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Trinidad Ródenas Alcón

PRESENTACIÓN

Nací en Badajoz, un mes de junio del año 55. A la edad de nueve años inicié mi contacto con la poesía. Mi madrina, poseedora de una gran biblioteca, me invitaba a leerle poemas de Chamizo y Gabriel y Galán, alegando su imposibilidad por su edad y sus problemas de visión. Y así comenzó mi vocación por esos “renglones cortos”, como diría mi amigo y admirado Julio Cienfuegos, leyendo en castúo y adentrándome en un mundo que, posteriormente, se convertiría en una razón de vivir y en una actitud ante la vida.trinidad 1

Estudié Magisterio y, en ese tiempo, ya pude ver publicados mis poemas en Alminar y Seis y Siete, suplementos ambos del periódico Hoy donde, años después, continué colaborando como articulista.

Para mí, el ejercicio de la escritura poética, es un reto constante. Trato de encontrar mi propio espacio, alejado de modas, modismos y tendencias, pero respetando aquello que es consustancial al verso (ritmo, simbología, etc).

En cuanto a la temática, la caducidad, la fugacidad del tiempo, el sentido de la existencia (con todos sus interrogantes), la búsqueda de aquello que dé sentido a nuestra vida, caracterizan mi poética actualmente.

Y ese territorio personal donde pretendo ubicarme, no está cerrado a las lecturas de poetas que tanto me han enriquecido, aunque yo siempre defiendo que no tengo poetas, tengo poemas que me han marcado y permanecerán en mi memoria siempre.

Encontrar los recovecos, el lado oculto de la palabra y extraer de ella todas las posibilidades que me permitan expresar lo inexpresable, es un desafío. Ante él, el sentimiento impera. Conseguir que la palabra dé cabida al mismo, me exige mucha dedicación. Aún no lo he conseguido.

ETAPAS DE MI TRAYECTORIA POÉTICA

La primera, materializada en los poemarios Bajo la piel del agua y Horas caídas. Poesía amatoria, con un acentuado intimismo, donde hablo en primera persona.trinidad 2

La segunda, donde ya existe un cambio de temática. Voy saliendo de mí y concedo relevancia a otras personas. El amante pierde protagonismo.

Actualmente me encuentro en un proceso de búsqueda. Creo personajes ajenos a mí (Sigdhá, El hombre solo, Poemas de la huida), inéditos aún, que alternan con una poesía de la experiencia muy personal, donde me encuentro más a gusto.

Importante reseñar que el paso de un lirismo, característico en mí, a un pragmatismo actual, ha sido evidente. Modificación en rimas, métrica, ritmo, etc.

Finalmente, soy defensora del poemario donde exista un hilo conductor, una estructura, una historia donde cada poema ha de ocupar su lugar y no otro. Agrupar un montón de poemas inconexos que conformen un libro, no me ha convencido nunca. Continúo siendo fiel a este principio.

POEMARIOS

MAR DE FONDOS

Es una colección de poemas de variada temática, teniendo como hilo conductor el mar. Guarda el encanto, la ilusión y la ingenuidad del primer libro de poemas.

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MAR DE HUIDAS

El mar tiene comienzos
donde la arena oculta su palidez huidiza
y se abre en lontananza
transparente.

El mar tiene principios
con música de címbalos y un canto de violines
que anuncian la mañana.
Su danza inacabada se pierde al horizonte
para buscar la luz
y un minuto de cielo entre sus aguas.

A lo lejos,
se oye un rumor de fondos
anunciando el poniente plomizo de la tarde.

El mar tiene comienzos.
No se vislumbra el fin desde la orilla…

 

BAJO LA PIEL DEL AGUA

Es un canto al amor. Este se materializa a lo largo del poemario. Consta de tres partes: pérdida, búsqueda y encuentro de dicho amor, pero un encuentro fugaz, efímero, porque nada perdura en nuestra existencia.

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Tengo el amor callando.

Tanto andar los caminos con las alas tendidas,
tanta luz, tanto buscar los huecos del abrazo,
tantas noches vacías de tantas despedidas,
tanto avanzar hacia el adiós más próximo
que tanto amor
quiso vivir callando.
Habitó como náufrago su isla de silencios
y perdura en la sombra,
bajo la piel del agua.

Callado amor:
Mi cuerpo es una barca que resiste
los caprichos del agua.
Desnudo va mi corazón arriba,
desnuda va mi carne. Y este fiero deseo
que golpea tu puerta,
y te busca las manos,
y te lame los ojos,
y te adentra en la alcoba de los sueños perdidos
para que nunca mueras, amor,
para que nunca mueras. 

LA VOZ OSCURA

Es un canto a la inspiración poética. Esa voz que, en mi caso, escucho -o me esfuerzo en escuchar- cada tarde. Esa voz que permanecerá aunque yo me haya ido.trinidad 6

Duermen los versos en el cajón vacío.
De ayer,
la vida que fecundó el poema,
vuelve sus páginas:
palabras sobre papel mojado,
letras cantadas por el aire más alto,
versos tan solo.

Amarillece el surco de la mano
y la luz de los ojos.
Solo el polvo acaricia las cadencias
del poema olvidado […].

Pero me iré algún día despacio, sin tropiezos,
y quedarán las cosas que tanto amé y perdí.
La voz, oscura y libre, habitará otra tarde
y en las baldas del tiempo pervivirá mi canto.

La voz oscura tiene el formato de plaquetes.

SALVA LA NOCHE

Da titulo a un único poema publicado en el boletín de la RAEX. Nació como respuesta a la pregunta de una niña, mi sobrina, ¿qué es vivir?trinidad 7

Preguntas qué es vivir…
Y en tu púber mejilla
aún se respira el hálito de la madre
acunando
los primeros sollozos,
las primeras sonrisas.
En ti, niña, la vida
alborece sin miedos modelando tersuras,
esculpiendo las formas de la tierra y el agua,
sembradora de espigas.

[…]

Aprende del camino la estrella que te guía, 
porque la noche salva
como fanal que orienta tu navío
y esquife que te lleva a puertos de esperanza.
Aprende que la vida
es el rastro que dejas,
la piedra que esquivas en medio del camino,
el paraíso a veces,
el lodazal que anega.
Mira atrás
con la memoria justa que impone el sentimiento.
Nunca digas adiós
si no desangras otro adiós en tu pecho,
entonces,
no demores la hora de partida,
avanza hacia tus nortes y olvida
si es preciso.

[…]

 

Róbale al tiempo
un momento de árbol, de sombras, de paisajes,
de luz, de atardeceres,
de músicas y ríos.
Pon alas al instante
y vuela tus presentes como pájaro eterno.
Ámate a ti misma.
Que el universo pueda sembrarse en tus llanuras.
Ama siempre y camina
desde tu amor
al mundo.

 

HORAS CAÍDAS

Se adentra en la fugacidad del tiempo, de la existencia. Primavera, verano y otoño se corresponden con el inicio, la madurez y el declive del amor, pero siempre nos asiste la esperanza. Culminará el invierno en otra nueva primavera, en un nuevo comienzo, en una nueva razón de existir a la que nos podamos aferrar.trinidad 8

Ser tiempo…
Oír las hojas muertas del otoño
caer sobre el asfalto. Sentir la lluvia
golpear sobre piedra, arañar el silencio
que la tarde va tejiendo despacio.

Ser tiempo…
Y ahuecar estas manos repletas de vacíos.
Estas manos
que palparon el tedio de las horas caídas,
que anidaron palomas
y aventaron el vuelo del olvido,
que aprendieron a deshojar otoños.

Ser tiempo…
Y pasar sobre las hojas secas.
Existir
como árbol que entrega su raíz a la tierra,
como árbol impuro, mancillado de vientos,
como árbol que aguarda estaciones azules
y habita la soledad callada y convivida.
Existir
como árbol que medra.

Ser tiempo…
Y sabernos desnudos
en esa hora gris de la mirada.
Descarnados de luz, desnudos,
errantes entre las sombras
hacia la noche cierta.

A ORILLAS DE OTRA LUZ

Es una autobiografía dedicada a mi madre. Pinceladas de mi niñez y adolescencia y, sobre todo, la pervivencia de esa niña que fui. Ella sigue existiendo dentro de mí. Si todos conserváramos ese niño, la capacidad de asombro, el mundo, posiblemente, sería mejor, más auténtico.trinidad 9

Entre visillos blancos
la ciudad despertaba con un canto de pájaros.
Rayos de luz vencían a toda oscuridad.
Aquella luz temprana pincelaba
mis primeros paisajes: un parque con columpios
y árboles gigantes, morada de los duendes.
Mi reino,
bajo un cielo compartido
en tardes de merienda
y mañanas de fiesta.

Entre visillos
la alcoba era un cofre de sorpresas.
El hada madrugaba cada día
para jugar conmigo al escondite.
La magia de ser niña,
como un secreto a voces se ocultaba
detrás de los cristales,
entre visillos blancos
y ventanas al mundo.

[…]

La niña en mí fue niña… hoy no quiere crecer.

Ha conocido tanto, tanto aprendió la niña
de esa historia incompleta que es la vida, que así,
las páginas en blanco pasaron sin memoria
para que plumas nunca puedan verter su tinta
y profanar la albura de un tiempo no vivido,
tal vez imaginado, inventado a capricho.

Niña de mí, tan mía, hoy no quieres crecer,
quieres seguir creyendo en un mundo distinto,
sin miedos, sin miserias, sin dolor y sin muerte.
Un mundo donde el hombre lleve ese niño siempre
de la mano del alma, para que nunca muera.
Hoy no quiere crecer, has conocido tanto
que tu piel borda surcos y hay resaca en tu aliento.
Por tu espalda resbalan las nieves y la escarcha
de inviernos inclementes. Pero sigues en mí,
nunca te fuiste, y quiero fundirme en tu pureza
como ayer, como siempre, que aprendamos a un tiempo
y escribamos las páginas de la vida que resta.
Caminemos despacio a un mundo donde haya
lugar para el asombro, y que su luz nos guíe.

 

Nota.-Trinidad Ródenas Alcón es creadora y autora de un blog titulado «El canto del sonámbulo».

Trinidad Ródenas Alcón

 

Fotografía cabecera: Muralla Badajoz