas (“Sobre mi amor”). Además escribió un drama pastoril, que obtuvo un premio nacional, titulado Las bodas de Camacho el rico con ocasión del nacimiento de los infantes gemelos, hijos del futuro Carlos IV.

Juan Meléndez Valdés fue uno de los impulsores de reformas necesarias para un país, que había estado a punto de ser repartido en la Guerra de Sucesión, junto a otros intelectuales como Jovellanos, que lo ayudaron a salir de su postración desde la Judicatura, la Universidad, la Literatura o las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País.

Durante el siglo ilustrado, hubo un deseo general de alentar todo tipo de reformas, especialmente económicas y educativas para cimentar los pilares sobre los que construir una nueva nación. Así se reformó la Administración del Estado y la Hacienda Pública, se dictaron leyes para incentivar y proteger la actividad comercial, se realizaron obras urbanísticas y de infraestructuras, que mejoraron la red de carreteras, y se renovó la Enseñanza, comenzando por los planes de estudio. 

DE MIS CANTARES (19)

Dícenme las zagalas
«¿Cómo, siendo tan niño
tanto, Batilo, cantas
de amores y de vino?»
Yo voy a responderles,
mas luego de improviso
me vienen nuevos versos
de Baco y de Cupido,
porque las dos deidades, 
sin poder resistirlo,
el pecho, todo, todo, 
me tienen poseído.

 

A LAS ZAGALAS (20)

   Decidme, zagalejas,
si visteis a mi amada
bajar con sus corderas
por esta verde falda.
   Decidme si la visteis,
cuando al rayar del alba
la luz los valles dora,
salir de su cabaña.
   ¡Ay!, ¿dónde se me esconde?
Decídmelo, zagalas,
miradme cómo vengo
cansado de buscarla.

 

EL LUNARCITO (21)

La noche y el día,
¿qué tienen de igual?

¿De dónde, donosa,
el lindo lunar 
que sobre tu seno
se vino a posar? 
¿Cómo, di, la nieve 
lleva mancha tal? 

La noche y el día, 
¿qué tienen de igual?

 

LOS ARADORES  (22)

¡Oh! ¡qué bien ante mis ojos
por la ladera pendiente,
sobre la esteva encorvados,
los aradores parecen!

¡Cómo la luciente reja
se imprime profundamente,
cuando en prolongados surcos
el tendido campo hienden!

Con lentitud fatigosa
los animales pacientes,
la dura cerviz alzada,
tiran del arado fuerte.

Anímalos con su grito,
y con su aguijón los hiere
el rudo gañán, que en medio
su fatiga canta alegre.

La letra y pausado tono
con las medidas convienen
del cansado lento paso
que asientan los tardos bueyes.

Ellos las anchas narices
abren a su aliento ardiente,
que por la frente rugosa
el hielo en aljófar vuelve;

y el gañán aguija y canta,
y el sol que alzándose viene
con sus vivíficos rayos
le calienta y esclarece.

 

LA FUGA INÚTIL  (23)

Tímido corzo, de cruel acero
el regalado pecho traspasado,
ya el seno de la hierba emponzoñado,
por demás huye del veloz montero.
     

En vano busca el agua y el ligero
cuerpo revuelve hacia el doliente lado;
cayó y se agita, y lanza congojado
la vida en un bramido lastimero.

Así la flecha al corazón clavada,
huyo en vano la muerte, revolviendo
el ánima a mil partes dolorida;

crece el veneno, y de la sangre helada
se va el herido corazón cubriendo,
y el fin se llega de mi triste vida. 

 

EL DESPECHO  (24)

Los ojos tristes, de llorar cansados, 
alzando al cielo, su clemencia imploro;
mas vuelven luego al encendido lloro, 
que el grave peso no los sufre alzados. 

Mil dolorosos ayes desdeñados
son, ¡ay!, tras esto de la luz que adoro; 
y ni me alivia el día, ni mejoro
con la callada noche mis cuidados. 

Huyo a la soledad, y va conmigo 
oculto el mal, y nada me recrea;
en la ciudad en lágrimas me anego; 

aborrezco mi ser y, aunque maldigo 
la vida, temo que la muerte aun sea 
remedio débil para tanto fuego.

 

NOTAS

(18) Seudónimo del poeta.

(19) Exaltación de los placeres mundanos materializados en el amor y el vino.

(20) Angustia del enamorado que no encuentra a su amada.

(21) Juego sensual centrado en un lunar de la amada, que contrasta en su pecho con el blanco de la piel.

(22) Alabanza del trabajo en el campo (vv. 1-28). Meléndez Valdés, en el prólogo de sus Poesías dedicadas a Manuel Godoy, le dice: “Composiciones de este tipo las oyó el Guadiana, y han resonado por sus fértiles y extendidas dehesas”.

(23) Descripción del estado emocional de un enamorado, que se siente morir como el corzo herido mortalmente por el cazador.

(24) Lamentación hiperbólica donde un enamorado cuenta el enorme pesar sentido ante el rechazo de su amada.

 

JUAN PABLO FORNER

(Mérida, Badajoz, 1756 – Madrid, 1797)

El nacimiento en Mérida de Juan Pablo Forner y Piquer se debió a la afición de su padre por el estudio de los restos arqueológicos de Augusta Emerita, fin para el que, como médico, pidió traslado a la ciudad. Él hizo las primeras excavaciones realizadas en Mérida y, en lo que hoy es el Parador de Turismo, creó un Jardín de Antigüedades, que es el precedente del actual Museo Nacional de Arte Romano de Mérida.forner1

Juan Pablo estudió Humanidades y Leyes en Salamanca, ciudad donde conoce a José Cadalso y Juan Meléndez Valdés con los que forma la escuela salmantina. Se traslada a Madrid donde se dedica a la jurisprudencia, la escritura y la polémica con intelectuales como Tomás de Iriarte y Vicente García de la Huerta. En 1790 es nombrado Fiscal del Crimen de la Real Audiencia de Sevilla y, posteriormente, Fiscal del Consejo de Castilla.

Escribió obras de teatro como la titulada La escuela de la amistad o El filósofo enamorado, una comedia de buenas costumbres; obras eruditas (Discurso imparcial y verdadero sobre el estado actual del teatro español); composiciones doctrinales (Exequias de la lengua castellana y Discurso sobre el modo de escribir y mejorar la historia de España) y textos de polémica (Oración apologética por la España y su mérito literario), que crearon un gran revuelo y el Gobierno le prohibió publicar otros sin un permiso especial.

También tiene escritos que representan el espíritu crítico neoclásico, donde denuncia el escaso rigor de los ilustrados franceses, y traducciones de escritores clásicos como las Odas de Horacio, con las que deseaba contrarrestar su agitada vida de escritor ilustrado.

forner2Es autor, además, de poemas laudatorios (a Carlos IV, a Godoy), amorosos (“A Lisi tocando el arpa”), sonetos morales (“Pequeñez de las grandezas humanas”), sátiras (“Sátira contra los vicios introducidos en la poesía castellana”, “Sátira contra los vicios de la Corte”) y composiciones filosóficas (“Discursos filosóficos sobre el hombre”). Estas composiciones no siempre aparecen firmadas con su nombre, pues suele utilizar varios seudónimos como Aminta, Filena, Floro o Silvia.

Su poesía es típicamente neoclásica, unas veces resulta un producto de la erudición o de la crítica ilustrada, otras es equilibrada y cercana cuando habla del amor, contiene reflexiones morales o filosofa sobre hondas consideraciones humanas. Su estilo es propio de un poeta ilustrado: lenguaje razonado, directo y práctico, aunque se convierte en cálido y próximo cuando el tema tratado así lo requiere.

No obstante, se inflama ante las injusticias, la intolerancia, los vicios, las malas costumbres y los ataques contra el progreso y el bien común. Le gusta exaltarse ante el brillo de ciertos personajes de su tiempo y lanza críticas furibundas contra la falsa apariencia, la hipocresía y todo lo que fuera perjudicial para España y su gente. 

Su variedad temática lo lleva a utilizar numerosas formas de expresión poéticas como letrillas, octavas, décimas, romances, epigramas, sonetos, odas, silvas, epístolas y sátiras, en cuya diversidad se encuentra cómodo, consigue ser ingenioso, muestra buen gusto, usa un español selecto y expone pensamientos muy razonados.   

PEQUEÑEZ DE LAS GRANDEZAS HUMANAS (25)

Salgo del Betis a la ondosa orilla
cuando traslada el sol su nácar puro
al polo opuesto, y en el cielo oscuro
la luna ya majestüosa brilla.

Entre la opaca luz su honor humilla
la soberbia ciudad y el roto muro
que, al rigor de los siglos mal seguro,
reliquia funeral ciñe a Sevilla.

Pierde en las sombras su grandeza ufana
la altiva población, y sus destrozos
lúgubres se divisan y espantables.

Fía, Licino, en la grandeza humana;
contémplala en la noche de sus gozos,
y los verás medrosos, miserables.

 

EL SERVICIO INÚTIL  (26)

Ya silva el viento en la nevada cumbre
y al soplo impetuoso la cabaña
vacila el zagal, que en frágil caña
con paja entretejió flaca techumbre.

Y Bato el mayoral sin pesadumbre
aunque su grey del aquilón la saña
siente y perece, con paciencia extraña
huelga al calor de regalada lumbre.

El mísero zagal humedecido
de helada nieve, por salvar se afana
la grey no suya en el pelado ejido.

Zagal, reposa, tu fatiga es vana:
su hacienda el mayoral tiene en olvido
y ni a acordarse de tu afán se humana.

 

DEFINICIÓN DE UN PETIMETRE  (27)

Yo visto, ya ve usted, perfectamente;
mis medias son sutiles y estiradas;
las hebillas, preciosas y envidiadas;
los calzones estrechos sumamente.

Charretera a la corva cabalmente;
mis muestras, de Cabrier (28), muy apreciadas,
mis sortijas, en miles valuadas;
sombrero de tres altos prepotente.

Sé un poco de francés y de italiano;
pienso bien, me produzco a maravilla;
soy marcial, a las damas muy atento:

¿Tengo, Señor, razón de estar contento?
¿Qué me falta? … No más que una cosilla:
temor de Dios y algún entendimiento.

 

EPITAFIO  (29)

Aquí yace Jazmín, gozque (30) mezquino,
que sólo al mundo vino
para abrigarse en la caliente falda
de madama Crisalda,
tomar chocolatito,
bizcochos y confites,
el pobre animalito,
desazonar visitas y convites,
alzando la patita
para orinar las capas y las medias
con audacia maldita,
ladrar rabiosamente
al yente y al viniente,
ir en coche a paseos y comedias
y ser martirio eterno de criados,
por él o despedidos o injuriados
con furor infernal y grito horrendo.

Si inútil fue y aborrecible bicho,
y petulante y puerco y disoluto,
culpas no fueron suyas, era bruto;
educole el capricho
de delicia soez con estupendo
horror de la razón; naturaleza
no le enseñó tan bárbara impureza.
Los que en la tierra al Hacedor retratan,
sus hechuras divinas desbaratan,
corrompen y adulteran.
Los vicios de Jazmín, de su ama eran.

 

A UN DEVOTO  (31)

Tanto rezar Sulpicio,
¿es por ventura devoción o vicio?
Tú, necio, murmurando
estás la ajena devoción turbando
noche, tarde y mañana:
en tanto dicen que tu esposa gana
en tu tienda el sustento,
que tú a Dios alabando
devoras muy contento,
si no trabajas por vivir rezando
reza cuanto quisieres
mas, santo, juro a Dios que no lo eres.

 

VIUDA APARENTE  (32)

Murió Fermín, y su esposa
tan presto a Simón se unió,
que se duda si enviudó.
¡Tanto adoró al que reposa!

Tan acelerada unión
bien da a entender, a fe mía,
que cuando Fermín vivía,
ya era marido Simón.

 

COPLERO IMITADOR  (33)

Que a Horacio y Anacreón
imita porque odas hace,
pregonando se deshace
en las gacetas Cleón.

No es por cierto desatino,
que al fin, aunque no pareja,
puede por tener oreja,
llamarse Horacio un pollino.

 

DE QUE TE HA NACIDO UN HIJO  (34)

De que te ha nacido un hijo
me pides la enhorabuena
Cornelio, con tus amigos
ya desempeñé esa deuda.

 

NOTAS

(25) Reflexión sobre la vanidad de las cosas terrenas que, ayer grandiosas, hoy no son nada.

(26) Preocupación por un joven pastor, cuyo amo no se interesa por él ni siquiera en una noche de temporal.

(27) Sátira contra este prototipo masculino de la época, caracterizado por la apariencia y la banalidad.

(28) “muestras de Cabrier” significa “modelos de Cabrier”, famoso modisto de la época.

(29) Crítica contra la dueña de un perro molesto por maleducarlo y permitirle un comportamiento contrario a la razón.

(30) “Perro pequeño conocido también como perrillo labrador”.

(31) Sátira contra un beato, que oculta con rezos su holgazanería.

(32) Sátira contra una mujer adúltera.

(33) Sátira contra un poeta mediocre.

(34) Sátira contra un cornudo. 

 

IMÁGENES

INTRODUCCIÓN: Portadilla de la Enciclopedia francesa (página de la derecha) y de Diderot, uno de sus autores (página de la izquierda) (1ª). Grabado del sitio de Alburquerque (Badajoz) por las tropas portuguesas en 1705 (2ª). FRANCISCO GREGORIO DE SALAS: Francisco Gregorio de Salas (1ª). Portada de su Observatorio rústico (2ª). VICENTE GARCIA DE LA HUERTA: Vicente García de la Huerta (1ª). Fachada del Palacio de los Duques de Feria en Zafra, hoy Parador Nacional de Turismo (2ª). JUAN MELÉNDEZ VALDÉS: Juan Meléndez Valdés (1ª). Palacio de los Vargas-Zúñigas en Ribera del Fresno (2ª). JUAN PABLO FORNER: Juan Pablo Forner (1ª). Portada de su Obras (2ª).

 

VÍDEO POESÍA NEOCLÁSICA (de Extremadura, un bello poema)

 

 

Fotografía cabecera: Detalle de mapa de 1570 de Extremadura