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Canciúnculas

CANCIÚNCULAS [1]

TRES INSTANTES

Primer instante

AMOR [2]

Con una guitarra atada al cuello

por esas calles de Dios.

¿dónde[3] vas?

-No lo sé, soy ciego

y he perdido el corazón.

Segundo instante

DOLOR [4]

Pintor:

píntame el pensamiento

de este crítico momento

de dolor,

y hazlo eterno.

Tercer instante

OLVIDO [5]

¿Qué me separa de ti?

¿El odio? … ¿El amor? … ¿La verdad?

Me separa de ti, (escúchalo bien)

la amargura del abismo del mar.

NOVIA

Te dejaré cuatro versos

colgados de aquel farol,

para que te cuente el tiempo

como un reloj.

Te tocaré un fandanguillo

con las rejas del balcón.

«La guitarra tiene un hoyo

dentro del hoyo mi amor».

Cuando tú estés desnuda

sin compasión.

Te llevaré al campo

con el balcón.

¡Campo mira qué guitarra

tengo, para rezar[6] mi canción!

«La guitarra tiene un hoyo

dentro del hoyo mi amor».

¿RECUERDAS?

Recuerdas cuando

pasaba silbando

que tú salías como eres

y te supliqué llorando:

¿Me quieres?

Recuerdas cuando

pasaba cantando

que una noche fuiste mía

y me decías llorando:

¿Me quieres?

Recuerdas di, de aquel día

que yo pasaba muy triste

y me dijiste:

¿Qué tienes?

Llorando entonces los dos

me preguntaste:

¿Me quieres?

Y te contesté que no.

LUNA LLENA

Enamorados, salid

que esta noche hay luna llena.

Enamorados, contad con la luna

las puntas de las estrellas.

Enamorados, salid

que la luna hace fuerzas

para parir.

ESPERÉ

I

Esperé y llegó el día,

porque toda espera llega.

Te quise como ninguno

es posible que te quiera.

Solo para ti una tarde,

¡una tarde toda entera!

II

Te fuiste luego llorando

por el camino del huerto;

pues tú saliste perdiendo[7]

que yo me quedé cantando.

ENTRE LAS ZARZAS

Se escondía entre las zarzas

y entre la arena.

Se escondía y de pinchos,

y de lágrimas y de penas

me llenaba.

Se escondía y no la encontraba,

y no la encontraba.

Se escurría entre mis manos,

se me escapaba,

dejando arroyo de risa clara

perfume de clavel

y luz de alba.

Cuando me la encontré

era cieno y la dejé.

CRIMEN

Serena como mi luna

era aquella noche larga.

Serena como mi crimen

de las cuatro puñaladas,

dadas como cuatro besos

dentro de toda su alma.

Eran cuatro puñaladas

que dieron las cuatro torres

con sus veletas de plata,

clavadas en todo el cielo,

para sacar cuatro estrellas

de la oscuridad amarga.[8]

Eran cuatro cirios muertos,

cuatro ojos sin luz clara.

Eran cuatro penas grandes

por las cuatro puñaladas.

Cuatro, sólo cuatro besos secos,

como el día que no tuviese mañana.

Y, sólo tuvo la culpa

aquella noche tan larga.

CARMEN ROMERO [9]

Cantaré los caracoles

por ver si puedo convencerte.

¡Y olé!

Carmen Romero

te diré lo que te quiero

y hasta dónde puedo quererte.

Esta noche

cantaré los caracoles.

¡Y olé!

RÍO

La lengua grande del río,

de tanto lamer el cielo

le está quitando el color.

(Vía láctea tú eres

la mejor demostración).

¿Dónde va tu lengua viva

cantando a veces dolor

otras cantando alegrías?

Dime, río: ¿Dónde está tu corazón?

-Yo canto sin corazón

un día

me lo robó un pescador-.

PARA MI CONSOLACIÓN

I

Tengo una casa en el campo

con dos álamos por puerta,

que no dan sombra

porque la sombra me aterra,

toda la sombra es secreto

y a mí el secreto me pesa.

Córtame Dios mío la luz,

yo te daré mis tijeras,

que quiero hacer un tejado

con una luz que sea buena.

Tengo que arreglar la casa

para cuando venga ella.[10]

«El dolor se hizo placer

el placer se hizo dolor,

se fundieron en mi pecho

en forma de corazón».

Guardé doce campanadas

que en el bolsillo me suenan,

compraré toda la luna

y al álamo de la izquierda

se lo pondré de sombrero

para que ella lo vea.

«Canta chicharra canta,

que yo no diré mi queja.

¡Mi queja! ¡Ay!, qué dolor

dolor de la tarde aquella».

Tendré preparado un lecho

un lecho de flores frescas.

Subiré al álamo y contaré

una a una las estrellas.

Te veré venir gitana

llena de color, morena.

Los álamos se han dormido

los sapos no les despiertan.

Las luciérnagas parecen

cristales rotos sin mueca.

¡No te quites los zapatos!

gritaré cuando la vea.

«Anda ve y dile

a ése que silba en la puerta

que debe marcharse ya,

porque contigo está un hombre

que no le importa matar».

Dios mío, hazme un collar,

hazme un collar con estrellas,

yo te dejaré la aguja,

tú sólo me la enhebras.

¡Qué regalo voy a hacerle

cuando la tenga de cerca! [11]

II

……………………………………….

……………………………………….

III

Cansado estoy de esperar

y el que espera desespera.

Ni gitana, ni morena,

ni joven guapa, ni vieja,

acaba ya de llegar

para consolar mi pena.

Para mi consolación

pienso a veces que está muerta.

POETA TORERO

La mitad llena de luna,

la mitad llena de sol.

Así sería la plaza

en que torease yo.

La mitad llena de sueño,

la otra mitad despierta;

y tocando los platillos

la luna con las estrellas,

y el Sol con una guitarra

tocándose malagueñas.

Por mí mismo brindaría

la suerte que Dios me diera,

(y vaya suerte la mía …).[12]

La mitad llena de luna,

la mitad llena de sol.

Así sería la plaza

en que torease yo.

MEDIA ZURCIDA

Ayer y hoy [13]

¿Dónde vas media zurcida

presumiendo?

Si todos[14]

conocemos

los desvelos

de la mujer que te cuida.

Ayer sentado en el café

te he visto pasar mil veces,

me creí un general [15]

de peces.

Hoy sentado en mi balcón

te he visto pasar mil veces

y me has hartado de emoción,

porque como tú, media zurcida,

tengo de zurcidos yo

llena la vida.

CASTILLA EN SIESTA

Llanuras ……

Sequedad en mi garganta

y en la tierra.

El sonido de una sierra

en una madera dura.

El trigo seco,[16]

hace reverencia al Sol.

El viento

se queda quieto

en el lamento

de la siesta.

En el vaho, navega va que navega,

sin saber a ciencia cierta

adónde va,[17]

mi pena.

Un hormiguero

despide una lengüita de fuego,[18]

¿descenderá hoy del cielo

hecho Dios, Espíritu Santo?

(Un solo árbol[19], consuelo

de la gran pasión del campo).[20]

UNA TARDE DE MAYO ME SAQUÉ YO

DE PASEO (¡Que por algo fui hortera¡)

«Una  tarde  de  verano

me sacaron de paseo» [21]

Una tarde de mayo

me saqué yo de paseo

en mi pueblo,

presumiendo de pantaloncito blanco

y chaqueta azul de cielo,

(azul de cielo sin luna,

casi negro),

y me parezco a mí mismo marinero,

adquiero[22]

un contoneo especial

de mar,

un junco que llevo

se convierte en un remo[23]

que me hace navegar

por el paseo.

_____

Una flor en el hojal,

(un clavel),

hace que cambie yo el paso[24]

media pulgada

(¡si acaso

porque no se nota nada!).

El remo

se convierte en estoque,[25]

y de marinero

he pasado a ser

torero.

Me silbo[26]

al oído

un pasodoble

castizo …………………………..

(¡lo voy marcando tan bien

que hasta una bella mujer

se queda piropeando

mi garbo!).

_____

Diez notas de un triste tango

argentino,

se me ha colado en el sino

con su saborcillo

amargo,

el estoque por encanto

pasa a ser una guitarra,

y yo me convierto en gaucho.

Así voy dando

mil siete vueltas

en esta tarde de mayo

al paseo ………………….

………………………………..

………………………………..

Al regresar a mi casa

a una chiquilla le piso,

alza su cara y me dice

llorando «Perdóneme, señorito».

NOCHE COCIDA [27]

Un color de luna enferma

y cansada.

Un sonido

que se pierde en la calleja,

porque con él no va nada.

¡Suspiros!,

un corazón se deshoja

en suspiros.

……… ¿Vendrá? ……….

Ansiedad

de vida y muerte. ¡Es la historia!;

(noria de la eternidad).

Un torreón da respeto

de siglos a su misma sombra.

Un secreto que se asoma

tras el quicio de una puerta

deja abierta

una leyenda

de ………………………………

…………………………………..

Mi pensamiento

va madejando romances de amor,

el corazón

se duerme en sus sentimientos.

La soledad

en un rincón

hila que hila que hila

trocitos de mi canción;

hila que hila que hila

las fibras de mi dolor ….[28]

………………………………….

¡PERO!,

mira mira miiiiiaaaaaa

como se sube la cuesta

Facundo con su farol,

y el Señor con su lucero.

Al venir la madrugada

pierde las canas

la luna

y se queda como una

aceituna.

(Aceituna sevillana).

EL RELOJ DE MI ABUELO [29]

El reloj de mi abuelo

tiene la fiebre en el péndulo.

Tic, tac, tic, tac,

tic, tac, tic, tac.

……………………..

¡Ciento veinte pulsaciones!,

ni una menos ni una más.

Rrrrrrrrrrrrrasssssss.

Un quejido.

Dan, dan, dan.

Tres suspiros.

El péndulo, como una mano

con galones de oficial,

presume. Un, dos, tres, aro.

………………….. Triunfal.

Tic, tac, tic, tac,

tic, tac, tic, tac.

……… El oficial

tiene una pierna de palo.

Un, dos, tres, aro,

tic, tac, tic, tac.

…………………….

¡ciento veinte pulsaciones!,

ni una menos ni una más.

FIESTA

Mientras a la plaza iba

con sombrero

de ala ancha y reluciente

de nuevo,

el sol se dormía en mis botas

presumiendo.

Por ser fiesta me fajé [30]

un pasodoble torero.

Recostado en una esquina

con un cigarro en los dedos

para ver cuál de las mozas

se fijaba en mi sombrero.

(Y, todas pasaron de prisa).[31]

El sol se dormía en mis botas

quedándome frío por dentro.

ESPEJO

Cuando río,

ríes.

Cuando lloro,

lloras.

Cuando sufro,

no sufres.

Cuando pienso,

no piensas.

¡IDIOTA!

4

CUADROS CUBISTAS [32]

PRIMER CUADRO

Descarrilamiento

El ojo turbio de un puente.

Una rueda de la máquina

del tren. Un asiento de primera.

Unas gafas con dos lágrimas

y un libro.

Verde pintado con brocha,

azul y verde de un río,

por donde van siete peces

descoloridos.

SEGUNDO CUADRO

Suicidio

Líneas propias de mujer

y por pechos las pirámides de Egipto.

Unas manos enlazadas

en un rito

religioso.

Circunferencias concéntricas.

Un grito

en una boca de sátiro.

Un látigo

por una boca mordido.

¡Una vida que se escapa

tras el color amarillo!

Junto al sombrero de un cura,

la pistola de todos los suicidios.

TERCER CUADRO

Caos

Un metro medida exacta

de lo inexacto.

Un compás midiendo el humo

de un cigarro.

Un hombre pelado al cero,

la inmensa esfera del mundo

que un psicólogo admirado

estudia meditabundo.[33]

CUARTO CUADRO

Bronca

Una botella partida;

detrás una cara rota

de hombre, monstruo o mujer.

Un corazón gota a gota

ha ido llenando un vaso

de esencia de bergamota.

La mitad de una guitarra

suspira por dar la nota

última, el ¡ay! postrero del cante,

la eternidad de la hora.

Las cuerdas son nervios retorcidos

que a un segundo lo ahogan.

Un tricornio, un pañuelo,

una barba ya canosa,

una pierna de madera

y el ojo de una señora.

Un reloj que a voces dice

el momento de la bronca.

…………………………………..

y más olvidos, olvidos

de veinticuatro mil cosas.

VIAJES

VENTE

Agárrate de mi mano

iremos por el camino.

¡Agárrate de mi mano

iremos sobre el mar!

¡¡Agárrate de mi mano

iremos por el aire!!

¡¡¡Agárrate de mi mano

iremos sobre el río!!!

…….. -¿Dónde?- ……..

Donde la corriente quiera

llevarte conmigo.

CAMINANTE [34]

I

Caminante. ¿Dónde vas?

-Voy en busca del corazón del camino-.

El camino

nació blanco, nació muerto, nació frío.

Su corazón

está podrido.

II

Caminante. ¿Dónde vas?

-Voy cortando el espacio

con tijeras que formo

de luces de mis ojos.

Voy cortando el espacio

buscando el infinito-.

¡Espera, caminante,

y me marcharé contigo![35]

VIAJE DE PLATERO Y YO [36]

Y las peñas agrupándose

en rebaños.

Y los años

que se caen en la cuneta

del camino

floreciendo.

Las encinas y los olivos amasando

para hacer una gran torta de la tierra.

Un ciprés grita: ¡Adivina

adivinanza, ¿quién se llenará

la panza?!

Un cantar

se suspende en el clavo

de su mismo sentimiento …..

(Mi Platero va mascando

su dulce filosofía) [37]

rodando[38]

sobre el silencio

del campo ………….

……………………………

……………………………

Rodando

siempre rodando,

como el Sol,

la Luna

y yo.

VIAJE EN TREN

Una roca recortada

con navaja

para hacer de ella una casa.

Unos álamos y un río

que discuten, «de si es mío

o no»,

la Luna, el Aire y el Sol.

Un dolor monta en un cuervo,

y una esperanza en un mirlo.

La máquina da un silbido

agudo, estrecho y sombrío,[39]

en donde cabalga el frío.

Mil voces paran al tren,

un chirrido.

(¡La estación!).

«¡Bocadillo, bocadillos,

bocadillos de jamón!».

El tren se toma una copa, -se calienta-,

y sale de allí despacito,

despacito y regañando.

¡Ay, qué bueno está ese vino,

ay, qué rico!

Uno, dos, tres ….. muchos olivos

que están haciendo instrucción;

y el tren casi distraído

les va tocando el tambor.

…………………………………….

…………………………………….

En los hilos del telégrafo

escribe música Dios.[40]

VIAJE EN AVIÓN

El río

como un tornillo

se clava en su nacimiento.

El pensamiento

hecho niño,

va tocando la guitarra

en ese cartón rizado

de tierra recién labrada.

El camino,

(alfiler

de la corbata del pueblo),

presume de ser

platino

lleno de brillantes negros.

Los olivos,

los castaños

y los pinos,

son ejércitos de frailes capuchinos.

¡Una palmera,

otra,

otra

y otra …!

Giran que giran que giran

como molinos de vientos

del diablo

que en el centro

de la tierra

haga pan.

En una vuelta

de campana

te he visto otra vez

palmera,

parecías el ventilador

del cielo.

Mitad águila

mitad Dios,

me voy creyendo

cuando paso por

encima de los pueblos.

¡Sube avión,

sube más!,

que quiero ver

el mar

dentro de mi corazón.

……………………………….

……………………………….

Y baja después

avión.

Que quiero verle al mar [41]

el corazón.

Cuando hago la barrena,

el río como una aguja

se eleva

para coserme

en la tierra.

INCORPÓREAS

NOCHE DE CALENTURA [42]

Después de leer aquella noche

Las Galgas de Pedro Caba.[43]

¡Apaga la luz!,

que todo su color rojo

se ha metido en mis ojos.

……………. ¡Ay! …………….

¡Escaleras tan pendientes

y yo rodando por ellas!

………………………………….

¡Enciende!,

y mira a ver si tengo rotas las piernas.

La sombra de la pantalla

forma círculos que crecen

en el techo y estallan

en las paredes.

Ese clavo ha dado en piedra

y no entra más

a pesar

del martilleo constante de mis miradas.

¡Cómo se retuerce el clavo en la pared y en mi alma!

Otra vez las sombras pardas,

de un perro que llora,

(a un gato la cola

se le eriza sola),

y una vieja cabra

desriza la barba

y la alarga

por la estancia toda.

……………………………..

¡Apaga!

¿Quién me empuja por los hombros

para meterme en la tierra

y taparme con escombros?

……………………………………….

¡Que me ahogo!

¡¡Enciende!!

Mañana,

(¡ay! …… cuándo será mañana),

ponedme un velo

blanco,

-¡No!-

negro,

-¡No!-

rosa,

-¡No!-

azul,

-Eso es, azul como el cielo-.

¡DEJADME MORIR!

«Que callen

esos niños

que cantan

en la calle»

  1. Mejías [44]

Una congoja

absurdamente querida,

se ha enroscado en mi garganta.

Una congoja verde

de hierba recién llovida

en la noche.

Una congoja nítida

sin dolor en la cabeza

ni fiebre de anginas.

Una congoja que me trae

ansias de morir.

¡Mujeres

venid

con cirios a alumbrarme!

O no no, no vengáis

dejadme solo en mi muerte

gozar.

¡Que el ruido respete

la eternidad del momento mío!

¡Que el sonar del río

que llevo dentro

calle,

quiero suspenderme sin peso

en el aire!

¡Que yo no sea, que yo no exista,

que yo no oiga la carcajada de las cosas.

Que yo sea la nada toda!

«¡Que callen

esos niños

que cantan

en la calle!»

-¿Por qué no cantar?-

Pues que canten,

sí, que canten,

mejor será.

DUERME QUE VIENE EL HALCÓN.

NANA

«Tu sueño no tema al halcón

si el halcón volviera

yo te defendiera

con mi corazón».

  1. Caba y M. Carbajo [45]

Entran,

salen

y vuelven a entrar

abejas

en mi cerebro,

que me traen con un ritmo extensionado,

sonidos negros.

(Ausencia de mí mismo)

¡Y vuelven a entrar!,

para traerme libado

el seco sabor del mar.

¡Y vuelven a entrar!,

para traerme un zumbido

balbuciente ……………,

(es la nana del demente),

que me deja adormecido.

NOTAS

[1] Es un libro que recoge los poemas escritos por JDV de 1930 a 1935. Su título procede del ritmo de la cancioncilla que el poeta imprime a los poemas de la primera parte. Fue encuadernado artesanalmente con pastas duras de libro de contabilidad de la época. Su medida es de 25 X 20´5 cms., no lleva prólogo y los poemas fueron mecanografiados con tinta azul y adornados con dibujos por Leocadio Mejías, íntimo amigo de JDV. Las siete palabras del Señor y Pulsaciones tienen una presentación idéntica, por tanto JDV debió realizar esta triple labor cuando tomó conciencia de autoría sobre 1939. Canciúnculas se parece a Pulsaciones en que muchos de sus poemas presentan versos tachados y reelaboraciones del autor. JDV no tuvo interés en difundirlo por una crítica adversa que le dio Pedro Caba, pero no lo rechaza y de él selecciona poemas para incluirlos en Hojas húmedas y verdes y en El año cero, sus primeros libros editados. Canciúnculas estaba inédito hasta el momento de publicarlo en la presente edición.

[2] «Apunte XII» de Hojas húmedas y verdes.

[3] Esta palabra debía ser “¿adónde?”, porque el poeta pregunta por el lugar al que va la persona interrogada no por el medio en que se desplaza. Esto vuelve a suceder en otros poemas de este libro y en “Canciones de caminantes” de La muerte del momento.

[4] «Septiembre» en El año cero.

[5] RO: «¿Qué me separa de ti? / ¿El espacio? ….. ¿La distancia? …… ¿La edad? / Me separa de ti, (escúchalo bien), / me separa de ti, la verdad». RD: Evidentemente los versos definitivos tienen mayor calidad.

[6] RO: «decir». RD: Con el cambio, el poeta evita un término común y se decide por otro que hace más lírica la expresión.

[7] RO: «tú saliste perdiendo». RD: El poeta añade «pues» para hacer el verso octosílabo.

[8] RO: «de aquella noche tan larga». RD: Tiene mayor calidad, porque resulta más creativa y acorde con el estado espiritual del poeta.

[9] Este poema aparecerá más tarde como segunda parte del poema «Cante jondo» de El año cero.

[10] RO de este verso y el último de la cuarta estrofa: «para cuando venga» y «para que lo vea», respectivamente. RD: El poeta ha añadido «ella» en ambos versos con dos objetivos: uno para identificar a la mujer que espera y, otro, para hacer ambos versos octosílabos como el resto.

[11] La preposición “de” sobra, pero el poeta la necesita para que el verso sea octosílabo.

[12] RO de esta estrofa: «Yo brindaría / y tiraría la montera / a la gitana desnuda / que los toros presidiera». RD: El poeta evita la cacofonía «brindaría / tiraría» y la alusión al sexo, demasiado comprometida para la época.

[13] RO: Esta nota no aparece, fue añadida posteriormente como un subtítulo. En Inefable … esta nota se convertirá en una cita afirmativa («Hoy es ayer»), indicando la preocupación del poeta por el paso del tiempo.

[14] RO: «Si el que más o el que menos». RD: El verso ha sido sintetizado por el poeta para suprimir una frase tópica y suavizar la rima asonante de «menos-conocemos-desvelos» que se repetía en versos consecutivos.

[15] RO: «me creía un general en su desfile». RD: El poeta ha cambiado el tiempo verbal y ha suprimido «en su desfile», para conseguir una asociación más acorde con la ironía que quiere expresar con «general de peces».

[16] RO: «El trigo seco reseco». RD: «reseco» es suprimido para evitar la repetición de «seco» y la rima interior del verso «seco-reseco» que el poeta arregla de una forma fácil y, a la vez, evita la repetición conceptual que era innecesaria.

[17] RO: «adónde carajos va,». RD: «carajos» es suprimido para evitar una expresión poco lírica.

[18] RO: «despide como una lengua de fuego». RD: «como» no aparece y «lengua» es sustituido por «lenguita». Con la supresión el poeta convierte en más real lo que dice y, de paso, evita la comparación que no era necesaria, y con el diminutivo hace la expresión más cercana y cálida.

[19] Ésta es la primera vez que aparece en la poesía de JDV la imagen de «un árbol solo», símbolo que se va a convertir en centro de su obra poética.

[20] vv. 4 y 5 del «Apunte I» de Hojas húmedas y verdes.

[21] Esta cita de autor anónimo sirve de orientación al lector. El empleo de citas encabezando un poema será un recurso utilizado por JDV con la finalidad docente de orientar al lector sobre el contenido de los poemas donde aparecen.

[22] RO: «hasta adquiero». RD: La palabra «hasta» aparece tachada en este verso y en tres versos más abajo (que en la RO decía: «hasta un junco que llevo») para evitar la repetición y hacer la expresión más directa.

[23] RO: «se me convierte en un remo». RD: «me» es suprimido, porque en el verso siguiente hay otro y el eliminado era innecesario.

[24] RO: este verso eran dos: «me hace cambiar / el paso». RD: Con la reducción el poeta evita que acabe el verso en infinitivo y en aguda y con la introducción de «yo» inserta un requiebro que le imprime un tono más lírico.

[25] RO: «se me convierte en estoque». RD: «me» es suprimido por innecesario.

[26] RO: «Yo me silbo». RD: «Yo» es suprimido para hacer la expresión más fluida.

[27] Ed. Alcántara (Cáceres, nº 20, 1949), El año cero con el subtítulo «(Barrio de San Mateo de Cáceres)» y numerosas variantes,  ABC y Primera antología (1961).

[28] RO: «fibras de mi corazón ….». RD: La reelaboración indica más fielmente el estado anímico del poeta.

[29] Ed. El año cero con alguna variante.

[30] Esta palabra es utilizada en el sentido de “acometer, empezar a ejecutar”.

[31] RO: este verso iba acompañado de otro: «Todas pasaron de prisa / como quien va algún entierro». RD: El añadido de la conjunción «y» y la eliminación del segundo verso aumenta la sugerencia y añade misterio.

[32] Los cuatro poemas que contiene este apartado son experiencias vanguardistas del joven JDV, que escribió abundantes composiciones de este tipo porque estaban de moda. Pero, excepto estos poemas, el titulado «Arco de Santa Ana» de Pulsaciones y los textos vanguardistas transcritos en “Y otros poemas”, no se atrevió a difundirlos y los destruyó, según sus propias declaraciones. En el relato «Momento de vida» de El otro día de JDV, el protagonista es atropellado por un automóvil y siente unas sensaciones idénticas a las que describe el poeta en estos poemas cubistas (p. 93).

[33] RO: los tres últimos versos decían: «Una inmensa esfera del mundo / entre la navaja del barbero / y un álamo». RD: La reelaboración mejora los dos versos últimos (que eran una simple descripción sin valor lírico) dotándolos de trascendencia y sentido.

[34] RO, CME, APJDV, HSC: “I / Caminante ¿Dónde vas? / -Voy en busca del corazón del camino- / El camino, caminante, / nació blanco, nació muerto, nació frío. / El corazón del camino, caminante, / está podrido. // II / Caminante ¿Dónde vas? / -Andando siempre caminos …..- / Soy eterno peregrino / del arte de caminar. / Yo voy cortando el espacio, / con las tijeras que formo, / con las luces de mis ojos. / Yo voy cortando el espacio / en busca del infinito. / Caminante: / Yo me marcharé contigo”. RD: Es más sintética y, por tanto, producto de una elaboración posterior del poeta. En La muerte del momento, JDV incluirá el poema «Canciones de caminante», con algún momento parecido: «-Caminante ¿Dónde vas? / -Cortando espacio y canción / con tijeras de miradas” (vv. 5, 6 y 7).

[35] RO: «Caminante ¿Dónde vas? / -Voy cortando el espacio / con las tijeras que formo / de las luces de mis ojos. / Voy cortando el espacio / en busca del infinito-. / ¡Caminante; yo me marcharé contigo!». RD: Las reelaboraciones tienen el objetivo de conseguir una composición con versos de idéntica medida.

[36] RO: el poema comenzaba con estos tres versos: «Los capullos de las flores / conteniéndose el suspiro / que les hará florecer.». RD: Estos versos han sido eliminados, quizás porque el poeta quería iniciar el poema con un comienzo abrupto como el que se produce en los primeros versos de la versión transcrita.

[37] RO: estos versos no tenían paréntesis. RD: El uso de este signo gráfico se hará característico en JDV cuando desee indicar una reflexión simultánea al discurrir del poema como ocurre en este caso.

[38] RO: «Mi Platero va rodando». RD: La reducción de este verso y el hecho de que, en el original, una flecha escrita a pluma conecte la estrofa: «Un cantar / se suspende en el clavo / de su mismo sentimiento» con «rodando» y los versos siguientes indican que el poeta ha querido alargar y acentuar el «cantar», que se oye en el campo mientras camina junto a Platero.

[39] RO: este verso aparece reelaborado: «sombrío, agudo y estrecho», quizás para evitar la misma rima asonante en los tres versos. RD: El poeta se decide finalmente por dejar «sombrío» en último lugar posiblemente para conseguir el efecto onomatopéyico del silbido del tren.

[40] RO, estrofa final: «Una nube se me ofrece de algodón / porque ha visto, / que me azotan / y me cortan / pensamiento, / los palos y los hilos / del telégrafo». RD: El poeta, consciente del prosaísmo de estos versos, realiza una drástico esfuerzo de síntesis y consigue reducirlos a dos versos, que son más líricos y tienen una calidad que los sitúa entre los más logrados de su obra lírica. En su artículo «Carta a un poeta en Alemania» (Hoy, 27-4-66), reelabora estos versos de la siguiente manera: «Las golondrinas tiran saetas a media altura. […] Otras escriben música […] en los alambres”.

[41] RO: «Que quiero ver al mar». RD: El poeta añade «le» para hacer más cercano lo que dice.

[42] Red. El año cero con leves variantes en los vv. 18, 19 y finales.

[43] Novela editada en 1934 (premio Gabriel Miró 1935). Pedro Caba (Arroyo de la Luz -Cáceres-, 1900) fue doctor en Filosofía, ensayista de temas existenciales (Los sexos, el amor y la historia, 1947 y 1950, Algunos rasgos del hombre extremeño, 1968) y novelista (Las Galgas, 1935, Tierra y mujer o Lázara la profetisa, 1945). JDV lo conoció en la tertulia de la farmacia de su hermano Juan en Cáceres y, durante muchos años, se benefició del fructífero magisterio filosófico y poético que ejerció sobre él. El aprecio de JDV por Caba se manifiesta en varios momentos de su obra poética: Encabeza poemas con sus citas, le dedica poemas y libros, le encarga prólogos y destaca en artículos su personalidad filosófica («¿Qué es el hombre? de Pedro Caba», Hoy, 4-8-49, «Pedro Caba», Hoy, 14-7-77). El filósofo, en correspondencia, le dedicó artículos como los titulados «Los cuentos de un gran poeta», CME, APJDV, y «Un gran poeta», Hoy, 26-1-58.

[44] Esta cita son unas palabras pronunciadas por Leocadio Mejías que, años después, le recordó a JDV en una carta (Madrid, 19-1-53, APJDV). Mejías (Cáceres, 1911) fue el primer amigo de JDV en Cáceres y les unió una fraternal amistad. Años más tarde se fue a Madrid, donde alcanzó fama como guionista de cine y autor teatral. También escribió novelas (Santa Lila de la Luna Lola, 1935, en colaboración con Pedro de Lorenzo, Aventurero urbano, 1947), un libro de poemas (La ilusión), una comedia (Sr. Clown, 1942) y una biografía (Ramper, una vida para la risa y el dolor, 1957).

[45] De nuevo JDV, para escribir un poema, recurre a la técnica de basarse en una cita de personas próximas; en este caso, de dos amigos: Pedro Caba y M. Carbajo, un médico con el que también mantuvo una cercana relación.

Fotografía cabecera: Teatro romano de Mérida