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Poemas de circunstancias

 

POEMAS DE CIRCUNSTANCIAS

 

 

CANCIONES

 

RAMOS EN HONOR DE LA VIRGEN DEL PUERTO [1]

 

PRIMER RAMO

 

1º Hoy tus hijos te saludan

Virgen María del Puerto,

Con el amor más profundo,

Con el cariño más tierno.

 

2º Invocamos Virgencita

Con el alma y el corazón,

Nos prestes ayuda a todas

Para torcer el cordón.

 

3º Para Ti Virgen bendita

Todas juntas cantaremos,

Nuestras canciones mejores

Mientras el cordón torcemos.

 

4º En los cantares traemos

Azahares y jazmines,

Lirios, rosas y azucenas,

Pensamientos y alhelíes.

 

5º Como girasol gigante

Que va abriendo la mañana

Mientras las cintas de seda

Con nuestros ruegos se enlazan.

 

6º Envidia tiene la noche

Que se refugia en el día,

Envidia tiene la noche

De nuestra Virgen María.

 

7º La Virgencita del Puerto

Es oro, es luz y es plata,

Es dolor y amor fundido

De las mujeres de Gata.

 

8º Fueron ángeles de viento

Los que anunciaron el día,

De la Asunción a los Cielos

De nuestra Virgen María.

 

9º Es tu Ermita que despide

De las flores el olor,

Clavel caído del Cielo

De entre las manos de Dios.

 

10º El color del arco iris

Tiene envidia de estas cintas,

Que nosotras ofrecemos

A nuestra Virgen bendita.

 

11º Llevo en el alma a la Virgen

Y su Hijo el Redentor,

En un huequecito abierto

Dentro de mi corazón.

 

12º Entre cantarte alabanzas

Se ha terminado el cordón,

Con ellas iban las almas

Que a Ti te alaban, Señor.

 

 

SEGUNDO RAMO

 

1º Bajo tu mirar divino

Lleno de misericordia,

El cordón que antes hicimos

Destorceremos ahora.

 

2º Para guardarte la Ermita

Bajaron miles de Ángeles,

Se nubló el sol y creyeron

Que era venida la tarde.

 

3º Iba arrastrando la tarde

Por el sol que se caía,

El ala de un Ángel era

El último azul del día.

 

4º Un cáliz de hiel bebió

Nuestra Señora en el huerto,

Tuvo que beber dolor

La Virgencita del Puerto.

 

5º Llegó la noche a la Luna,

La escoltaban los luceros

Que como lágrimas eran,

Ante la Virgen del Puerto.

 

6º Que veamos los luceros

Por la fe siempre lucir,

Que sepamos buenos hijos

A esta Virgen acudir.

 

7º Llegó la noche y los rayos

Plateados por la Luna

Besaban al Niño Dios

Que se encontraba en la cuna.

 

8º Y otra noche de los rayos,

De la luna plateaban,

La cruz caída en el suelo

De sangre de Dios manchada.

 

9º Te pedimos por España,

Después por el mundo entero,

La paz justa y deseada

Y la bendición del Cielo.

 

10º Hermosa Virgen del Puerto

Te pedimos con amor,

Para el Buen Sacerdote

Le otorgues su bendición.

 

11º Te pedimos Virgencita

Con nuestro mayor fervor

Guíes al pueblo de Gata,

A la presencia de Dios.

 

12º Con nuestras gratas canciones

Formamos corona y ramo

Que muy gozosas y humildes

En tu altar depositamos.

 

CANCIONES [2]

 

I

 

Iba por la calle solo

(ni siquiera con él iba),

pasaba siempre, pasaba,

nunca a sí mismo volvía.

 

II

 

Quien coge hojas de esta higuera,

dicen, un hijo tendrá.

Ella besaba las hojas.

Su hijo no nacerá:

está dormido en su seno

y no puede despertar.

 

III

 

Casi mejor recordar

que la verdad del momento.

Porque vivir sentimientos

es un mirar hacia atrás.

 

IV

 

Morir es una verdad

que nadie nunca la sabe.

Si se supiese, quizás,

sobrasen reloj y llaves.

 

V

 

El secreto de los árboles

se guarda bajo la tierra

y entre las ramas del aire.[3]

¡Quién el secreto supiera

sería el Dios de su sangre! [4]

 

VI

 

Una mujer junto a un hombre.

Un niño junto a un anciano.

Mi oído junto a mi nombre.

 

VII

 

Sombra de asombro, conmigo:

si la desvelo, la muerte;

si no la desvelo, vivo.

 

VIII

 

Del dolor viene la pena;

de penas, melancolías.

De aquí me nacen a mí

todas las horas del día.

 

IX

 

Aquel camino tenía

cuatro senderos cruzándole.

¿Dónde perderme? ¿Por dónde?

¿Por dónde, Dios, encontrarme?

 

X

 

El que se muere de día

no se muere de verdad.

Hay que morirse de noche

para, después, despertar.

 

OTRAS CANCIONES [5]

 

I

 

Sólo el aliento le echaba,

la copa estaba muy limpia

y la copa se empañaba.

 

II

 

Agua turbia iba rodando,

piedra a piedra, la montaña,

cuando llegaba a mis manos

era agua limpia, agua clara.

 

III

 

¡Qué respeto me imponía!

¿Por qué al besarla en los dientes

su calavera reía?

 

A JOSÉ MARÍA: CHEMA [6]

 

Eres tú, José María

compañerito en las penas,

amigo en las alegrías:

como ayer, lo mismo, Chema,

hoy tu presencia nos guía.

(Estribillo)

Tu vida en la vida nuestra

para siempre se quedó,

es un regalo de Dios,

un milagro amigo Chema

de hermosísimo dolor.

De dulce melancolía

eres semilla extremeña.

Sabemos, José María,

que siempre nos encadenas

como a las noches el día.

(Estribillo)

Tu voz es la melodía

que llevamos, que nos llena

nuestra vida de poesía

en nosotros amas, sueñas,

cantas tú, José María.

 

MÉRIDA: ALBA DE EXTREMADURA [7]

 

La noche redonda gira

entre las sombras oscuras

buscando en el día un alma

luminosamente pura.

Nosotros también buscamos

el alba de Extremadura,

algo que está en nuestras manos

y donde no cabe duda.

Y sabemos que el remedio

es el amor que perdura

que nosotros le tenemos

a esta tierra hermosa y dura.

Y el lazo de amor es éste

para esta ocasión que es única

Mérida centro y partida

Capital de Extremadura.

 

CANCIÓN PARA MANUEL PECELLÍN [8]

 

«Si de Alconchel, mi niña,

vas a Olivenza

ponte saya y corpiño

de día de fiesta» [9]

 

Y tira el pelo al aire

para que vuela

como si fuese un pájaro

que se libera

de la jaula de oro

donde se sueña.

Vístete con aroma

de yerbabuena,

de trigal y de olivos

de encina y menta,

con el alma del campo

en primavera.

Díselo, niña mía,

luz de mi tierra,

que el beso que tiraste

es una estrella

en mitad del camino

que va a Olivenza.

Díselo, niña mía,

vida y poema,

que eres la más hermosa

flor extremeña.


 

HIMNOS


HIMNO DE EXTREMADURA [10]

 

Nuestra tierra es, como siempre fue,

corazón abierto al mundo entero;

hombres, raza, fe y lenguaje dio

como alas de luz en el acero.

Extremadura,

del pan y el dolor,

la del trabajo de cada día;

ennoblecida

de historia y valor,

te cantaré, tierra mía.

En estrecha unión haremos región,

nuestros campos cumplan su destino,

que nuestra ambición es un gran país,

con bandera extremeña en el camino.

Extremadura,

del pan y el dolor,

la del trabajo de cada día;

ennoblecida

de historia y valor,

te canto yo, tierra mía.

 

HIMNO DEL CLUB DEPORTIVO BADAJOZ [11]

 

Badajoz, Badajoz, es mi equipo,

que su nombre llevemos con honor

y a su bandera blanca y negra

la defendamos con ardor.[12]

Badajoz entero es quien proclama,

que su club representa a la ciudad,

Badajoz a todos nos une

en estrecha hermandad.

Badajoz, Badajoz, es mi equipo,

que su nombre llevemos con honor

y a su bandera blanca y negra

la defendamos con ardor.

Badajoz merece nuestro esfuerzo,

sin desmayo saldremos a jugar

y en la lucha noble y deportiva

tenemos que triunfar.

Badajoz, Badajoz, es mi equipo,

que su nombre llevemos con honor

y a su bandera blanca y negra

la defendamos con ardor.

Es al Club Deportivo Badajoz

a quien todos debemos ayudar,

con el entusiasmo de la afición

sin duda vencerá.

Badajoz, Badajoz, es mi equipo,

que su nombre llevemos con honor

y a su bandera blanca y negra

la defendamos con ardor.

 

HIMNO DE SANTA MARTA [13]

 

Entre viñedos y olivos

eres, amor Santa Marta:

luz, los ángeles te vuelan,

en los ojos de tu cara.

El aire tiene el olor

de pan caliente en sus alas

y va creciendo y creciendo

en una belleza mágica.

Noble villa, por tus calles,

al hombre cuando te anda

sabe que va abriendo un cauce

y recorriendo tu alma.

Suena una música cerca

de oropéndola sagrada

en esta tierra de barros,

en donde es flor Santa Marta.

Flor de villa, olorosa

graciosa flor, la mañana

que está naciendo de un surco

como bendición de España.

Jóvenes que hacen la vida

que piden vida y la ganan

villa adentro, pueblo entero,

corazón adentro avanzan.

(Estribillo)

Qué hermosa está Santa Marta

parece moza encantada,

parece en cristal de roca

una copa de agua clara.

 

HOMENAJES

TOMÁS, TE ESTOY BUSCANDO [14]

 

«Acaso barro sientes de este pueblo en tu boca,

para ser luego tierra de esta tierra querida,

ser polvo, ser paisaje, ser quizás una roca,

y martirio que queda para siempre en mi vida»

 

Y martirio que queda para siempre en mi vida

doliendo mi recuerdo -mi recuerdo contigo-

como cuchillo hiriente, como antorcha encendida.

Mi pensamiento triste está con el amigo.

Hoy sé de dónde viene esta tristeza mía,

este dolor profundo que en el alma reposa,

esta amargura íntima que quiere ser la fría

sangre que por mí corre última y silenciosa.

Hoy sé de dónde viene esta pena que vengo

con este ciego llanto que humilde me acobarda,

con esta voz y manos que en oraciones tengo

y que Dios infinito en su seno me guarda.

Amigo y compañero, maestro que le lloro,

al que busco constante, todo mi día, en vano,

en la tierra que rezo, en el cielo que adoro,

pero nunca consigo tocarle con mi mano.

Y seguiré buscándote por todo este camino,

de mi vida diaria, donde el cuerpo se vierte.

Yo seré desde ahora dolido peregrino

aunque sepa que tengo que buscarte en la muerte.

Abrazarte de veras es gozar la victoria,

es ir a Dios mañana, poder eterno verte,

estar siempre contigo, quedarnos en la gloria,

es en Dios ya tenerte.

 

EL SUEÑO VIDA ES [15]

 

A Laly Garrido Álvarez,

Reina de las Fiestas del

III Centenario.

 

El viento tiene tu sonrisa,

dichosa luz en que despiertas,

como un aroma que te vive,

como un poema que te encuentra,

como un capullo que se abre

si se le mira o se le reza.

Muchacha, alegre simpatía,

esparcida en tu belleza,

canción de sol en la mañana

esperanzada y extremeña.

Tu juventud se alzó en la historia

de Almendralejo en primavera.

Reina en el reino de las flores,

convierte flores en estrellas,

sobre ilusiones de la vida

planta los sueños del poeta.

Dios te bendiga porque pones

la bendición sobre la tierra.

 

A LOS POETAS Y ESCRITORES DEL TRASCACHO DE BARCELONA[16]

 

Amigos y compañeros trascachistas:

En mi rincón extremeño levanto mi copa y digo:

«Porque el mundo yo lo hago

cada día como quiera

me bebo su sangre entera

de prisa, en un solo trago.

Y si el corazón se entera

de que así las penas pago

y cuenta algo, lo deshago

y lo pongo de bandera».

 

HA MUERTO JUAN LUIS CORDERO [17]

 

«Unos días antes de su muerte

fui a verlo con Fernando Bravo

y José Canal»[18]

 

Y nevaba lo eterno tu mirada,

era el instante para tú caerte

en el abismo donde siempre vierte

tierra y cielo el Señor.

Tu voz cansada

nos dijo: «Esto se va».

Y sólo verte

comprendimos el fin de tu jornada

que tu vida la tenías soñada

que ya soñaba en ti Dios y la muerte.

Hoy me lo han dicho. Sobre mí yo siento

menos vida que ayer. Tu mano fría

aún la tengo en el alma. Por el viento

oigo, Juan Luis, tu nombre todavía.

Estás en la otra orilla y mi lamento

y no lo quiero creer y lo sabía.

 

A SOLEDAD RAMALLO,

REINA DE LOS JUEGOS FLORALES DE BADAJOZ 1956 [19]

 

   Cómo poder cantarte

con qué voz, a ti, oh Reina

de belleza, de gracia,

de bondad, de pureza,

en este juego nuestro

de cuentos y leyendas.

   Cómo poder yo mismo

purificar mi lengua

para decir palabra

purísima y señera.

   Cómo poder guiarte …,

Con qué luz yo quisiera

alumbrarte el camino

que por andar te queda.

   Qué puedo yo decirte,

si tú eres primavera

y yo soy el otoño

que por la noche rueda.[20]

   ¿Qué puedo yo ofrecerte?

¿Esta flor que le dieran

en pago de unos versos

al humilde poeta?

   Pues, tómala, que es tuya,

que es tu hermana gemela.

Cógela, te lo ruego,

verás, su aroma besa.

 

A LAS DAMAS DE LA CORTE

DE LOS JUEGOS FLORALES DE BADAJOZ DE 1956 [21]

 

   Y a vosotras qué os doy

sólo me quedan lágrimas,

sólo me quedan penas

sobre mi tierra cálida.

   Qué puedo yo ofreceros,

si yo no tengo nada,

si el corazón es viejo

y están rotas mis alas

y a nuestra Virgen tengo

entregada ya el alma.

   Si sólo soy un pobre

barro que se levanta

y va cantando siempre

a la par que trabaja.

   Lo sé, nada queréis,

que sois palomas blancas

que con volar un rato,

en el azul, os basta.

   Pues, bien, tengo la llave

dorada de la casa,

con media vuelta abro

la puerta a la esperanza

de cualquier vida joven

para pasión del alba.

   ¡Ya estáis en libertad

que don Amor os llama!

A correr y que el cielo

os dé siempre en la cara

o a soñar ilusiones

en vuestras almohadas.

   Creí que no tenía

para entregaros nada

y, veis, sólo un poeta

puede abrir vuestra jaula.

 

LEYENDO A BAROJA EN BADAJOZ [22]

 

Desde una boina a unas zapatillas

cabe todo un hombre,

como Pío Baroja.

Compás sin espera

que mide y perfila

la gran farsa cómica de la paradoja.

Se muere a diario, se vive al momento

se esconden los cursis,

como las alondras

y el que puede tira del carro cargado

con melancolías y con penas rotas

o con la sonrisa detrás de la mueca;

mueca que baraja sin cartas Baroja.

Por los malos ratos y los buenos ratos

por los ratos rotos  y los que se arrojan

por tantas y tantas y tantas locuras

y por tantas cosas.

Y el final, ya se sabe, te sigo leyendo

en las soledades de mi Extremadura.[23]

 

A MANUEL SANABRIA ESCUDERO [24]

 

Porque lograste ser lo que querías

y porque eres un hombre entero y vero

y amigo fiel al deshojar los días.

Porque quieres lo mismo que yo quiero,

comulgo tus palabras con las mías.

Creo en Manuel Sanabria y Escudero.

 

VERSOS DE Y PARA CÉSAR VALLEJO [25]

 

Estrenamos palabras

en la vida del verso,

las camufladas las dejamos

en la cara opuesta del espejo,

las del fondo de las ciudades

donde los muertos

para ser enterradas

con el cadáver que siguió muriendo

en el camposanto del pueblo.

Preñado de imposibles,

¡cuánto lo siento!,

los poetas del antiguo cortejo

que nosotros veíamos en el camino,

César Vallejo,

acompañando a los duelistas

siendo, además, el muerto.

Siguen historias de todos los tiempos

cuesta mucho trabajo

ser uno solo y sueño

«la dura vida eterna»

nos pone al descubierto

desnudos «sin saberlo»

nos desvela y nos trata

como muñecos

nos bebemos el nombre

el cáliz del heraldo

y el llanto negro

entrillándonos[26] en la puerta

los nudillos, los dedos,

las teclas del sonido

y el quijotesco

dios del credo.

Ese cadáver se parece

mucho, a César Vallejo,

en mi lugar se ha puesto

y en el frío del viento

acurrucado y esperando

a mi amigo César Vallejo.

En un amanecer de nuevo

porque yo siempre

donde termino empiezo.

 

A MARÍA DEL CARMEN [27]

 

En ti, María del Carmen,

se goza la primavera,

canción de Dios a la vida,

flor de vida que en ti empieza.

¿Cuántas veces ya contaste

una a una, las estrellas

esperando la divina

palabra que nunca llega? [28]

Alzas tus ojos al día

que es bendecir a la tierra.

El mundo es mucho mejor

si tú, María, lo sueñas.

María del Carmen, eres

verso ideal del poeta

y este poeta que canta

hoy te llama su poema.

Porque un poema eres tú,

hermosa muchacha reina.

 

A MARÍA DEL CARMEN AZQUETA [29]

 

Madrina de la Fiesta de la Poesía.

Eres como la azucena

en el altar del paisaje.

Tu sonrisa clara y buena

alegran vuelos de ángeles.

Eres la luz que Dios mismo

deja en el mundo al mirarte.

¡Quién pudiera ser pintor

para creando pintarte!

Pero, ¿qué pinceles hay

que puedan a ti soñarte?

Sostenerte en el espíritu

como una llama brillante

que ilumine los caminos

del verso del caminante.

Tu nombre de cielo y mar,

de mar y cielo abrazándose,

están pidiendo un poema

en un dócil verso clave.

Un dulce verso que diga

sólo, María del Carmen.

 

LEYENDO A ANTONIO MACHADO [30]

 

Abrí ‘Campos de Castilla’.

Campos y campos de España.

Me puse a leer: el viento

en los álamos sonaba.

El mismo viento de entonces,

la misma turbia nostalgia.

Quise quedarme contigo

hablando silencios: nada

que mereciese la pena

de tenerlo en cuenta. Nada.

Cada nombre es un poema

que tú mismo me regalas:

mar, Guiomar, encina, olivo,

melancolía. Bastaba.

Quedabas vivo de voz

en un temblor de palabras

como camino que andar

para ir haciendo una patria

sin dos casas y una sola

habitación para el alma.

Tenemos la misma sed

y un solo vaso de agua,

hambre de este mismo pan

que amasa el sudor de España.

Tenemos el mismo cielo,

la misma tierra esperanza.

Durmiendo descansas, sueñas

la muerte dulce y lejana

teniendo la tumba aquí

cien veces multiplicada.

Eternidad de las cosas

juanramonianas.

Contigo, Antonio Machado

vamos haciendo el camino

(ya muy corto) que nos falta.

 

CANCIÓN DE CALLE ADELANTE [31]

 

A Antonio Sánchez, en el día de su homenaje,

con admiración y cariño.[32]

 

I

 

Antonio Sánchez, nombre

erguido como un árbol

del viento de la vida

que sentimos al lado.

Lo mejor que tenemos

nos lo vamos gastando

entre vanas palabras

que perdemos quejándonos.

Reprochando la vida

que pisamos andando

entre asuntos y números

que nos tienen atados.

Pero yo siempre tengo

recuerdos en mi almario

de ese nido de ángeles

que Dios tiene en sus manos.

Donde se duerme el tiempo

soñando lo soñado;

cielo de esos poetas

de tu pueblo de Arcos.

Y pienso en el poeta

Mariscal. Lo encontramos.

Se moría de versos:

pálida luz en vaso.

Él me enseñó hace mucho

a conocer tus campos.

De ti supo del pueblo,

sin frontera, de Arcos.

 

II

 

Nosotros en la calle,

a veces, nos paramos

para hablar de mil cosas,

de nada, nos contamos,

como reloj, el tiempo

que se nos va volando.

Aunque siempre me quedo

contigo, Antonio, al lado,

diciéndote que tengo

un corazón amargo,

un corazón partido

en mil trozos, sangrando.

Y a ti, amigo mío

te tocará arreglarlo

otro día que estemos

los dos solos un rato.

Hoy te traigo estos versos

como si fuesen algo

que me quede contigo

momentos comulgando.

Alegremente brindo:

mi copa de vino alzo

por este hermoso día

de homenaje y abrazos,

para yo desearte,

felicidad, hermano.

 

HOMENAJE A FRANCISCO RODRÍGUEZ PERERA [33]

 

Hombre siempre te invoco y me perdono

porque pienso en Francisco franciscano,

te llamo a voces de silencio, hermano,

y te dejo conmigo en mi abandono.

Esta fiesta del libro en que razono,

en este espacio bajo, triste y llano

en que todo se queda tan humano

que recuerdo tu muerte y me emociono.

En esta tarde caída y abrileña

pura de tanto ser de melodías,

dura por ser extraña y extremeña,

está latiendo tiempos que amarías

y vestido te veo de estameña

andando campos de melancolías.

 

A LA MUJER GUADALUPANA QUE PERSONIFICA HOY, AHORA, A LA MUJER EXTREMEÑA [34]

 

Cómo le diría yo

a mujer guadalupana,

si me enredo entre recuerdos

como pájaro entre ramas

y no sé cómo decirle

ni por qué mi voz reclama,

que ser mujer extremeña

es ser lo mejor de España.

Cómo decírtelo yo

que tengo extremeña el alma.

Cómo te diría yo,

pobre poeta que canta,

aquello que ve y se siente

que, a veces, le cuesta lágrima,

que conserves para siempre

limpia y pura la mirada,

que la sal de tu sonrisa

llene de luz tu palabra.

Cómo te diría yo

que la nobleza se gana.

Cómo te diría yo

que tengas la frente alta

y que pases por la tierra

honestamente, que vayas

con tu ternura llenando

a los hombres de esperanzas;

y señalando caminos

y alegrando con tu gracia.

Cómo te diría yo

que el bien se pierde o se gana.

Cómo te diría yo

a ti, flor de la mañana

por hermosura y mujer

en la dulce paz del alba;

a ti, mujer extremeña

de la bienaventurada

Región que crece y se goza

dentro del cuerpo de España.

Cómo te diría yo

que vale lo que se ama.

Cómo te diría yo,

si soy apenas un paria

que ha pasado por su mundo

como por el río el agua,

que al pasar hay que dejar

lo mejor que tengas para

ejemplo de los que vengan

detrás, los hijos, la raza:

que alguna vez de ti digan:

era mi madre una santa.

Cómo te diría yo

que el tiempo es algo que pasa

… … … … … … … … … … … …

… … … … … … … … … … … …

Pero tú, mujer, no pienses

en esas cosas … y ama.

Porque Dios a fin de cuentas

generosamente paga.

 

A CARLOS CORDERO [35]

 

Dime tú, amigo Carlos,

si ese Cordero

de tu apellido es Cristo.

Que yo lo quiero.

Que yo lo quiero, Carlos,

a ver si pace

en la yerba del alma

que me combate.

Amigo mío, hoy vienes

entero y vero

con tu libro de Vírgenes

el abrazo sincero:

es como yo te busco

Carlos Cordero.

 

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ [36]

 

I

 

Eres, Juan Ramón Jiménez,

universo mío:

amar, padecer.

A ti porque Dios nos oiga

abriendo las puertas

del amanecer.

Porque tus poemas,

en mi campo-patria,

vuelvan a crecer.

Porque tus poemas

vivan y persistan

en mi acontecer.

 

II

 

Quisiera ofrecerte

un árbol supremo

de viento y laurel.

Aunque no dispongo

de mayores cosas

que un blanco papel,

donde voy vertiendo

lo poco aprendido

sobre mi mantel.

Aromas, veredas,

silencios, misterios,

aceras de piel.

Y dentro de casa

leyendo te vuelo

en tu cielo fiel.

 

QUIJOTE CON TORO EN PLAZA [37]

 

A Francisco Quevedo [38]

 

A Francisco Quevedo,

doloroso y aquejado,

hecho polvo enamorado

y torero de su miedo,

porque el toro se ha plantado

en este ibérico ruedo

lídiale para un enredo

y hazle faena de agrado.

Saca ya espada, que el toro

está pidiendo su muerte,

por ver si las muertes hartan

en esta arena de oro.

Y que Dios reparta suerte

cuando la piel se repartan.

 

A JUAN RAMOS APARICIO  [39]

 

Para Juan Ramos, mi verso

tributándole homenaje

de admiración y cariño,

de amigo y de paisanaje,

de compañero en las letras

y en el arte

por eso de ser maestro

y enseñar al que no sabe.

Mi Juan Ramos Aparicio

tan cordial como la tarde

que amorosamente lleva

siempre una luz por delante,

de poesía y de bondad,

para alumbrarte

el camino recorrido

y el que falta por ganarse:

ése que sólo consiguen

ideales caminantes

que marchan alegremente

codo a codo con los ángeles.

Este Arroyo de la Luz

vivo corazón de Cáceres

te hace Hijo Predilecto

y su luz es más brillante

más pura, más sensitiva

en su extremeño paisaje.

Y no estar como árbol solo

cuando se está entre los árboles.

Mi abrazo, querido Juan

apretado y entrañable

y a este pueblo que te honra

porque sabe él mismo honrarse.

 

VENGO A VERTE, A ESTAR CONTIGO [40]

 

Vengo a verte, a estar contigo

de voz a verso, juntos

entrañablemente juntos,

anudados en el tiempo.

Recordando lo que fuimos

lo que somos y seremos

fugitivos de la calle

y de calles prisioneros,

quijotes en una tierra

y sin molinos de viento

y esta gente que me asombra

cada vez más, compañero.

¿Será la vida un poema

que se queda floreciendo

en el dolor de corazón

como si fuese un enfermo?

Querido Luis, si poco sé

menos entiendo,

sólo cosas de poetas

que nunca comprenderemos

y si te pones a pensar

se te golpean los recuerdos

y es para volverse loco

el hombre que está más cuerdo.

Tú estabas en Badajoz

yo andaba de pueblo en pueblo

como el Juan que tú cantaste

al que le dolía los huesos

cansado de tanto andar

como si fuera pordiosero.

Después, estuvimos juntos

hermanados sentimientos,

cruzamos caminos

en el tiempo.

Una cruz me regalaste

fundiendo el amor con hierro.

Se agolpa toda mi vida

en un pequeño momento.

Querido Luis, cuántas cosas,

cuánto bendito misterio,

cómo maduran los árboles

el fruto fiel de tus versos.

Mira, todo se ha quedado

silenciosamente quieto,

una tierra abandonada

donde iremos.

Es posible que sigamos

a los ladridos huyendo,

el gallo no cantará

en la esquina del momento,

que la historia de esta tierra

hecha de estremecimiento

se la inventan unos cuantos

para sus bajos deseos

y el gallo dice que no

amanecerá de nuevo.

Pero, amigo Luis,

nosotros y éstos

que significan la vida

lucharemos contra viento y marea

en favor del extremeño

aunque tengamos que dar

la vida que poseemos

y tengamos que juntar

esta tierra con el cielo.

Mi querido amigo Luis

ya sabes lo que te quiero

no puedo ir hacia atrás

porque si no nunca llego

hay que seguir adelante

compadre mío, compañero,

y recoger la cosecha

que tú sembraste de versos

donde yo te busco siempre

y donde siempre te encuentro.

Otro día más despacio

sin tanta gente

de nuevo vendré a verte

mutuamente nos leeremos

nuestros versos.

Franciscano, hermano Luis

no nos faltarán proyectos

ni vino con qué brindar

ni brazos abiertos

como yo para ti

siempre los tengo

en la palabra del poema

en el silencio.

Ya lo sabes, Luis

con mis brazos abiertos.

 

A LUIS ÁLVAREZ LENCERO [41]

 

Amigo, Luis, debes estar contento

vas por nuevo camino a nuevo día.

Levanta con tu pena a la alegría

exactamente igual que un alimento.

Mira, contempla, tu descubrimiento,

asombro de pasión-melancolía.

Todo para el amor: fotografía;

acaso, eterniza sólo un momento.

Y si vuelves, amigo, aquí te espera,

siempre te espera, Luis, Jesús Delgado

de esta tierra que tiene su manera.

Extremeño, contigo, tierra parda

en esto de estar solo y de buen grado

y a gusto como burro sin albarda.

 

A DON JAIME ÁLVAREZ BUIZA[42]

 

A don Jaime Álvarez Buiza que siendo amigo

de JDV le puso un oficio -saluda- oficial.

 

Pues, con tu atento saludo

llegó la cultura a casa,

esto casi siempre pasa

si llega un libro a menudo.

Cuando ya de nadie dudo

ni tomo la vida a guasa

se vuelve mi sal, potasa;

y no desato ese nudo

hecho quizás de argamasa

y con la ley del embudo.

Un problema narigudo

de nula bondad o escasa.

El cariño es una brasa

queda rescoldo sesudo

donde la amistad se basa,

luz y paz, para la masa

del pan que como y que sudo.

En fin mi Jaime barbudo

yo no te mando un saludo

sino amor como una casa

y un abrazo cojonudo

-(El mundo redondo es guasa.

Nunca será puntiagudo)-.

 

LA CALLE DE DON RAMÓN [43]

 

«Como a hermano mayor

te saludamos».[44]

 

Calle, verso de humana certidumbre,

que goza amor cuando se ahonda cielo,

y si dudas conversas con desvelo

mientras paseas la pena de costumbre.

Contigo don Ramón por este suelo

hablando de cualquier incertidumbre

algún asombro que de pronto alumbre

oro de atardecer en desconsuelo

de gente que viene y va, el caminante

de todas las historias sin mañana

Ramón Carande de aquí y de tu Bética,

recordada campiña en la ventana

y hermosa flor de vida tan gigante

que recubre este pueblo que es mi Mérida.

 

A JOSÉ LUIS [45]

 

A José Luis que un día me trajo sus poemas,

a lomos de la revista Corcel, hace casi

cincuenta años.[46]

 

Cabalgando en un Corcel

desde Valencia venía

con, su «soledad callada»,

sonetos de la bahía.

Pájaro de la albahaca

flor de limón y poesía

para secreta palabra.

Hoy, como siempre, vivía

entre las hojas del agua

en tiempo que me envolvía

mi recuerdo se bañaba.

 

UN ÁRBOL, UNA CRUZ [47]

 

«Y colgué en los verdes sauces la música que llevaba»[48]

San Juan de la Cruz

 

I

 

Un árbol. Una cruz

espíritu del árbol

en la cima de la montaña

más alta, vista, vara de nardo

(Y San Juan sigue subiendo)

perfilada, donde cánticos,

donde música colgada,

donde vienen a comer los pájaros,

donde tiembla el hombre y sube

y baja calvarios.

Y solo San Juan subiendo,

subiendo. Nunca ha bajado,

siempre se queda el amor

en la cruz del desengaño

escondido en el silencio

del amigo no encontrado,

de la «música callada»

en el morir subterráneo

que va debajo del alma

amargamente minándonos.

Que la soledad sonora

anda de puntillas campo

y todo silencio es agua

para la sed de mi cántaro.

 

II

 

Un árbol solo. Una cruz

de San Juan enamorado.

De qué madera la hicieron,

de qué árbol,

de qué madera la cruz

de Cristo crucificado.

¿Es del árbol de la vida?

¿De muerte que se ha ganado?

¿De qué madera seremos?

¿De qué árbol la de santos?

La que llevamos la gente,

la que lleva el solitario.

Ese latido de tiempo

de tristeza apresurado,

palabras para el poema

que hace el verso de mi báculo.

 

III

 

De qué madera será,

de qué árbol

cuyo fruto se quedó

en cualquier celda olvidado.

De qué madera será

la cruz de tanto cansancio.

De qué madera sería,

de qué árbol

la de San Juan de la Cruz

que fue poeta y fue santo.

 

NOTAS 

[1] Se trata de alabanzas y peticiones cantadas que las mujeres de Gata (Cáceres) dirigen a su Virgen del Puerto en la ofrenda anual de flores. Los ramos están formados por series de doce cuartetas (la mayoría, asonantadas). FAC 1940-1946, cuando JDV estuvo en aquel pueblo cacereño ejerciendo de maestro.

[2] Ed. ABC. FAC 1949-1952, porque son publicadas junto a “Canción del hijo pródigo” (PROEV). En 1974, JDV envió al alcalde de Jerez de los Caballeros un poema con el título de “Canciones” para el programa de Ferias, que formó con las dos primeras estrofas de “Otras canciones” (poema transcrito a continuación) y las estrofas I, IV, VII, IX y X del poema que nos ocupa. PMA, TI, SD, APJDV: “Me asomé de noche al río / y allá, en el fondo, veía / como una paz se encendía / de peces y escalofrío. / Yo en el Guadiana moría. / Yo en el Guadiana moría / sin saberlo, que es lo mío”. FAC lustro de 1960-1965 cuando JDV residió en Mérida.

[3] Estos versos recuerdan otros del poeta hindú Rabindranat Tagore («¡Corazón mío, silencio, / que estos árboles rezan!»), cuya sensibilidad fue muy apreciada por JDV.

[4] Los versos de la V parte de este poema aclaran el contenido de El secreto de los árboles de JDV.

[5] FAC 1949-1952, por las razones que se apuntan en la nota del poema «Canciones».

[6] Título de la letra de una canción que JDV escribió para el grupo folk Adarve, dedicada a José María, componente de este grupo que desgranó sus canciones de la tierra en numerosos escenarios de Extremadura, durante el segundo lustro de la década de los 70 y el primero de los 80. FAC 1979, cuando JDV se retira de la política y compone letra de canciones.

[7] Esta canción ha sido editada en la contraportada del libro Historia del Liceo de Mérida (1901-2001) de Fernando Delgado Rodríguez, hijo de JDV (Mérida, Boysu, 2001). CMA, APJDV con esta anotación: «Agrupación Folklórica Independiente ‘Los arrieros’ de Castuera» a la vuelta del folio, de lo que se deduce que esta canción ha debido ser interpretada por el grupo folklórico citado. FAC a partir de 1983, año cuando Mérida fue designada capital de Extremadura que, como tal, se cita en los dos últimos versos.

[8] PME, FCH 19-10-88, APJDV. La dedicatoria es otra muestra del aprecio que JDV sintió por este estudioso de la literatura de autores extremeños, al que dedicó la segunda parte de Un árbol solo e incluyó en la despedida de Huir.

[9] Canción popular de Alconchel, pueblo extremeño situado al lado de Olivenza en el suroeste de la provincia pacense junto a la frontera portuguesa y cerca de Santo Domingo de Olivenza. Aquí JDV adquirió una casa para retirarse y descansar lejos del ajetreo de la ciudad. Posiblemente la oyó cantar en alguna visita al pueblo.

[10] CME, FCH 1-9-79, APJDV. JDV creó la letra de esta composición musical para presentarla a un certamen convocado por la Junta de Extremadura con el fin de proveer a la región de un himno. La música es de Pablo Romero Aradillas.

[11] Himno del Club Deportivo Badajoz que, según  Manuel Pérez Lozano, consejero del Club, se presentó el 12-4-81 en el estadio El Vivero y fue cantado por José María Obreo con música de Pablo Romero Aradillas. FAC comienzos del año 1981. El hecho de que JDV compusiera este himno muestra su carácter polifacético y su gusto por este deporte, que lo llevó a ser cronista deportivo en alguna ocasión y a escribir sobre él («El balón», Hoy, 14-9-85).

[12] CME, SD, APJDV: Cambia el tiempo verbal en los vv. 2 y 4 del estribillo: «[…] / que su nombre llevamos con honor, / […] / la defendemos con ardor».

[13] Ed. programa de su presentación en Santa Marta de los Barros (Badajoz) el 22 de diciembre de 1990. El autor de la letra es JDV y el de la música Juan Pérez Ribes.

[14] Ed. Alcántara (Cáceres, nº 12, 1947) con motivo de la muerte de Tomás Martín Gil (2-9-47). El poema muestra el dolor que JDV sintió por la muerte de su maestro (fue su profesor) y amigo (fundaron la revista Alcántara). Además, JDV apreciaba su gran interés por Extremadura pues, aunque Martín Gil estudió Ciencias Exactas, mostró un enorme aprecio por la Arqueología hasta el punto de ser nombrado miembro de la Real Academia de la Historia. Póstumamente fue editada una selección de sus artículos sobre temas de Extremadura con el título de Motivos extremeños (1968).

[15] HR, SD, APJDV. FAC años 50 cuando fueron frecuentes las Fiestas y Juegos Florales.

[16] Ed. Alcántara (Cáceres, nº 102-104, 1956). El «trascacho» era una reunión literaria que fue creada en Badajoz por el escritor Arsenio Muñoz de la Peña y el periodista Antonio Santander de la Croix. Se celebraba en la taberna «El miajón de los castúos» de la calle Manuel Cancho Moreno. El primero se produjo a mediados de los años 50 y fue dedicado a Álvarez Lencero, Delgado Valhondo, Manuel Pacheco y Rodríguez Perera. La conexión de este trascacho con otros de España puso a JDV en contacto con los trascachistas de Barcelona a quienes dedica este poemilla.

[17] Ed. Gévora (Badajoz, nº 40, 29-2-1956). Juan Luis Cordero (Cáceres, 1882-1955) fue periodista, escritor y poeta. Su pundonor lo llevó a un acusado ascenso profesional, a ganar premios poéticos, fundar revistas y escribir bastantes libros de poemas como los titulados Mi torre de Babel, Clara Luna y Hojas del árbol caído.

[18] Esta nota del poeta muestra la estrecha relación que mantuvo con estos dos íntimos amigos de Cáceres.

[19] Ed. Hoy (Badajoz, 28-6-56) y Alcántara (Cáceres, nº 105-107, 1956). JDV ganó estos Juegos con el poema «Cantando a Extremadura. Cielo y tierra» (“Canto a Extremadura”, transcrito en “Y otros poemas”). Este poema y el siguiente fueron escritos por JDV para el acto de entrega de los premios, donde el poeta ganador debía hacer un elogio de la Reina y de las Damas del certamen.

[20] Tres años antes JDV había editado su primer libro de relatos titulado Yo soy el otoño (1953). Esta estrofa, donde se incluye una expresión idéntica (v. 3), ayuda a comprender el significado del título y del contenido del libro.

[21] Ed. Hoy (Badajoz, el 28-6-56) y Alcántara (Cáceres, nº 105-107, 1956, junto al poema anterior).

[22] PMA, SD, APJDV. El título se refiere a un homenaje dedicado a Pío Baroja, que se celebró en la biblioteca de la Económica de Badajoz. JDV participaría con este poema desde su retiro de Zarza de Alange, como se deduce de su final, porque apreciaba la concepción existencial y el dolor por los desfavorecidos del autor de El árbol de la ciencia. FAC próxima a la de celebración del citado homenaje (7-2-57).

[23] RO: Estos dos versos eran cuatro. RD: JDV los suprimió por su escasa calidad y los sintetizó en otros dos más líricos.

[24] PMA, SD, APJDV. FAC primer lustro de la década de los años 60 cuando JDV residió en Mérida y mantuvo una grata relación con este médico emeritense (de esta época es el poema «Las siete de la tarde» de El secreto de los árboles, que JDV también le dedicó a Sanabria y a su mujer).

[25] PME, SD, APJDV. FAC 1961-1969, por el contenido del primer versículo que es parecido al de las dos primeras estrofas del poema «Meditación ante un amigo muerto» de Aurora. Amor. Domingo (1961) y el contenido del tercero que remite a esta época. JDV conoció a César Vallejo (1892-1938), autor de Los heraldos negros, Trilce y Poemas humanos, a través de la lectura de la Antología de la poesía española e hispanoamericana (1882-1932) de Federico de Onís (Madrid, Centro de estudios históricos, 1934).

[26] «entrillar» significa «aprisionar oprimiendo».

[27] Dedicado a María del Carmen Morlensín, reina del II Certamen poético-literario de la barriada de San Fernando de Badajoz (1969), del que JDV fue mantenedor con un discurso (ed. Boletín municipal, 1969) que coronó con esta dedicatoria: «En ti, oh reina de estas fiestas, reina de la belleza, que representáis a la mujer pacense en su más alto grado». En la mitad introdujo un  fragmento del «Romance del prisionero» y un poemilla referido al Tajo: «Si Garcilaso en tu fondo, / guerrero sueña en Italia. / Si Garcilaso poeta, / río en cielo, llora y canta. / …………………. / ……………… / (Hierro y pluma van nadando / y el corazón en el agua)».

[28] En este verso y en el anterior se puede comprobar que JDV no olvidaba sus preocupaciones trascendentales ni siquiera cuando elaboraba un poema de circunstancias como éste.

[29] PMA, NMA: “Badajoz, 5 de junio 1970”, APJDV.

[30] Ed. Poesía hispánica (Madrid, nº 275, 1975) y Poesía (1988, p. 364). JDV también apreció a Manuel Machado, porque consideraba que tenía un valor parejo al de su hermano: «Manuel Machado nació un año antes que Antonio. Y un año antes que Antonio publicó su primer libro. […] Manuel Machado se sacude pronto esta especie de atmósfera [la modernista] y vuelve -si alguna vez fuese ido- a su gracia musical, a sus emociones, al aroma de la tierra y del aire de Sevilla. Elegante. Hondo. Popular. ‘Siempre profundamente andaluz'» («Manuel Machado: A cada uno lo suyo»: Hoy, 26-2-92).

[31] PMA, SD, APJDV. FAC segundo lustro de los años 70, cuando Antonio Sánchez debió recibir su homenaje. JDV tiene un relato titulado «Calle adelante» (Alcántara, nº 39, 1951).

[32] Fue un médico de Badajoz con afición por la cultura, que hacia 1950 puso a JDV en contacto con el poeta Julio Mariscal Montes del grupo Platero de Arcos de la Frontera, lugar de donde era natural Antonio Sánchez. Enseguida el poeta gaditano dedica a JDV el poema «Cangilón» (Poesía, p. 383), lo invita a participar en la revista Platero y establece una relación epistolar y personal con JDV, cuando éste viajaba a Cádiz para examinarse del segundo curso de practicante en Medicina y Cirugía. La nota del poema explica el motivo de su composición y de su contenido.

[33] PME, APJDV. Fue escrito por JDV para participar en el homenaje póstumo que se le dedicó al poeta Francisco Rodríguez Perera en su pueblo, Villanueva del Fresno, el 23 de abril de 1976 (FAC).

[34] Ed. Alcántara (Cáceres, nº 197, 1979).

[35] PMA, APJDV, dedicado por JDV en la Navidad de 1980 a Carlos Cordero, maestro de Guadalupe (Cáceres), con el que mantuvo una relación amistosa. Cordero en agradecimiento le dedicó póstumamente el poema «Esa figura ya desdibujada» (Badajoz, Kylix, nº 29, 1993).

[36] Ed. Manxa (Ciudad Real, nº 14, 1980), Gaudeamus (Zaragoza, 1981) y Poesía (1988, p. 370). JDV editó este poema en la revista zaragozana por mediación de su director Alberto Montaner Frutos, nieto de Eugenio Frutos. El aprecio de JDV por el autor de Diario de un poeta recién casado, le venía desde que leyó su obra poética y se sintió impresionado por su honda emanación y su mundo poético. En el artículo titulado «Moguer de Juan Ramón» (Hoy, 16-8-81), JDV transmite la profunda emoción que le produjo visitar su casa.

[37] Ed. Manxa (Ciudad Real, nº 14, 1980) junto a «El cerdo», «En la corriente del río», «Invierno» y «Soledad» y en Poesía, 1988, pp. 366-368.

[38] Dedicado al autor de El buscón y los Sueños, pues el contenido de este poema muestra una preocupación semejante por la situación del país a la que el poeta barroco expuso en poemas como el soneto «Miré los muros de la patria mía».

[39] Enviado el 27-3-82 a su amigo Juan Ramos Aparicio, para participar en su nombramiento de hijo predilecto de Arroyo de la Luz. Es poeta (A solas con mi alma, 1955) y tiene artículos a JDV como «La extremeñidad y simpatía de Jesús Delgado Valhondo» (Extremadura, 2-7-79). RO, CMA, APJDV: “quiero rendirte homenaje / de pleitesía y cariño, (vv. 2-3), “cordial como dulce tarde / en la amistad amorosa / de una luz que delante / lleva poesía y bondad / inmensa para alumbrarte” (vv. 10-14), “los caminantes” (v.18), “que marchan junto a los ángeles.” (v. 20), “en el costado de Cáceres” (v. 22), “en extremeño paisaje. / Y no estar como árbol solo / entre los árboles” (vv. 26-28). RD: Está más ajustada con los cambios introducidos por el poeta en los versos citados.

[40] Poema ST, TPV, grabado en cassette por la Cadena SER en Mérida. JDV se lo recitó a Lencero en el homenaje, que se le ofreció en su taller de forja en 1983, cuando ya se encontraba muy enfermo. Poco antes de comenzar a recitarlo, JDV le advierte a Lencero que se trataba de una reconstrucción de memoria de la RO, que se la habían estropeado con agua.

[41] PME, SD, APJDV. FAC 11-6-83, fecha del entierro de Lencero en Badajoz.

[42] Ed. Árrago (Badajoz, año I, nº 2, 31-5-2000) con la aclaración: «Poema inédito (y manuscrito) de Jesús Delgado Valhondo», FCH 9-10-85.

[43] PMA, SD, APJDV. FAC próxima al 21-3-88, cuando se le concedió una calle a Ramón Carande en la barriada de La Argentina de Mérida. Este intelectual (Palencia, 1887-Badajoz, 1986), padre del escritor Bernardo Víctor Carande, fue catedrático de la Universidad de Sevilla y residió largas temporadas en Almendral (Badajoz). Su labor de investigación sobre temas históricos-económicos se hizo famosa con la edición de su libro Carlos V y sus banqueros.

[44] Es una muestra de admiración por un intelectual que, aunque era de fuera, se sentía extremeño.

[45] Ed. Poemas del Homenaje-3, que fue dedicado a José Luis Cano por la Colección Portus Albus de Algeciras en 1991.

[46] La revista valenciana Corcel fue fundada en noviembre de 1942 y dirigida por Ricardo Juan Blasco. Se gestó en el bar Galicia donde se reunían Pedro Caba, Juan Cots, Pedro Sanjurjo, José Luis Hidalgo y José Hierro. JDV, como dice en el poema, conoció a José Luis Cano por unos poemas que editó en el primer número de la revista Corcel con el título de «Sonetos de la bahía» (1942), denominación con la que juega en el cuarto verso del poema. JDV, que se puso en contacto con José Luis Cano a través de Pedro Caba, le dedicó además el poema «La cicuta» de la ROEV.

[47] Ed. A San Juan de la Cruz. IV aniversario de su tránsito, Badajoz, Kylix, nº 21, 1991.

[48] vv. 11 y 12 del romance «Super flumina Babylonis» del poeta carmelita.

 

Fotografía cabecera: Alcazába árabe de Mérida