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La Poesía en Mérida (1970- 1980)

 PORTADA MÉRIDA BIMILENARIA 70 80

 

    En la década de los años 70 del siglo XX, la literatura emeritense se manifiesta en los dos medios de comunicación escritos, que existen en la época: Mérida, la revista oficial de la Feria de septiembre, que edita abundantes poemas y relatos, y el periódico Hoy, que difunde noticias sobre actividades literarias. Pero ya no difunde poesía en sus páginas, hecho que llama poderosamente la atención pues, en la década anterior, lo hace profusamente e incluso dispone de una página exclusiva, “Lira emeritense”, para los poetas de Mérida.

    No obstante, es la poesía el género que cuenta con el mayor número de textos editados, en cuyos contenidos se nota un cambio de enfoque con respecto a los años 60. Mientras en esta década predomina el tema existencial con alusiones constantes al paso del tiempo y a la intranquilidad ante la muerte, a mediados de la década de los años 70 con la llegada de la democracia, este enfoque se reduce bastante y su lugar es ocupado con la preocupación por el atraso en que se encuentra Extremadura (que no ha solucionado la llegada de la democracia), la mísera situación de los obreros, el respeto por la naturaleza y la atención a la conservación de los restos arqueológicos.

    No obstante, ambos enfoques conviven sin problemas en el mismo espacio como, por ejemplo, en los premios de poesía que se convocan en la década, de tal forma que en ningún momento existe una separación entre la línea tradicional, más aferrada a la conservación de valores anteriores que se manifiestan a través la Fiesta de la Poesía y Juegos Florales, y la progresista, que se adapta a la nueva corriente democrática.

    Esta tendencia se manifiesta por medio de encuentros de jóvenes escritores, reuniones de grupos juveniles interesados en la cultura y actos, donde conviven música y poesía, en los que destaca la influencia del Aula Entre Tajo y Guadiana; de Antonio Gómez que, desde su llegada a Mérida en 1977, edita sus producciones discursivas y visuales en la revista Mérida, las cuales suponen una revolución en la poesía y el inicio de su vertiente experimental en Extremadura, y también de autores como Miguel Romero, Félix Nieto, Alejandro Pachón y Manolo Calderón,  que tratan de profundizar en la realidad en que viven, a través del teatro, la poesía y la música.

    En cuanto al gran género de la novela, sigue sin generar manifestación alguna en Mérida. Sin embargo, la narración está presente en los medios de difusión citados a través de la edición de relatos, aunque aparecen con menor profusión que en la década anterior.

    Mientras, el teatro, el otro gran género, muestra abundantes manifestaciones y grandes deseos de difundirlo por grupos de jóvenes (Rueda pequeña-Oje, La talega, Caravana, Grupo Torres Naharro, Grupo Crispín, Grupos de alumnos del instituto…), que suelen representar obras del teatro español tradicional (Rueda, Torres Naharro, Chamizo) y comprometidas de autores españoles (Buero Vallejo, Lauro Olmo, Martínez Ballesteros, Antonio Soriano, Mediero…) y extranjeros (Brecht, Ionesco, Cocteau, Kafka…).

    Luego se siguen celebrando los Festivales de España con escenificaciones teatrales y las representaciones clásicas del teatro romano, que se comentan con mayor extensión en el apartado “El teatro”.

    En 1970, la celebración de la XIX Fiesta de la Poesía se atrasa del 21 de marzo, fecha en que se suele realizar este evento literario, al 1 de abril por estar muy cercana la Semana Santa.

    Su celebración se desarrolla en un acto con una misa en la iglesia de santa María, oficiada por el sacerdote Pedro A. Rodríguez, que alaba a los poetas por saber cantar la belleza que Dios ha querido dejar en todas sus criaturas. La visita a la fábrica de la Cruz del Campo, que obsequia a los poetas Antonio Herrera, José Jorquera, Díaz Santillana, Joaquín Torres, Demetrio Barrero, que recita el poema de Chamizo “La jesa de la morgaña”, Alejandro Pachón, que interpreta canciones con su guitarra, las hermanas Castell de Montijo y otros amantes de la poesía. Un viaje a Guareña para rendir homenaje a Luis Chamizo con un recital por Juan José, rapsoda-cantante del poeta. Y un acto poético con cena en el salón Maravillas, donde se mezcla la poesía con canciones y música.

    Presenta el acto Antonio Herrera y Díaz López recita el poema “El río” de Valverde Grimaldi. Luego leen sus poemas Manuel Domínguez, Miguel Manzano, Alejandro Pachón, Miguel López, Alberto Sánchez, Joaquín y José Jorquera, Miguel Ángel Barrero, Julián Santamaría, Bibiano Aránguez, Manuel Sanabria, Loli Hisado, Julio Román, Demetrio Barrero, Alberto Sánchez y Antonio Herrera. La velada se prolonga hasta bien entrada la madrugada en un ambiente muy cordial. Hoy 010470.

    En septiembre, Mérida, la revista oficial de las Ferias y las Fiestas, publica los poemas “Piruetas pensantes” de Alberto Sánchez, que trata en serventesios su preocupación por la muerte y por el lugar a donde irá. “Adiós a Pajarito” de Antonio Herrera recuerda a Victoriano Montañez, típico limpiabotas emeritense. “Nocturno en Mérida” de López Martínez destaca los atardeceres sangrantes de Mérida. “Como soy” de Félix Nieto, Premio Nacional Juvenil de Poesía, se queja del silencio de Dios y expone su temor a la muerte en forma de soneto. Y “El olvido” de Valhondo se lamenta en romance de no haber aprovechado bien la vida, mientras el tiempo, “caballo desbocado / que no puede domarse”, ha pasado muy aprisa. [portada de la revista Mérida]

    El repaso temático del significado de estos poemas indica que, al comienzo de la década, sigue predominando el contenido existencial en la poesía emeritense, pues suele versar sobre el silencio de Dios, la soledad del ser humano, la fugacidad de la existencia, la intranquilidad ante la muerte y los deseos de eternidad.

    La preocupación de los poetas por el tema de la muerte se hace realidad el 21 de octubre de 1970, cuando la literatura y la cultura emeritense pierden a Félix Valverde Grimaldi, decano de los poetas locales y animador del ambiente cultural emeritense de las últimas décadas con la edición de poemarios (Panoramas íntimos, Alas de España, Poemas del Guadiana) y la promoción de actividades literarias como las Fiestas de la Poesía, la tertulia del Bodegón de la Victoria o la creación y edición de la revista poética Olalla.

    En 1971, el ayuntamiento se esmera en la celebración de la XX Fiesta de la Poesía y coloca un gran cartel, coronado con banderas de España, en la calle Santa Eulalia para anunciarla, se nombra una reina de la Fiesta, Conchita Sanabria [foto “anuncio XX Fiesta Poesía” y “Conchita Sanabria”], y convoca un concurso poético para jóvenes poetas.

    La víspera, el 20 de marzo, comienzan a las 20:00 horas las actividades literarias para celebrar esta Fiesta de la Poesía con un acto literario en el Liceo, que se inicia con la entrada de la reina y sus damas, a la que sigue la intervención del mantenedor, el poeta Rufino Félix, que realiza una exquisita exposición, alaba al poeta emeritense Félix Valverde Grimaldi, a la reina y a las damas, a la primavera y “al vuelo de la cigüeña en la llegada de la primavera” y es muy aplaudido por el público.

    A continuación, se entregan los premios del concurso convocado por el ayuntamiento para poetas menores de 21 años: el primer premio lo consigue Lorenzo Jiménez, con su poema “Elegía a un poeta muerto”. El segundo, Félix Nieto, con “La historia vive en ti, Mérida”. Y el tercero Alejandro Pachón, con “Pérdida”. Por último, estos poetas leen los poemas premiados.

    Al día siguiente, 21 de marzo, a las 10:00, se oficia una misa por el sacerdote Rodríguez de Tena en Santa María, que es armonizada por el coro Domínguez-Cadena. A las 11:00, se realiza una visita a la tumba del poeta Félix Valverde Grimaldi, bajo el lema “Una flor para Félix” [Valverde Grimaldi], donde cada asistente le ofrece una flor en recuerdo de su reciente fallecimiento. Y, a las 14:00, se realiza una reunión en mesón El labrador de los amigos de la poesía y la lectura de numerosos poemas. Hoy 200371.

    A final de agosto de 1971, como es tradicional, el Ayuntamiento emeritense edita la revista de la feria, Mérida, con una tirada de 2000 ejemplares, donde difunde colaboraciones poéticas. Así Rufino Félix edita un emotivo y nostálgico poema, titulado “Recuerdos”, donde pasea junto a su amada Pilar por la orilla del Guadiana en un tranquilo atardecer: “Íbamos caminando lentamente / junto a la vieja orilla del Guadiana. / Los árboles buscaban con sus ramas, las caricias de un sol en primavera, / y el sol, reverberando entre las aguas, / marchaba hacia un ocaso lejano y marinero. / ¿Lo recuerdas, Pilar?”. RM 71. [portada de la revista Mérida]

    Lorenzo Jiménez publica el poema “Elegía a un poeta muerto” con el subtítulo de “(A la memoria de Félix Valverde [Grimaldi])”, que consigue el primer premio de Poesía de Mérida: “Sin poder evitarlo, / vienes a mi memoria / en la delgadez de tu sombra, / entristeciendo lo alegre de los días”. RM 71. Alberto Sánchez edita el poema “Anhelo”, que comienza con este deseo: “Quiero hacer de mi vida inaccesible y fuerte / un castillo roquero, donde el Amor domine”. RM 71.

    Laly González Castell edita un poema denominado “El huerto”, donde expone la variabilidad de los estados emocionales por los que pasa su espíritu: “Tengo un árbol en el huerto / de mi espíritu, anhelante, / que puede estar florecido, / seco, mustio o delirante”. RM 71. Antonio Herrera edita el poema “Horizonte”, en el que expresa la imposibilidad de alcanzar sus anhelos. RM 71.

    Jesús Delgado Valhondo publica el poema “Espíritu de árboles”, que tres años después incluirá en su libro La vara de avellano. Se trata de un poema de rechazo a los conflictos bélicos, en los que mueren muchos hombres, que luego se convierten en espíritus de árboles. RM 71.

    Antonio López Martínez edita el soneto “Eulalia de Mérida”, donde recuerda el martirio de la Santa y la conversión milagrosa del fuego que la quema en nieve. RM 71. Y Rabanal Brito publica el soneto “Augusta Emérita”, que destaca la resistencia de sus monumentos al paso del tiempo. RM 71.

    El variado contenido de estas colaboraciones arroja un predominio de temas existenciales como la muerte, la guerra, la inestabilidad del espíritu y la imposibilidad de conseguir sus anhelos el ser humano.

    En septiembre de este año, el emeritense Alejandro Pachón, con su artículo “Monólogos extremeños”, obtiene el primer premio de prosa en el V Certamen Nacional Poético-Literario de San Fernando, convocado por el Ayuntamiento de Badajoz: “Estoy entre el Guadiana y mi alma. Estoy en el teatro romano, siendo piedra milenaria, en los anhelos de un pastor, en las cisuras de mi tierra. Como un romero de la vida, tengo una libreta llena de hombres, paisajes y relatos extremeños”. Hoy 010971.

    En 1972, la celebración de la XXI Fiesta de la Poesía en Mérida para conmemorar la llegada de la primavera es organizada por los poetas locales y patrocinada por el ayuntamiento, el Liceo y el instituto santa Eulalia. 

    A las 10:00, se oficia una misa en santa María, que es armonizada por el coro Domínguez-Cadena. A las 17:00, se realiza la ofrenda de “Una flor para Félix”. A las 20:00, se celebra en el Liceo una velada poética en la que se entregan los premios Félix Valverde Grimaldi; se leen los poemas premiados de Antonio Nicolás, Félix Nieto y de Antonio Mateos, y otros poetas leen poemas. Y a las 22:00 se realiza una cena en el Parador de Turismo con intervenciones y lecturas de poemas.

    Después el coro Cadenas-Domínguez interpreta “Maite” y leen sus poemas José Jorquera, Antonio Herrera, Rufino Félix y el sacerdote Agapito Sánchez. Cierra el acto el coro citado con la canción “Fiesta de los membrillos”. Y la celebración termina con una cena en el Parador, cuyo director cierra el acto con la lectura de poemas propios. Hoy 230372.

     La revista Mérida de 1972 incluye numerosas colaboraciones literarias [portada de la revista Mérida]. El relato “El violín de piedra” de Andrés Duque cuenta un hecho sobrenatural en un cementerio con características románticas. “Bienvenida a setiembre [sic]” de José Jorquera es un poema, que manifiesta la alegría con que Mérida recibe a este mes, pues con él llega la Feria. “Golpes de ciego” de Calatravo incluye varios comentarios irónicos como “¡Mucho cuidado con eso del Mercado Común!”. Si sólo va a consistir en poder adquirir automóviles baratos, televisores en color a precio de saldo y maquinaria para fabricar cremalleras y plumas estilográficas de acero explosivo (léase sueco) a costa de sacrificar la siesta y suprimir las partidas de tute y chamelo. ¡Cuidado con el Mercado Común!”. …

     “El Cristo del COU” de Judas Guadiana es un poema de un estudiante al Cristo que preside un aula de COU, para que le permita difundir su fe a través de escritos. “Mérida en la constancia del tiempo y de las horas” de Rabanal Brito es un texto en prosa, donde asegura que “las ciudades que aparecen en los mapas remotos de la historia del mundo, tienen (cuando pasan los siglos) ojos que nosotros no vemos (y nos miran) y un latido de vitalidad en cada piedra que nosotros no escuchamos”. “La noche loba” de Laly González-Castell recuerda al poema “Noche oscura del alma de San Juan de la Cruz” modernizado. …

   “El charlatán de Feria” de un autor anónimo cuenta los recuerdos que tiene del señor Mendiola, un charlatán muy habilidoso que viene a la Feria a hacer su negocio. “Álamos” de Jesús Delgado Valhondo expresa su preocupación por el silencio de Dios. “Otoño” de Rufino Félix expone la melancolía del poeta. “Esperanza de luz” de Antonio Herrera confía en la fuerza vivificadora de la luz. “Una flor para Félix” de Manuel Domínguez alaba a Félix Valverde Grimaldi y expone los efectos de la muerte: “Como una alondra herida, / se ha quebrado la voz en tu garganta, / en lo hondo de tu carne”. …

… “El amor” de Alberto Sánchez es una loa al amor y a las mujeres: “Entre todas las flores, flores son las mujeres / lirios, rosas divinas que flores de amor. / Aves, diosas, estrellas, cuya luz sus quereles / en madejas de ansias te enredan con ardor”. “Mérida, deseo” de Juan Antonio Nicolás es un canto a las glorias pretéritas de Mérida. “Panorámica de Mérida” de Ángel Extremadura es la descripción de un día de verano en Mérida, cuyo “paisaje se me ha clavado en los túneles de la memoria”. RM 72.

    Estas colaboraciones literarias se caracterizan por la variedad tanto en la forma, pues aparecen textos en prosa y en verso, como en el contenido, porque no se centran exclusivamente en el tema existencial como las del año anterior, sino que esta vez se permiten enfoques más despreocupados, como las apreciaciones jocosas de Calatravo o los recuerdos sobre el charlatán de Feria y la presencia de versos con una visión de la existencia algo más esperanzada.

    La revista de la Feria  también anuncia la pérdida del profesor y poeta Antonio López Martínez, un intelectual que ha sido una pieza fundamental en el ambiente literario emeritense de las últimas décadas. RM 72.

    En 1973, la celebración de la XXII Fiesta de la Poesía se efectúa el desapacible 21 de marzo con lluvia y frío, organizada por los poetas emeritenses y patrocinada por el ayuntamiento, el Liceo, el instituto Santa Eulalia y el Parador de Turismo.

    A las 21:00, la misa en santa María es oficiada por el sacerdote Antonio Paniagua. A las 11:00, se realiza la ofrenda de Una flor para Félix; al final su sobrino Demetrio Barrero lee un poema al difunto. A las 20:00, se celebra una velada poética en el Liceo con Fermín Ramos como presentador del acto y Joaquín Sánchez, presidente de la Audiencia provincial y sobrino del poeta, como mantenedor, que expresa su preocupación por la contaminación sufrida por el Guadiana.

    A continuación, se entregan los premios de los patrocinadores a los poetas ganadores, que leen sus poemas premiados. Rosa María Vicente de Don Benito con su poema “Mérida eterna” consigue el premio Félix Valverde Grimaldi. José Lorenzo Chacón de Villafranca de los Barros con ”Olvidar”, el del Liceo. Francisco Suárez de Ribera del Fresno con “Primavera y juventud”, el del instituto. Y Lorenzo Jiménez con “Mérida, poema de piedra”, el del Parador.

    Seguidamente, otros poetas locales leen sus versos. En el intermedio hay una actuación musical del coro del colegio de las Madres Josefinas. Después se realiza una reunión de amigos de la poesía en una cena de hermandad en el Parador, donde intervienen poetas con la lectura de poemas. Hoy 210373.

También Rufino Félix realiza en el Hoy un comentario conmovedor de la admiración, que sigue sintiendo por Félix Valverde Grimaldi, fallecido hace tres años. Su nostalgia lo lleva a rememorar la creación de la revista Olalla con Valverde Grimaldi como promotor, Santos Díaz Santillana, Alberto Sánchez, Rabanal Brito y Antonio Herrera. Otro tanto hace Santos Díaz Santillana, que evoca recuerdos de esta revista emeritense, que edita cinco números entre abril y septiembre de 1957. Rufino Félix (73).

Además, la revista Mérida de 1973 [portada de la revista Mérida] incluye en sus páginas múltiples colaboraciones literarias. El poema “Mérida, poema de piedra” de Lorenzo Jiménez, premio Parador Nacional Vía de la Plata, augura eternidad para Mérida en las piedras inmortales de Augusta Emerita. “Primavera y juventud” de Francisco Suárez, premio Instituto Santa Eulalia, son tres sonetos (al primero le falta un terceto) esperanzados en la virtud, la alegría de vivir, el amor y la fe. El poema “Mérida eterna” de María Rosa Vicente, premio Félix Valverde Grimaldi, destaca la vigencia del nombre de Mérida durante siglos. Y “Olvidar” de José Lorenzo Chacón, premio Liceo de Mérida, propone el olvido como una forma de sobrevivir el ser humano en un mundo donde no es libre ni es feliz. …

   “No hubo rosas para mí” de Soledad López-Lago es un relato del verano en un pueblo, donde la ha llevado su padre, para que estudie las asignaturas suspendidas y cuenta situaciones típicas como el chismorreo, los amigos y el primer novio. “Corza que amamanta el río” de José Jorquera trata del peso de los siglos sobre la historia de Mérida. “A los que no están ya con nosotros” de Laly González Castell es un poema inspirado por la muerte de Nino Bravo y dedicado a los creadores. “Recordando un quite por chicuelinas de Manolito Vázquez” son unos versos de Rufino Félix, donde rememora con nostalgia este lance artístico del torero mencionado. “Velocidad” de Antonio Herrera es un poema, que solo augura a la velocidad conseguir lo efímero. …

   “El mundo” de Manuel Díaz del colegio San José de Villafranca de los Barros es un relato, que expone los desequilibrios del mundo y su esperanza de que en un futuro los seres humanos se entiendan en paz. “El color del sonido” de Manuel Pacheco es un poema, donde se mezclan sonidos de instrumentos musicales de Beatles, Janis Joplin y Jimi Hendrix, que expresan “la plegaria maldita de todos los harapos de la Tierra”, lo que el poeta llama “el color del sonido”. “Un pasado… un mañana” de María Teresa Viniegra son unos versos donde se conjuga el digno pasado de Mérida con su esperanzador futuro. “Mis años de feria“ de Andrés Duque es un texto en prosa, donde el autor nostálgicamente rememora con ojos de niño sus vivencias de ferias pretéritas, que no volverán. “El mismo destino” de Alberto Sánchez es un poema, cuyo contenido es una queja de que todos los poemas, buenos y malos, caen en el olvido. (73). …

    “De perro” son unos versos de Eladia Morillo-Velarde, donde se lamenta del paso del tiempo: “Tiene cara de perro la tristeza / y corazón de perro la ternura. / De perro sin color tiene la dura / piel del tiempo que aúlla sin cabeza”. “Al profesor dr. D. Manuel Suárez, en sus bodas de plata con la cátedra de pediatría” de Manuel Sanabria encierra una loa a su maestro. “Templo de Diana” de Juan A. Galán, capellán municipal, se congratula de ver el Templo de Diana restaurado. “La feria mayor de Mérida” de Arsenio Muñoz de la Peña es un panegírico a la feria de septiembre emeritense. “Pablo” de Ramón Alegre informa sobre este médico emeritense, que realiza la primera cesárea. Y “Permaneces…” de Miguel Manzano asegura que la lozanía de Mérida se mantiene intacta desde Augusta Emerita.

    Como se puede observar, varios de estos textos literarios inciden en la nostalgia por el pasado ido y por escarbar en los recuerdos, conservados por la memoria y endulzados por la distancia que marca el tiempo. Quizás este hecho se deba a que se detecta en determinadas expresiones una preocupación por la infelicidad, que provoca la situación inestable del mundo. No obstante, se vislumbra también en algunos momentos una visión positiva de Mérida, que es el tema al que se recurre en varias ocasiones para alabar su perennidad en el tiempo desde Augusta Emerita.

    En 1974, Jesús Delgado Valhondo (JDV) inicia el contacto con poetas destacados para elaborar Abanico, como iniciativa particular dedicada al bimilenario, pero no logra la culminación de su proyecto en el año del evento, aunque sí lo consigue en 1986 cuando edita Abanico, durante el gobierno municipal de Antonio Vélez, al que dedica el poemario.

    El 21 de marzo, curiosamente, la XXIII Fiesta de la Poesía se dedica a este poeta emeritense (JDV). Los actos conmemorativos, cuyo mantenedor es el pacense Julio Cienfuegos, comienzan con la consabida eucaristía en santa María a las 9:00 y la tradicional ofrenda “Una flor para Félix” a las 11:00; una velada poética con presentación de Julio Román Seco, entrega de premios del ayuntamiento a María Rosa Vicente Olivas de Don Benito; el premio “Jesús Delgado Valhondo” del Liceo al emeritense Roberto Fernández; el premio del instituto a Francisco Cano de Navalvillar de Pela y el premio del Parador a Jesualdo [sic] Díaz a las 20:00. Como último acto de la Fiesta de la Poesía, se realiza una reunión de amigos de la poesía con intervenciones poéticas en el hotel Emperatriz. Hoy 210374.

     En abril de 1974, el periódico Hoy difunde la convocatoria de un Encuentro de jóvenes escritores extremeños que ha propuesto Antonio Mateos, joven poeta de Calamonte, y ha tenido eco en el profesor de Lengua y Literatura del instituto santa Eulalia, Jesús Antonio Serrano. El objetivo es establecer contacto entre los escritores noveles, tener reuniones con poetas consagrados, lectura de poemas propios, análisis de poetas clásicos y discusiones sobre temas literarios, a través de reuniones periódicas en lugares diferentes para extender los Encuentros, comenzando por Mérida, desde donde se convoca la primera reunión para el 20 de abril. Hoy 070474.

    En esa fecha, nace la Asociación de Jóvenes Escritores Extremeños que, creada por el profesor Jesús Serrano agrupa a los jóvenes escritores de la región. RM 74. El segundo Encuentro se produce el domingo día 12 de mayo en Mérida, donde se reúnen jóvenes escritores extremeños en torno al tema central de León Felipe, que coincide con la celebración del 90 aniversario del nacimiento de este poeta en Méjico. Hoy 090574. Esta asociación literaria celebra tres reuniones, que auguran un largo porvenir, pero no se tienen más noticias de ella. RM 74.

    Durante 1974, Jesús Delgado Valhondo edita su libro La vara de avellano, el duodécimo de su obra literaria, en la Colección Ángaro de Sevilla. En su introducción presume de ser emeritense: “Nací en la ciudad de Mérida, de lo que me encuentro orgulloso”. No obstante, el poemario comienza con un poema, que se titula como el libro, y acaba con unos versos que muestran su desorientación vital por el silencio de Dios: “Atravesábamos espejos. / Y yo nunca supe dónde fuimos”. RM 74.

    También Rabanal Brito publica un encendido poema titulado “A Mérida eterna” en el extra del Hoy de la feria emeritense, donde destaca la pervivencia de Mérida a pesar del efecto negativo del tiempo: “No abatió ni la cuádriga del tiempo / el mármol redivivo de tu gloria, ni arropó las cenizas del Imperio / el recuerdo triunfal de tu memoria. // Al arco y a la estatua dijo el viento /el poema eternal lleno de historia / que duerme de la piedra en cautiverio / nimbado al resplandor de la victoria. // Por eso tú eres Mérida, callada, // coloso del silencio donde anida / la majestad sublime, omnipotente, / y haces sentir de nuevo otra alborada / al espíritu fiel que le cautiva / el mirto y el laurel sobre tu frente”. (74).

    En uno de sus habituales comentarios en el Hoy, Miguel Manzano pide que se grabe la voz de Demetrio Barrero, el excelente rapsoda de los poemas de Luis Chamizo, pues no siempre va a tener la voz potente y el ímpetu que ahora muestra en sus declamaciones. Hoy 050474.

    En mayo de 1974, la Diputación reedita la Historia de Mérida de Moreno de Vargas, preparada por Sáenz de Buruaga con una tirada de 1000 ejemplares, de los que el CIT de Mérida ha puesto en venta 150 ejemplares. Hoy 110575.

    En la revista Mérida, Santos Díaz Santillana informa sobre la vida y la obra literaria de Juan Pablo Forner, que nace en Mérida en 1756, donde su padre viene a ejercer la Medicina y a desarrollar su afición arqueológica. Juan Pablo Forner es uno de los máximos representantes del Neoclasicismo español, cuyas fuentes bebe en la observación y contacto con las ruinas de Augusta Emerita. (74b). RM 74.

    Otras muchas colaboraciones literarias aparecen en las páginas de la revista Mérida [portada de la revista Mérida]: “En esta casa” de Eladio Morillo-Velarde es un poema dedicado al escritor sudamericano Hugo Emilio Pedemonte, su esposo, al que recuerda nostálgicamente en la soledad de la que fue su casa común. “Hoy necesito decirte” de Antonio Herrera, que lo dedica a Mariquina Pérez, viuda del poeta Félix Valverde Grimaldi, recuerda con nostalgia la ausencia del poeta emeritense, que era su norte. “Casa romana” de Hugo Emilio Pedemonte es un soneto dedicado a Soledad López-Lago, que trata sobre la vida de un romano, que vivió, gozó y ahora sigue vivo en el recinto de su casa. “Ante el bimilenario de Mérida” de Juan A. Galán tiene forma de soneto, cuyo contenido versa sobre el efecto del rápido paso del tiempo en la gloria pretérita romana. “Causa personal e intransferible” de Roberto Fernández, Premio Jesús Delgado Valhondo de la Sociedad Liceo de Mérida, está dedicado a una persona, a quien anima después de vivir una etapa decepcionante. …

    “Resignación” de Alberto Sánchez es un poema amargo por tener el poeta la sensación de encontrarse en un mundo caótico. “Noche de Magacela” de Francisco Cano, Premio instituto Santa Eulalia, se refiere a que en el silencio de la noche los hechos se interpretan en cada casa de una forma distinta. “Extremadura” de Jesualdo Díaz, Premio Vía de la Plata del Parador Nacional de Turismo, destaca la rica diversidad de la región extremeña. “Se nace cada día” de María Teresa Viniegra es un canto a la vida que se vive conscientemente, disfrutándola paso a paso y con la esperanza puesta en el futuro. “Soledad” de Manuel Calderón, rosa de bronce en el I Certamen Nacional de Cáceres de Poesía Juvenil, es un poema que expone la experiencia de una profunda soledad interior. “Mérida y esperanza” de Manuel Domínguez es un soneto, donde el poeta se rearma anímicamente, para que su mañana sea mejor. “Sumac-Nusta” de Manuel Pacheco es un conjuro para pedir la lluvia a Sumac-Nusta, princesa de la lluvia. …

    “Al más humilde del pueblo” de Laly González-Castell es un poema en cuartetos, dirigido al basurero que habla con su burro y la gente lo considera el tonto del pueblo, pero tiene alma de poeta. “Tres sonetos a Mérida” de Rosa Vicente Olivas, Premio Félix Valverde Grimaldi del Ayuntamiento de Mérida, que trata una triple perspectiva: El pasado esplendoroso (“Gloria”), el olvido sepultado (“Tierra”) y el resurgir presente (“Eternidad”). “Quizás mañana” de Soledad López-Lago es un relato, dedicado a Manolo de Juan en “El Zumajo” con un contenido costumbrista. “Mujeres en Feria” de Arsenio Muñoz de la Peña son loas encadenadas a las mujeres, entre las que destacan las emeritenses. Y “La Casa de la Encina” de Vicente Rodríguez es un relato, que es un simple pretexto para destacar la importancia de la encina. RM 74.

    En general, estas colaboraciones literarias destacan sobre las anteriores por su número y también por presentar en conjunto una temática más compensada con temas desencantados como la nostalgia por personas idas o por la desaparición del esplendor que gozó Augusta Emerita y asuntos más alentadores como la esperanza en un futuro mejor o vivir la existencia con provecho y no con lamentos.

    En diciembre, José López pronuncia una conferencia “Realidad y novela de don Pío Baroja” en el Liceo. Hoy 071274.

    En el 21 de marzo de 1975, los poetas emeritenses celebran la XXIV Fiesta de la Poesía oficiosamente con una misa, un acto donde se depositan flores en la tumba de Valverde Grimaldi, bajo el lema Una flor para Félix, y una cena en el salón Maravillas a base de gazpacho y queso con miel, recordando la primera Fiesta de la poesía que se celebra con los mismos manjares bajo los arcos del acueducto de Los Milagros, mientras los poetas recitan sus versos. Hoy 210375.

    El día 24 de mayo se celebra oficialmente la XXIV Fiesta de la Poesía en el teatro romano. El presentador del acto es Rufino Félix y el mantenedor, Ricardo Senabre, decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Extremadura que, durante su intervención, titulada “Meditación sobre la poesía y los poetas”, va “estudiando amorosamente poemas de Unamuno y Labordeta, mientras albas palomas orlaban el latente azul”, según cuenta el presentador en su Reloj de arena. [foto Senabre-RFélix. Hoy 270575]

    A continuación, el vate emeritense presenta a los poetas intervinientes en el Premio de Poesía Bimilenario, que leen sus poemas y, después, se entregan varios premios de Poesía. El Premio de Poesía Bimilenario de Mérida se le concede a Antonio Román de El Real de la Jara con el poema “Sonetos a Mérida en su Bimilenario”. El Premio Félix Valverde Grimaldi es para “Mérida Orla Bimilenaria” de Juan Manuel Briegas, alumno del colegio Salesianos. El Premio Jesús Delgado Valhondo se le otorga al poema “Aunque no estés conmigo” de Rafael Menor. Y el Premio Instituto Nacional de Bachillerato es para “Poemas a la Tierra” de Miguel Romero. El acto literario se cierra con la actuación de la Orquesta de Cámara de Badajoz y del Orfeón provincial con el estreno de la cantata escénica “Carmina Burana”, bajo la dirección de Manuel Almansa. RM 75. [foto] Hoy 240575.

    Además, este día los alumnos del colegio Trajano celebran la Fiesta de la Poesía participando en un concurso literario. Hoy 230375.

    El 14 de mayo de 1975 se celebra en el cine Alcazaba una Velada literario-musical en la víspera de san Isidro Labrador (RM 75), donde unas chicas ataviadas de romanas ofrecen claveles a las asistentes. El acto comienza a las 20:30, lo presenta el locutor de radio Manolo Pérez (Hoy 140575), dura más de cuatro horas y resulta un éxito de público y de organización.

   La parte literaria la exponen José Rabanal Santander, excelente orador, que diserta sobre los poetas emeritenses y su vinculación con la ciudad augusta. El poeta Manuel Calderón lee varias composiciones propias. Manuel Alonso Borriño y Manuel Oliver cantan “Poema a Mérida” con flauta y piano y levantan al público de sus asientos. Y Carlos Julián Aranguren, cantautor en castúo de Chamizo, cierra el acto con mucho éxito. Hoy 160575.

    También en mayo de 1975, Rodríguez Sánchez edita en el diario Hoy tres sonetos, titulados “A Mérida (en su bimilenario)”, donde exalta el pasado glorioso de Augusta Emerita y termina con una loa a la mártir santa Eulalia. Hoy 220575.

    En junio, el Centro Regional de la Uned celebra el Centenario del nacimiento de Antonio Machado con una conferencia, “Antonio Machado, vida y poesía”, de Jacinto López Gorgé, poeta, editor y periodista de Melilla, en el instituto santa Eulalia, que resulta interesante al público. Hoy 040675. También en este mes se edita el libro titulado A la orilla del Guadiana del capellán del hospital, Galán y Galán con sonetos sobre monumentos de Mérida. Hoy 150675.

    En octubre de 1975, un grupo de jóvenes crea un Club, que organiza una reunión juvenil con música y poesía, donde se escucha a Pablo Guerrero en el Olimpia de París, se leen poemas de Chamizo, Lencero y Pacheco y se realiza un recital de los poetas Roberto Fernández, Fernando Pérez, Miguel Romero y Rafael Menor. También existe un grupo poético denominado Círculo Bohemio, que ya ha realizado recitales y piensan llevarlos a los pueblos. Hoy 111075.

    En la revista de la Feria [portada de la revista Mérida], Rufino Félix edita el poema “Mérida”, donde aboga por el resurgir de Mérida, “porque crece en tu ocaso / soledad y silencio”. El relato “La Feria de Paquito” de Delgado Valhondo expone los deseos de libertad de un niño, que se encapricha con un caballo del tiovivo, para huir de la miseria. Otro relato editado se denomina “El viejo y el Fénix” de Vicente Sabido, que es un ejemplo de superación de un viejo aviador que al fin consigue que su decrépito aeroplano remonte el vuelo contra la opinión de todos. “Mirar a las estrellas” de Manuel Domínguez es un poema que contiene un canto a la autenticidad del recio y generoso hombre extremeño. “Elegía” de Lorenzo Jiménez es un poema dedicado a Antonio Machado recordando su dulce y melancólico caminar por los campos de Castilla. “Sonetos a Mérida en su bimilenario” de Antonio Román Díez son cinco poemas laudatorios a la grandeza del pasado emeritense en su bimilenario. …

     “Al poeta Félix Valverde Grimaldi” de Alberto Sánchez son unos versos desencantados por la ausencia definitiva del poeta emeritense. “De mis otras soledades” de Manuel Calderón es un poema, donde el poeta muestra su desorientación vital que, sin embargo, acaba con esperanza. “En el lago de Proserpina. Postal emeritense” de Juan A. Galán es un soneto, que canta a la belleza que le inspira el lago de Proserpina y su entorno natural. “Réquiem” de Antonio Herrera, que lo dedica a su hermano recientemente fallecido, manifiesta el profundo dolor sentido por el poeta, sobre todo por haber muerto solo. “Aunque no estés conmigo” de Rafael Menor es el poema ganador del Premio Jesús Delgado Valhondo, al que precede una cita de Neruda sobre la soledad, la misma que siente el poeta. …

     “Poemas de la Tierra” de Miguel Romero, Premio Instituto Nacional de Enseñanza Media, son tres poemas: “Mendigos de la Tierra” trata la atracción del poeta por su olvidada tierra, que le inspira sin embargo esperanza; “Gente de mi Tierra” es un soneto, que reivindica al sufrido trabajador del campo extremeño, y “Antaño” es un poemilla que plantea el motivo de su atraso: su anclaje en el pasado. “Extremadura” de Rufino Félix es un canto a su tierra, donde sabe que podrá descansar finalmente: “Y sé qu   e cuando llegue a su agonía / mi corazón, vencido de ilusiones, / entregaré mi acento y mis canciones / al surco de esta tierra labrantía”. “Mérida, orla bimilenaria” de Juan Manuel Briegas, Premio Félix Valverde Grimaldi, destaca el surgir de la vida en un lugar llamado Augusta Emerita y, después de la gloria, la decadencia en dos mil años de historia. RM 75.

    En general son poemas de diversas facturas igual que variados son sus mensajes. Así se recuerda a poetas como el emeritense Valverde Grimaldi, Antonio Machado y Neruda, para lamentarse de su ausencia; se reivindica a Extremadura, para sacarla de su olvido, y a Mérida, para alentar su resurgir; también, junto a alguna muestra de desorientación vital, se muestran deseos de libertad y de superación.

    El 15 de noviembre de 1975 se conoce que el Primer Premio Nacional de Poesía de la Delegación Nacional de la Juventud se le concede al poema citado de Juan Manuel Briegas, profesor de EGB en el colegio Salesianos. RM 76. En este centro escolar se empieza a editar una hoja informativa, “Juventud 76”, que desea extender su espíritu familiar a padres, amigos y antiguos alumnos con un carácter misionero [Hoy 071176].

    En diciembre, las JJ. MM. organizan la actuación del escritor y humorista Jorge Llopis en el salón de actos de la casa sindical en un acto que resulta muy original e inaudito, pues el tal Llopis recita de una forma divertida sus “Sonetos terapéuticos”, dedicados a medicamentos como la aspirina; “Retahílas asonantes”, compuesta por la niña de altos barandales; “Leyenda de la asquerosa Leovigilda” y “Letrillas inoportunas” con los que el público se divierte asombrado. Llopis es también autor de libros como Las mil peores poesías de la lengua castellana, que es apreciado en universidades hispanoamericanas. Jorge Racy, “Esta tarde, recital humorístico de Jorge Llopis”, Hoy 191275.

    Y también en diciembre de 1975 se le dedica una Semana al poeta Antonio Machado en el Instituto de bachillerato Santa Eulalia, dentro de su ciclo de actividades culturales, con motivo del primer centenario de su nacimiento.

    El lunes 15, comienza con la disertación del profesor Antonio Ojanguren, que trata sobre “Don Antonio Machado, una posibilidad de liberalismo demócrata y pacifista”. El martes 16, los alumnos del instituto protagonizan un recital de canciones y poemas intimistas, amorosos, paisajísticos y sociales, titulado “Machado, en sus poemas”. El miércoles 17, el catedrático de Filosofía del Instituto Suárez de Figueroa de Zafra, Abel García, habla sobre “El pensamiento filosófico de Antonio Machado”. El jueves 18, los alumnos y antiguos alumnos del instituto ofrecen un recital y la escenificación de poemas de Machado, denominado “Machado vive”. El viernes 19, el catedrático de Literatura de la Universidad de Extremadura, Ricardo Senabre, habla sobre “Antonio Machado, poeta elegíaco”. Y el sábado 20, jóvenes poetas extremeños recitan sus poemas con el nombre de “Rimas extremeñas nuevas”. RM 76. Hoy 141275.

    El 3 de marzo de 1976, el académico Pedro Echevarría diserta en las actividades culturales del instituto sobre “La lírica de don Quijote y Sancho”. Hoy 030376.

    También en este mes, el periódico Hoy comenta que la Biblioteca Extremeña de Cáceres publicó en 1951 una edición de la realizada por Moreno de Vargas del Libro de la vida y milagros de los Padres Emeritenses de Paulo de Mérida, diácono del siglo VII en “tiempo de los godos”, y ahora es reeditada por Domino Sánchez. Hoy 060376.

    El 21 de marzo, los poetas celebran la llegada de la primavera en sus Bodas de Plata con la XXV Fiesta de la Poesía, que consiste en la tradicional misa a las 10:00 en santa María y, una hora después, la clásica ofrenda Una flor para Félix y, a las 15:00, una reunión poética en el restaurante Proserpina, situado en el entorno del embalse, (Hoy 170376), donde a los poetas locales se les unen Joaquín Sánchez Valverde y las poetas montijanas Eulalia y Ana González Castell. Hoy 210376.

    Por entonces, el emeritense Alejandro Pachón consigue el Primer Premio de Poesía en el Centro Extremeño de Bilbao [RM 77].

    El 12 de abril de 1976 muere Santos Díaz Santillana que en 1948 llega como maestro a Mérida, donde ejerce en los colegios Trajano y Nuestra Señora de la Antigua hasta su jubilación en 1971. También escribe libros escolares y pedagógicos como Recopilación de leyendas españolas o Ventanal de España. Además, en Mérida desarrolla una importante labor periodística durante dos décadas en Radio Juventud, donde tiene un conocido programa denominado Desde la atalaya del conventual, y es corresponsal del periódico Hoy, desde el que tiene perfectamente informado a los emeritenses del día a día con sus detalladas, críticas y agudas crónicas.

    Faltan 15 días para la celebración de los Juegos Florales y aún no hay una fecha oficial por la enfermedad del alcalde Sanabria que se encuentra en Madrid hospitalizado. Hoy 220476. Finalmente, el consistorio confirma que es el 8 de mayo de 1976. Hoy 240476. Ese día se los uegos lorales celebran a las 21:00 en el teatro romano, con media hora de retraso por una fuerte tormenta, los Juegos Florales, cuya reina es Mari Carmen García de la Puente [foto “Reina de los Juegos Florales”], que es acompañada por dos pajes y 24 damas de honor.

    Presenta el acto Fara Pérez del Bosque, que evoca los nombres de la reina y las damas de los últimos JJ.FF. celebrados en 1922. Seguidamente la reina y sus damas entran en el escenario de la mano de autoridades civiles y militares de la región.

    A continuación, se presenta a Pedro de Lorenzo, el mantenedor, que basa su cuidada disertación en tres pilares: patria, fe y amor. A su término, el jurado formado por Joaquín González, Antonio Herrera, Manuel Domínguez, Jesús Serrano y Jesús Delgado Valhondo (Hoy 01-080576) da a conocer los poetas premiados:

    José Jorquera Manzanares de Cartagena (aunque ha vivido varios años en Mérida, donde es muy conocido), flor natural y 75.000 pesetas por su poema “Paloma en vuelo”, que es una retahíla de loas artificiales dirigidas a Mérida, y José María Fernández Nieto de Palencia, segundo premio dotado con 50.000 pesetas, por “Liturgia poética del bimilenario de Mérida”, otro poema de circunstancias demasiado extenso. Por último, actúa la Coral Polifónica de Plasencia.

   Al final, mientras salen del escenario la reina y las damas del brazo de sus acompañantes, se lanzan fuegos artificiales y, a pesar de anunciarse como silenciosos y solo iluminativos, originan un alboroto entre el público por el ruido y la proximidad del lugar de lanzamiento. Hoy 110576.

    Por si fuera poco, una deficiente megafonía desluce el acto, porque el público no escucha adecuadamente a los participantes y parte de ellos manifiestan ruidosamente su desagrado. Además, se critica que este evento literario sólo ha servido para el lucimiento de las familias emeritenses más acomodadas. RM 76.

    Terminado el acto en el teatro romano, se celebra una cena de gala en el patio de la alcazaba árabe, en cuyos postres intervienen el alcalde en funciones Manuel Ariza Arróniz y el gobernador civil Enrique Julve. Hoy 110576.

    Varios anónimos critican duramente estos Juegos Florales, que califican como una fiesta social con ”muchas pompas de jabón y demasiadas flores”, pues denuncian que ni los poetas emeritenses ni los extremeños han sido invitados a intervenir y lo único que se consigue es derrochar mucho dinero en poetas foráneos, que no conocen Mérida. Hoy 15-200476.

    Sin embargo, esta celebración cultural supone la clausura de las actividades programadas para celebrar el bimilenario que, lógicamente, debía haberse celebrado en 1975 o, al menos, el 21 de marzo de este año coincidiendo con la llegada de la primavera. Hoy 120576.

    El Centro Regional de la Uned organiza una conferencia del catedrático de Literatura Jesús Serrano, “El martirio de santa Eulalia en la poesía de Federico García Lorca”, con motivo del aniversario del nacimiento de este poeta. Hoy 040676. El análisis que realiza el conferenciante sobre los versos del título de la charla gusta mucho al no muy numeroso público de la Uned y del instituto. Hoy 080676.

    En el extra del periódico Hoy de la feria de 1976, Cástulo Sanabria publica “El río”, un poema nostálgico en versos libres dedicado al río Guadiana por este emigrante, que 40 años antes se bañaba en sus aguas. Y Rufino Félix Morillón edita “Canciones para un itinerario poético de Mérida”, que contiene los poemas titulados “Puente romano”, poemilla de cuatro versos endecasílabos, que forman un cuarteto (ABBA), a través del que el poeta comunica su anhelo de eternidad. “Santa Clara”, que es un recuerdo nostálgico de la plaza emeritense, donde juega el poeta de niño. “Teatro romano” es una ofrenda del poeta al teatro romano, impresionado ante el estado decadente del lugar. “Los Milagros” contiene el deseo del poeta de ser enterrado al pie del acueducto de Los Milagros, para que lo despierte “el reloj de la cigüeña”. Y “Canción final” acoge otro anhelo del poeta que quiere ver a su ciudad recobrada por medio de sus versos: “’Despierta ciudad dormida, / que te espera mi canción. / Sobre el olvido y la herida / cantaremos la ilusión / de saberte recobrada’. // Mi verso, voz de alborada, / despertó su corazón”. (76).

    En la revista Mérida de la feria de 1976 [portada de la revista Mérida], Antonio Ballesteros, en su artículo “La incompleta”, recuerda el comienzo de un poema que empieza a escribir en la estación de tren de Mérida: “Mérida infinita, / a la que Roma cosió / a la historia del mundo / con pespunte de Acueducto”. Rufino Félix edita “Regreso” que, dedicado a Joaquín Sánchez, recuerda con nostalgia sus años de infancia y juventud, llevados por el tiempo. “Guadalupe” de Carmen Márquez de Prado es un poema-loa a esa villa histórica. “Ciudad de los hombres” de Delgado Valhondo es un poema, en que el poeta muestra su decepción de la ciudad, a donde había llegado optimista. “Pavana para un paisano difunto” de B. Víctor Carande son unos versos burlescos sobre “un héroe español”, que sabe eludir la llamada a filas para la guerra y sobrevive como un donjuán y un vividor. “La misa del cante jondo” de Alberto Sánchez, juez municipal, es un poema burlesco que encierra una crítica a la celebración de la misa con innovaciones como la inclusión del cante flamenco. ”Poema inconcluso” de Manuel Calderón, premio La sirena de Villanueva de la Serena, son unos versos libres titulados así porque la existencia humana es un volver a empezar continuo para el ser humano que se cuestiona sobre su identidad. “La canción renovada” de Antonio Herrera son unos versos donde el poeta muestra un dolor que la llegada de la primavera no logra calmar. RM 76.

    En estos poemas editados en los dos medios citados, como viene siendo tradicional, predomina la nostalgia por el paso del tiempo y la lejanía en que van quedando las vivencias. También se intercalan versos que contienen un discreto optimismo con momentos de desencanto por la imposibilidad de alcanzar anhelos. Además, en esta ocasión, destacan poemas burlescos usados para criticar actitudes que provocan rechazo social.

    Aparte, en la revista Mérida de 1976, Joaquín Sánchez cuenta en ¿Un emeritense en el Romancero?, los avatares por los que pasa la vida del emeritense Abd-Al-Rahman, ben Marwan, ben Yunus, conocido por el “hijo del gallego”, e hijo de Marwan, que es gobernador de Mérida en tiempos de Abderramán. Ben Marwan es uno de los prisioneros llevados a Córdoba por participar en una rebelión de emeritenses con un acuerdo de Ludovico Pío, rey de los francos. En la ciudad andaluza forma parte del ejército del califa hasta que es insultado y agredido por el visir Abd Ak-Azzid. Vuelve a su tierra, conquista el castillo de Alange; se instala en Badajoz desde donde pone en jaque al califa cordobés hasta el punto de capturar al visir y enviarlo a Asturias como prisionero.

    Algunos historiadores encuentran una similitud entre este personaje y el palmero del  “Romance del Palmero” (peregrino de Tierra Santa, que se identifican portando una palma), que comienza con estos versos “De Mérida sale el palmero / de Mérida esa ciudad”. Luego el poema cuenta que llega a la Corte del rey Carlos de Francia al que exagera las defensas de Mérida, para persuadirlo de no conquistarla: “No vades allá buen rey; / buen rey, no vades allá; / porque Mérida es muy fuerte / y bien se os defenderá. / Trescientos castillos tiene, / que es cosa de los mirar, / que el menor de todos ellos / bien se os defenderá”. Ante tal exageración, le responde don Roldán ofendido: “Miente, señor Palmero / miente y no dice verdad, / que en Mérida no hay cien castillos / ni noventa a mi pensar, / y estos que Mérida tiene / no tiene quien defensar”. Como respuesta el palmero le propina unas bofetadas. RM 76.

    También en la misma revista Lorenzo Rodríguez, en “Personajes y toponimias de La sangre de la raza”, destaca estos dos aspectos en que Antonio Reyes Huertas, autor de la obra, se inspira para componerla. Y Baldomero Díaz de Entresotos edita un relato, “El combate”, donde ofrece una enseñanza: la soberbia del gallo fanfarrón es vencida por la humildad del gallito insignificante, aunque en realidad el relato se recrea innecesariamente en la violencia. RM 76.

    En febrero de 1977, la Delegación de la Juventud con el patrocinio del ayuntamiento de Mérida convoca el concurso literario “Semana Santa Emeritense”. El premio para el ganador consiste en una placa del consistorio y el honor de editar su escrito en la revista de la Semana Santa emeritense. Voy por

    El 21 de marzo no se celebra la XXVI Fiesta de la Poesía para conmemorar la llegada de la primavera, ni se convoca un certamen poético para estimular la creación de los poetas jóvenes. Hoy 220377. Sin embargo, la Delegación Local de la Juventud cubre esta falta con la convocatoria de un concurso literario con el tema de la Semana Santa emeritense, cuyo ganador es José María Luque Rojo, alumno de COU del instituto santa Eulalia. Hoy 030477.

    El día 19 de mayo se presenta en el Liceo el “Poema a la Mártir Santa Eulalia”, cuyo autor es el sacerdote Joaquín Villalón, que lo ha publicado con el pseudónimo Juan del Valle. Abre el acto el autor con unas palabras, le siguen alumnos de los Salesianos, del instituto y del Centro de Formación Profesional, que declaman el poema. Después, actúa el conjunto que dirige en el instituto Emilia Castellanos; declaman dos chicas sus poemas y cierra el acto la rondalla infantil de los Salesianos. Hoy 190577.

    La Uned organiza una conferencia, “Poesía y compromiso en la lírica de postguerra”, impartida por Joaquín Benito de Lucas, profesor de la Uned y escritor. Hoy 270477. La charla resulta un éxito, pues se dice que la conferencia es la mejor de las programadas este año. Hoy 300477.

    En LA Revista de la feria de 1977 [portada de la revista Mérida], Alejandro Pachón edita “Vibraciones a través del ojo de la ciudad”, donde describe el ambiente de la población emeritense de un modo singular. Ramón Alegre, en “Mi vieja Emerita”, hace un recorrido histórico-poético de Mérida desde los tiempos más remotos a los actuales. “El Guadiana” es un texto en prosa de Joaquín Sánchez, donde define al río como “inspirador de poetas y novelistas; poético y fértil, sembrador de beneficios sin cuento, de leyendas y de encantos”; también cita dos poemas de Valverde Grimaldi (“El río” y “Tengo mi casa frente al río”) y un poemilla de María Rosa Vicente: “Y entre juncos y alamedas / robles y encinas maduras / Guadiana sigue su curso / por tierras de Extremadura”. …

    “21 de marzo de 1977” de Antonio Herrera es un poema dedicado a Valverde Grimaldi en su ausencia. Manolo Calderón edita un poema sin título, que comienza “Hoy / ha salido la luna, / almidonada de fuego”, donde reivindica el trabajo de los braceros del campo. Valhondo publica el poema “Antonio machado”, en cuyos versos pide que los restos de Machado reposen en España. Ángel Sánchez es el autor de un poema sin título, que se inicia con “Ayer / cobijado en la soledad / de tus voces” y se refiere a la rapidez con que se marchita una flor de almendro. Alberto Sánchez edita un poema sin título, que muestra su intranquilidad ante la muerte. RM 77.

    En estos poemas uno de los temas reiterativos vuelve a ser el que se refiere a Mérida o al Guadiana como fuente de inspiración para los poetas o la melancolía por el rápido transcurrir del tiempo y la desaparición de poetas como Valverde Grimaldi y Machado. En cambio, destaca por su novedad la reivindicación que se hace de los obreros del medio rural.

    En 1977, el poeta experimental Antonio Gómez se instala en Mérida y, cuando se adapta al lugar, se anima a exponer en la región con un proyecto denominado Lo experimental en lo poético y, aunque la respuesta del público es la indiferencia, se anima a organizar otras iniciativas novedosas como la edición de Hojas de Alcandoria; la Colección Arco iris o la composición colectiva de La pirámide. En las décadas posteriores difunde sus obras de poesía experimental en ferias como Arco, Foro Sur y Contenedores, las expone en colecciones de museos como el Vostell o el MEIAC… y las edita en antologías de poesía visual de España y Europa. Así logra convertirse en una de las mayores referencias del experimentalismo español a nivel internacional.

    La poeta emeritense María del Carmen Fernández, estudiante de COU en el instituto, consigue premios poéticos como el de la Fiesta de la Vendimia en Los Santos de Maimona con el poema “Loa a la vid” y la Fiesta del vecino en Navalmoral de la Mata con el poema “Pies de labrador” [foto “Poeta Mari Carmen Fernández”]. Hoy 170877.

    El domingo 16 de octubre de 1977 ocurre un hecho literario sorprendente, cuando se entregan en Mérida los premios literarios Virgen del Carmen de la Marina española, cuya presidencia la ocupa el almirante Alberto Lloveres, Capitán General de la zona marítima del Estrecho. Esta entrega se celebra en Mérida, gracias a la petición de Pedro de Lorenzo al Ministerio de la Marina, pues deseaba que fuera en su tierra y en su centro [programa en Hoy 111077 y Hoy 161077]. RM 78.

    Al acto, asisten el capitán general citado, el almirante Leopoldo Boado, las autoridades de ambas provincias y al alcalde de Mérida. Pedro de Lorenzo es el pregonero de “Alforjas para la poesía” y Tomás E. Martínez glosa el significado de la Marina en Mérida. Después se entregan los premios e intervienen los premiados, que son agasajados con una comida en el Parador de Turismo. Finalmente, el alcalde Aránguez impone el escudo de Mérida a los almirantes y a Pedro de Lorenzo. Hoy 181077.

    Por entonces, se le ofrece un homenaje a Demetrio Barrero en el hotel Emperatriz por su jubilación en el que intervienen Juan de Ávalos, Delgado Valhondo, Fulgencio Léon, que le regala un busto, y él recita “La compuerta” y “La nacencia” de Chamizo [fotos “Demetrio Barrero recitando” y “FLeón busto DBarrero”].

    El joven emeritense Manuel Perdigón presenta su libro Retablo de provincias en un acto programado por el Aula de Cultura. El libro, según el autor, está dedicado a todos los oprimidos y marginados del mundo, que en buena medida lo son por la sociedad que intenta moldearlos a su manera. Hoy 291277.

    En enero de 1978, el Aula de Cultura se encuentra con obstáculos para realizar su loable labor, pues se le niega esta denominación, el Ministerio de Cultura  le rechaza una petición de ayuda, solicitada a través de Juan de Ávalos, no pueden usar la Casa de la Cultura los sábados por la tarde, cuando es un momento idóneo para realizar sus actividades, pues está cerrada y el Liceo no le cede sus locales porque ha llegado a confundirse ambas asociaciones culturales y el Liceo quiere preservar su propia identidad. Hoy 250178.

    Al final de enero, se celebran en la Casa de la Cultura conferencias de Isabel Montejano “Claves de D. Antonio Reyes Huertas, un hombre de bien” y de autores no mencionados, que hablan sobre “La novela ecuatoriana actual”. RM 78.

    El 2 de febrero de 1978 muere Ana Finch que, desde joven, edita artículos y ensayos en periódicos y revistas. En sus contenidos se muestra como una mujer adelantada a su tiempo, que reivindica el papel independiente de la mujer en escritos como los titulados “Temas femeninos” y “La mujer, sus derechos y su cultura” o insiste en la necesidad de que los emeritenses sean conscientes de la importancia de sus restos arqueológicos en artículos como “Mérida espera” o “Voces en el desierto”. [Hoy 040278]

    A mediados de febrero, el Ministerio del Interior reconoce al Aula de Cultura Entre Tajo y Guadiana y la autoriza legalmente para realizar sus actividades. Hoy 140278.

    Jesús Delgado Valhondo escribe en “Cuando yo era niño” recuerdos nostálgicos de cuando jugaba a las canicas con sus amigos, mientras contempla el gua donde jugaban bajo los portales de la plaza de España. Hoy 260278.

    Pureza Canelo edita el poema “Marzo”, que empieza diciendo: “Ha sobrevivido la jara / que no plantaron los hombres de mi tierra, / tanto, / que se ha hecho un árbol solo / imparable bajo los elementos…”. Hoy 160378.

    En marzo, el Aula de Cultura organiza la XXVII Fiesta de la Poesía, dedicada a la memoria del poeta Félix Valverde Grimaldi, con la tradicional misa y ofrenda Una flor para Félix y una velada literaria en el salón de actos de la Casa de la Cultura, donde Baldomero Díaz de Entresoto es el mantenedor de la entrega de los premios Félix Valverde Grimaldi del ayuntamiento; Jesús Delgado Valhondo del Liceo y Premio del instituto Santa Eulalia. Después intervienen varios poetas. A este acto asisten las autoridades de la Mérida de Yucatán (Méjico) y se les entrega una copia del pergamino conmemorativo de la primera Fiesta de la Poesía celebrada en 1951. Y a las 22:30, se realiza una cena de amistad en el hotel Emperatriz. Hoy 300378.

    El Aula de Cultura Entre Tajo y Guadiana convoca un Certamen literario con el tema genérico de la Semana Santa y lo gana el joven de 16 años, estudiante de los Salesianos, José Luis Mosquera Müller con el trabajo “Fue en la Pascua”, que es editado en la revista de Semana Santa y obtiene un premio del ayuntamiento. Hoy 030378.

    En mayo, se celebra en la Casa de la Cultura la entrega de premios. Primero intervienen el presidente del Aula, Daniel Molina, Manuel Calderón y después los premiados leen sus composiciones: Anabel Pérez de las Josefinas (poesía), Nuria Ledo (cuentos) y José Luis Mosquera, que recibe el premio del Ayuntamiento. El acto resulta emotivo, pero tien escaso público. Hoy 070578.

    En junio, el poeta Manuel Pacheco da un recital en la Casa de la Cultura de Mérida. El acto comienza con Juan Ángel cantando canciones con letras comprometidas de Pacheco (“Nucleares, no”, “Verde, blanca y negra”, “Los perros de la democracia”…). Le sigue el poeta recitando poemas como “Autoretrato”, “Poesía en la tierra”, “Para curar el cáncer no sirven las libélulas”… Vuelve a cantar Juan Ángel y lee poemas Pacheco (“Los peces de colores”, “Todavía”…). Finalmente se abre un animado coloquio, que se prolonga hasta muy tarde en el exterior. Los dos protagonistas son muy aplaudidos por el numeroso público congregado. Hoy 210678.

     En septiembre de 1978, llama la atención que el número extra del diario Hoy de la Feria, coordinado por Miguel Manzano y realizado por Elisa Blázquez, Ángel Briz y Jesús García, autor también de las fotografías, no incluya ningún texto literario, cuando en la década anterior, los poetas emeritenses incluso disponían de una sección exclusiva para ellos. Hoy 010978.

    No sucede así para bien de la Literatura en Mérida, la revista de la Feria [portada de la revista Mérida], donde Antonio gómez edita un texto titulado “Hecho”, en cuyo contenido confiesa que con su obra pretende que el espectador, también el poeta, sea creador de lo que está viendo. En “La cultura como ente popular”, Daniel Molina muestra su deseo de que el individuo tenga acceso a la cultura sin trabas con un celoso cuidado en la promoción, divulgación y concienciación cultural por parte del Gobierno. Manuel Calderón edita el poema “Lamento”, donde se preocupa por la indefensión de los niños y su falta de sueños. Antonio Herrera publica el poema “Carta a Luis Chamizo desde mi ermita”, cuyo contenido muestra una preocupación por el sufrido trabajo de los pastores. Vicente Sabido publica el poema “Testamento” de su poemario Adagio para una diosa muerta, donde habla una mujer que conquistó corazones en su época de esplendor, pero ahora quiere que dejen sus cenizas en paz. Juan B. Bonilla, en “Mérida tú eres…” encadena una retahíla de bondades de Mérida (“Novia del Guadiana. Madre del arte romano…”) entre las que intercala bastantes deficiencias (“Desamparada… Pobre. Vieja… Vacía de muchas cosas…”). Y Brígido A. Redondo edita el poema “Recóndita raíz”, dedicado a Mérida, germen de su origen. RM 78.

    Estas colaboraciones literarias atraen la atención del lector, porque eluden los temas nostálgicos de colaboraciones de años anteriores y se centran en otros asuntos más novedosos como una nueva visión de la obra artística, el interés por la cultura popular, la protección infantil o una opinión de Mérida con sus pros y sus contras.

     También en la revista Mérida de 1978 Manuel Sanabria destaca, después de una visita que realiza a Mérida de Yucatán, a escritores e investigadores de aquellas latitudes, tomando como base las antologías poéticas editadas por el hispanoamericano Federico Granja.

    Así realiza una excelente labor difusora dando a conocer en Mérida a Renan irigoyen, autor de libros sobre la cultura yucateca; Alberto Bolio, poeta; José Luis Llovera, autor de Este mar no tiene coche, libro de relatos; Isabel Arvida, poeta; Willians Brito, investigador de la cultura maya; Rafael Loret, autor de libros taurinos como Mano a mano, dedicado a Paco Camino y Manolo Cortés; Carlos Loret, padre del anterior, autor de Yucatán en la Patria, donde narra la fundación de la ciudad y su historia posterior; Brígido A. Redondo, poeta y recitador; Alfredo Barrera, poeta, autor del poemario Cruz, en cinco puntos cardinales: Likin, el oriente; Nohol, el sur; Chiquin, el poniente; Xaman, el norte, y Centro-Verde-Hombre, el centro. Termina Sanabria animando a leer a estos escritores y, si es posible, visitarlos para comprobar su caballerosidad, su excepcional cultura, su aprecio y admiración por España. Sanabria, RM 78.

    El 8 de diciembre el Hoy edita tres poemas en un especial dedicado a santa Eulalia: “Eulalia de Mérida” de Rabanal Brito, “Eulalia” de Celestino Vega y “Flores a Santa Eulalia” de López Martínez, que ensalzan la figura de la Mártir en sus vísperas. Hoy 081278.

    Ángel Sánchez Pascual, catedrático de Literatura y premio Adonáis, diserta en la Casa de la Cultura sobre “La poesía como experiencia”, en un acto organizado por la Uned con ecasa asistencia de público. Hoy 201278. Y el escritor cacereño Jesús Alviz presenta su libro He amado a Wagner en la Casa de la Cultura el 27. Hoy 271278.

    La OJE falla el Certamen Literario Forja tu Estilo con el lema Carta a los Reyes Magos. Los premiados son Francisco Javier Gallego, María Isabel Prieto e Inmaculada Sánchez. Hoy 291278.

    En 1979, Fara Pérez del Bosque dedica el artículo “Poeta de la madera, el nácar y el marfil” a su tío Antonio Chacón. Hoy 190179.

    La XXVIII Fiesta de la Poesía se dedica al poeta Antonio Herrera y es organizada por el Aula de Cultura Entre Tajo y Guadiana con el patrocinio de la Caja de Ahorros de Mérida, el Liceo y el instituto.

    La misa en santa María a las 09:00 y la ofrenda Una flor para Félix a las 12:00 ambientan la celebración, que continúa a las 20:00, en el salón de actos del instituto Nacional de Bachillerato se celebra una velada literaria, cuyo mantenedor es Miguel Manzano.

    Comienza con la entrega de premios del concurso literario convocado: el denominado Félix Valverde Grimaldi, patrocinado por la Caja de Ahorros (no por el ayuntamiento como hasta ahora) con una dotación de flor natural y diez mil pesetas es para el poema “Tiempo de silencio” de José Jorquera. El premio Jesús Delgado Valhondo, patrocinado por el Liceo y dotado con cinco mil pesetas, corresponde al poema “Allí junto al mar” de Luis María Gómez. El premio del instituto santa Eulalia es concedido a “Tres poemas” de José Joaquín Rodríguez. Cierra la velada la coral Augusta Emerita, que interpreta “Jotas extremeñas”, “Los segadores”, “La jotita de mi tierra”, “Yo canto a la novia mía”, “Caro mío, ven”, “Ave María” y su himno. Al final, se toma un vino extremeño en el comedor del instituto. Hoy 210379.

    En abril, Miguel Romero se autopublica su primer libro de poemas Lo malo de que tú no existas [foto “Miguel Romero Lo malo de que…”]. El título se refiere al amor, que no existe como sentimiento duradero; (Hoy 040479) por ese motivo, el poeta trata de aferrarse al amor de unos instantes para después, al perderlo, recurrir a su recuerdo y revivirlo.

    En mayo, Carmelo Arribas publica el poemario Cartas de Sol-Edad, (o Cartas desde la Soledad), promovida por el Aula Cultural entre Tajo y Guadiana. El autor advierte que sus versos sin artificios quizás pequen de simples. Hoy 190579.

    En las páginas de la revista Mérida de la Feria de 1979 [portada de la revista Mérida], como es habitual, aparecen abundantes composiciones literarias. “Tú y el río” de Carmen Santos es un romancillo sobre un niño, que crece junto al Guadiana. “Sinfonía perdida” de Antonio Herrera es un lamento provocado por ser mayor y no tener ilusiones. “Golpe sobre golpe y sobre golpe golpe” de Antonio Gómez es una declaración de principios, donde asegura su independencia ante los honores y las críticas. “Añorada Mérida” de Fara Pérez del Bosque muestra la nostalgia del emeritense, que está lejos de Mérida y rememora sus vivencias pretéritas en su entorno plagado de Historia. “A Extremadura” de Elena Señor es un crítico poema contra la emigración producida por las desigualdades sociales entre los señoritos de los latifundios y los obreros del campo, que viven en la miseria y no les queda más remedio que pasar hambre o emigrar. …

    “Villancicos navideños”, editados por la redacción de la revista con el título “Conociendo Extremadura”, son cuatro composiciones tradicionales con las características propias de este tipo de cancioncillas. “Martirio de Santa Eulalia” de Tomás Bravo es un romance dedicado a rememorar el martirio de la santa, pero es criticado porque plagia cinco estrofas del romance de García Lorca. “Yo sé como tú sabes” del poemario Lo malo de que tú no existas de Miguel Romero son unos versos, donde el poeta presagia un futuro en que su amada se quede sola y otro venga a ocupar su vacío. RM 79.

    Como es posible comprobar, entre las composiciones tradicionales referidas a desencanto vital y otras dedicadas a Mérida y también, en esta ocasión, al sacrificio de la Mártir, aparecen otras en consonancia con el momento en que se vive, preocupadas por la situación lamentable de los obreros del campo o por reafirmar la personalidad ante la censura cotidiana de los demás o por la intranquilidad ante la pérdida del amor.

    En diciembre, el grupo de empresas Corex convoca el I concurso literario de artículos, poesía o cuentos sobre el tema de la Navidad, en los que pueden participar los hijos de los socios del grupo hasta 15 años, con motivo del Día Internacional del Niño. Hoy 011279.

     Y el día 12 de este mes el escritor Rodrigo Rubio, Premio Planeta 1965, dentro del tema general del ciclo de conferencias “El escritor y su obra” habla de “Tiempo y obras” en el Liceo. Hoy 081279.

    El 6 de enero de 1980, se entregan los premios del concurso literario de Corex en el III Festival de Cine Infantil, celebrado en el cine Navia, en cuya entrada un Rey Mago obsequia a todos los niños invitados. Primero se proyectan el documental “Badajoz”, dedicado a la provincia y, seguidamente, la película Tarzán y el niño de las junglas. Después se entregan los premios del I Concurso Literario y se sortean una bicicleta y cuarenta regalos. Hoy 060180.

    El 21 de marzo, se conmemora la XXIX FIESTA DE LA POESÍA EMERITENSE en forma de homenaje al maestro, periodista y escritor Santos Díaz Santillana, organizada por el Aula de Cultura Entre Tajo y Guadiana. [Hoy 041179]

    El homenaje consta de la tradicional misa en la iglesia de santa María y la ofrenda Una flor para Félix; la presentación del poemario Corazón, camino y sombras de Antonio Herrera en el Liceo; una velada literaria con Jesús Delgado Valhondo como mantenedor y la entrega de los premios del III Certamen Regional y de la Fiesta de la Poesía con la intervención de los poetas galardonados; la actuación de la Coral Augusta Emerita y la “cena del poeta” en el restaurante Los robles, en la que participan numerosos vates y amantes de la poesía. RM 80.

    En 1980, la revista de la Feria [portada de la revista Mérida] edita poemas en mayor cantidad que en años anteriores. “Elegía a una crisálida rota” de Diocles critica los atentados urbanísticos contra los monumentos, cuando se destruyen, se dañan o se ocultan al construir sobre ellos. “Poema en gris” de Manuel Calderón expresa su malestar existencial por no actuar cuando debió. “… de Extremadura” de Antonio Gómez es una crítica a la situación lamentable en que vive la región, a pesar del cambio político que no ha solucionado sus grandes problemas. “Las piedras quieren hablar”, de José Luis Mosquera, es un poema de reconocimiento al valor cultural de los vestigios del pasado, donde late una preocupación, porque no se valoran suficientemente. “Primer tercio” de José Casillas es un poema-loa dirigido al torero Luis Reina “otro artista extremeño que merece el calor de su pueblo”. “Adiós a la encina” de Antonio Herrera son unos versos, donde el poeta se lamenta de la destrucción de las encinas. …

     “Tiberio Porrón Moratalla y la Sinfo (Romances a pesetas)” de Romualdo Casillas es un gracioso relato sobre un charlatán y su mujer, que van de pueblo en pueblo camelando a la gente inculta para venderles romances a peseta. “Recordando a Augusta Emerita” de Galán y Galán es un soneto, en el que el autor añora desde Montánchez su juventud en Mérida. “El puente del Albarregas” del mismo poeta es otro soneto sobre el paso de la vida y la muerte por este puente. “A orillas de Albarregas [sic]” de A. B. Cadenas es un rimado laudatorio a Mérida. Un texto narrativo dialogado sin título e incompleto de José María Gordillo, alumno de 8º de EGB, sobre un viaje realizado. …

    El cuento “El sueño”, segundo premio del Concurso Infantil de Cuentos Casa de la Cultura de Mérida de Inmaculada Sánchez, alumna de 8º de EGB del colegio Romualdo de Toledo. El relato trata sobre un niño que sueña cómo será su vida cuando sea mayor. “El cuento de los pajaritos”, tercer premio del citado concurso del alumno de 8º de EGB Sebastián Prieto del mismo colegio; se trata de un emotivo relato sobre dos hermanos, que se llevan un nido a casa para, en invierno, proteger a los pajaritos y, en la primavera, echarlos a volar. RM 80.

    En estos poemas destaca el predominio de argumentos que muestran una concienciación por la tala de encinas, el atraso de la región, la destrucción de restos del pasado y el respeto por la naturaleza.

   El resto de los poemas editados suelen tratar asuntos conocidos como la añoranza por Mérida del emigrado o el impacto emocional que provoca la contemplación de sus monumentos con otros circunstanciales como el tema taurino.

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 Jesús Delgado Valhondo: Vida. Poética. Poesía de Antonio Salguero Carvajal se acabó de imprimir el día 15 de mayo del año 2009, festividad de San Isidro Labrador, en los talleres de Indugrafic S. L. de Badajoz, editado por la Fundación Jesús Delgado Valhondo  en su Colección Estudios, nº 1.Fotografía cabecera: Vista de La Zarza

Otros poemas

 

Poemas de carácter existencial.

Poemas de circunstancias

 

    Los poemas recogidos en los libros que acaban de ser analizados constituyen la obra poética de Jesús Delgado Valhondo, porque responden a la misma unidad, coherencia y evolución.

    Aparte tiene escritos numerosos poemas, que se pueden agrupar en dos grandes bloques: Poemas de carácter existencial, que fue componiendo para incluirlos en algunos de los libros de su obra poética, pero que luego desechó por tener otros poemas más de su gusto o bien porque se vio obligado a realizar una selección. Y poemas de circunstancias, cuyo origen se localiza en algún hecho común y puntual, que se encuentra al margen de su obra poética[1].

 

    POEMAS DE CARÁCTER EXISTENCIAL

    Dentro de estos poemas se incluyen poemas en Canciúnculas, poemas del borrador de Pulsaciones, poemas de la edición original de La esquina y el viento y poemas dispersos. Sus características significativas y formales son semejantes a las detectadas en los poemas de su obra poética por ser elaborados simultáneamente: preocupación por la existencia, anhelos de inmortalidad, esperanza, búsqueda de Dios, melancolía, angustia, desencanto, soledad. Métrica cercana a la tradicional en un principio que evoluciona hasta el versículo finalmente. Lenguaje común inicial que tiende al surrealismo y a la esencialidad. Estilo confidencial y sincero.

    Los poemas “en Canciúnculas“ tienen esta denominación porque se hallan en su interior, pero no pertenecen al libro. Se trata de ocho poemas manuscritos de diversa factura: “Atardecer” está escrito verticalmente encima del título de la segunda portada del libro. En la vuelta de la contraportada, se encuentran “Mi pie desnudo”, “Amanecer en la catedral”, “Alba” y “Sonrisa”. Y, dentro del libro, se localizan dos cuartillas sueltas, una, con “Amor” y “Nana” y, otra, con “Caminante”[2].

    En conjunto estos poemas, que debieron ser compuestos entre 1930 y 1935, tienen unos rasgos semejantes (preocupaciones existenciales, estilo llano y tono tradicional) a los poemas del libro donde se hallan, excepto “Amor” y “Nana” que son poemas amorosos de juventud. Parece ser que el poeta tenía en proyecto realizar con todos una ampliación del libro:

 

“Nadan uvas en el río

que llevan trozos de luna.

Nadan ojos que me miran

y no me verán nunca.

Bebe el aire en las olas.

(Mi cuerpo es de aire …)

la virginidad del río.

Mi pie desnudo te siente

arena, sol, tarde, agua.

Mi pie desnudo te siente

como un trocito del alma”[3].

    Los poemas del borrador de Pulsaciones se encuentran manuscritos en la vuelta de las páginas (y algunos, incluso, en los espacios en blanco que dejan los poemas mecanografiados del libro). La mayoría de estos poemas tienen abundantes correcciones, porque el borrador de Pulsaciones fue un banco de pruebas donde Jesús Delgado Valhondo fue preparando y almacenando poemas de 1940 a 1945 para su libro El año cero, de los que finalmente incluiría quince.

Estos poemas, a pesar de que estaban pensados para ser el escaparate de su primera poesía, presentan prematuras intranquilidades espirituales:

 

“Las campanitas del cielo

se cayeron en el campo.

El rocío le dio lágrimas

antes que tuvieran llanto.

Es mar azul y dormido

que Dios le tiende su manto,

la pradera de los lirios

¡Qué lago del camposanto!”[4].

    Los poemas de la redacción original de La esquina y el viento son los que Jesús Delgado Valhondo se vio obligado a excluir de la edición de este libro y luego no incluyó en libros posteriores por motivos diversos. Todos los poemas de la redacción original presentan al poeta sufriendo ya en su espíritu las consecuencias de la falta de respuestas, la soledad consiguiente y la necesidad de buscar a Dios:

 

“La vida fuera, tras de los cristales

que encerraban mi cuerpo desvalido,

geografía sabida en su latido

ignorando la playa de mis males.

Horas pasan cercanas y fatales

royendo mi coxalgia y mi quejido,

entrega de momento dolorido

al canto de los cuervos ancestrales.

Cuando apenas siete años sostenía

sólo dolor y podredumbre ahogaba

mi despertar doliente a la alegría.

En la pierna la llaga me rezaba

terror de mi niñez y donde un día

Dios infinito entre mi pus brotaba”[5].

    Los poemas dispersos son calificados de esta manera, porque han sido editados diseminadamente en publicaciones periódicas, Poesía y Poesía completa de Jesús Delgado Valhondo. Estos poemas generalmente responden a un marcado tono existencial, que es característico del conjunto de su obra lírica y sirven de complemento a los poemas que la forman:

 

“Entre el vivir y el morir

está mi sueño y el agua

que me riega este camino,

sin nombre, de mis palabras,

ni roca, ni flor, ni hombre,

pozo, sí, de mi nostalgia.

(Pozo donde miran unos,

y otros beben … Todos pasan)”[6].

 

POEMAS DE CIRCUNSTANCIAS

    Los poemas de circunstancias acogen a los denominados genéricamente canciones, himnos, homenajes, poemas de Extremadura, poemas de la Pasión, poemas (pseudo)navideños y textos vanguardistas. La diferencia con respecto a los poemas anteriores radica en que Jesús Delgado Valhondo se muestra más distendido, pues su contenido se aparta de sus hondas preocupaciones (aunque no las olvida del todo). Sin embargo, coinciden en que Valhondo no es menos poeta que en sus poemas más trascendentes pues, incluso en composiciones circunstanciales, muestra un fino lirismo que es producto de la trascendencia con que concebía su labor poética.

    Las canciones son poemillas con los que Jesús Delgado Valhondo prueba a liberarse de la tensión emocional que lo invade en determinados momentos o bien como ejercicio lúdico donde mezcla la poesía con la música y se reencuentra con los ritmos frescos y espontáneos de la tradición popular:

 

“I

Sólo el aliento le echaba,

la copa estaba muy limpia

y la copa se empañaba.

II

Agua turbia iba rodando,

piedra a piedra, la montaña,

cuando llegaba a mis manos

era agua limpia, agua clara”[7].

    Los himnos fueron el resultado de la necesidad que tuvo Jesús Delgado Valhondo de evadirse de su decepción con una actividad que lo ilusionara. Y ésta le resultó grata, porque era un aficionado a la música clásica por su capacidad para expresar los sentimientos humanos, y del cante jondo por su enraizamiento en el dolor:

 

“Nuestra tierra es, como siempre fue,

corazón abierto al mundo entero;

hombres, raza, fe y lenguaje dio

como alas de luz en el acero.

Extremadura,

del pan y el dolor,

la del trabajo de cada día;

ennoblecida

de historia y valor,

te cantaré, tierra mía.

En estrecha unión haremos región,

nuestros campos cumplan su destino,

que nuestra ambición es un gran país,

con bandera extremeña en el camino.

Extremadura,

del pan y el dolor,

la del trabajo de cada día;

ennoblecida

de historia y valor,

te canto yo, tierra mía” [8].

    Los poemas-homenajes son composiciones donde Jesús Delgado Valhondo expresa su aprecio por escritores como Baroja, Juan Ramón, Machado, César Vallejo, Rodríguez Perera y Lencero o por amigos como Juan Ramos, Manuel Sanabria y Juan Luis Cordero. También en este tipo de poemas entran las alabanzas a reinas y damas de Juegos Florales, que son puramente de circunstancias. Sin embargo, en todos alcanza un alto grado de sinceridad y sutileza, pues nunca tomó a la ligera su tarea de poeta:

 

“Porque lograste ser lo que querías

y porque eres un hombre entero y vero

y amigo fiel al deshojar los días.

Porque quieres lo mismo que yo quiero,

comulgo tus palabras con las mías.

Creo en Manuel Sanabria y Escudero” [9].

    Los poemas de Extremadura tratan temas referidos a lugares (barrio de San Mateo, Montánchez, Siruela, Badajoz, Cáceres, Mérida), plantas (jaras, encinas, trigo), animales (cerdos, conejos, águilas), productos típicos (vino, jamón), ríos (Gévora, Tajo, Guadiana) de la región. De todos se deduce que Jesús Delgado Valhondo no tuvo una concepción folklórica de su tierra sino una fuerte convicción de pertenecer a un lugar determinado con unas características peculiares, que conformaban su configuración física y la idiosincrasia de su gente.

    Sin embargo, no incluyó en su obra poética ningún poema referido directamente a Extremadura, porque quiso darle un carácter universal. Pero no es difícil deducir que el ser humano común, protagonista de su obra poética, y el paisaje que habita son los de su entorno. El momento en que habla más detenidamente de su tierra y de su gente es el “Canto a Extremadura”, extenso poema donde ofrece una visión lírica de su mundo, que también vierte en otros poemas no exentos de preocupación por sus problemas:

 

“Bajo una encina me he dormido,

ha sido alegre el despertar,

cantaba el campo melodía

y estremecía su cantar.

Entre las ramas se veían

azules ángeles volar

un cielo a trozos repartido

que nunca sabes a quién dar.

Y este silencio que no acaba,

hecho una bomba, de estallar,

todo lo cubre con ausencias

de los ya nunca regresar”[10].

    Los poemas de la Pasión recuerdan el sacrificio de Cristo y, aunque están motivados por un hecho circunstancial (la celebración de la Semana Santa), siempre contienen una fuerza lírica que ensalza su insólito ejemplo de entrega. Estos poemas son un modelo de que es posible congeniar las circunstancias con la expresión lírica sin caer en tópicos ni en opiniones forzadas:

 

“Cuánto pesa, Señor, la cruz llevada

con el alma al calvario tan temprano.

Cuánto pesa la pena del humano

corazón que se rasga en la alborada.

Es temprano, Señor, de madrugada

para andar el camino del gusano

arrastrando la sangre del hermano

con una cruz en el amor ganada.

Si yo pudiera, Señor, porque yo quiero,

servir de Cirineo en tu agonía,

ayudarte a llevar el mundo entero.

Mira, Señor, mi anhelo en noche fría

de la pasión donde contigo muero

a la par que tú vives en la mía”[11].

    Los poemas (pseudo)navideños, detrás de sus títulos y/o subtítulos que remiten a la Navidad, encierran denuncias contra situaciones preocupantes de su entorno, aprovechando que la soltura de su ritmo es muy apropiada para la ironía y la crítica. Recupera de este modo Valhondo el valor primitivo de este tipo de poema, cuyos contenidos no solían ser navideños:

 

“El Niño no comprendía

lo de la universidad.

No se explicaba que un día

un Salomón conseguía

partirla por la mitad.

Jesús preguntó a María

que cuál era la verdad.

Y Ella tampoco sabía

el porqué se dividía

en dos la Universidad”[12].

    Los textos vanguardistas son creaciones cercanas a las greguerías de Ramón Gómez de la Serna, a quien Valhondo admiraba por su ingenio, espontaneidad y experimentación con el lenguaje. Estos textos también son una muestra de la atracción que sentía por la literatura como juego ingenioso y como medio de indagar en la búsqueda de nuevos caminos expresivos:

«Los caballos de fuego que, tirando de un carro de oro llevaron a Elías al cielo, estarán pastando auroras boreales» (“Llamas de candil”).

 

   Los libros de poemas que forman la obra poética de Jesús Delgado Valhondo más los poemas existenciales y circunstanciales comentados, en conjunto constituyen la poesía completa de Jesús Delgado Valhondo.

 

 

[1] En su Poesía completa (Mérida, ERE, 2003) aparecen recogidos más de doscientos poemas de carácter existencial y de circunstancias en el tercer capítulo titulado “Y otros poemas” (tomo III).

[2] Es el único poema mecanografiado.

[3] “Mi pie desnudo”.

[4] “Lirios”.

[5] “Coxalgia”, poema de la redacción original de La esquina y el viento.

[6] “El poeta”.

[7] “Otras canciones”.

[8] “Himno de Extremadura”.

[9] “A Manuel Sanabria Escudero”, médico emeritense con el que JDV mantuvo una grata amistad.

[10] “Tierra extremeña: silencio”.

[11] “Jesús nazareno”.

[12] “Villancico de la universidad”.

 

 

Fotografía cabecera:Vista de La Zarza