Lobato Delgado, Faustino
PÓRTICO
Nací en Almendralejo en los años cincuenta. Mis primeros años de estudios en el IES Santiago Apóstol fueron decisivos en mi inquietud literaria. Miguel Hernández, Lorca fueron mis preferidos. Después llegaron las extensas lecturas de Juan Ramón Jiménez y Machado. De la poesía pasé al teatro, tiempos en lo que lo prohibido se hacía atractivo y acabé en un grupo de arte y ensayo interpretando obras de autores centroeuropeos. Con dieciocho años me vine a estudiar humanidades a Badajoz. Ordenándome sacerdote a los veinticuatro años. Al poco tiempo, con veinticinco años, atravesé los Pirineos para ir a estudiar en Bélgica, en la Universidad Católica de Lovaina (Louvain-la –Neuve), Antropología y Teología.
Mi encuentro con el sociólogo y antropólogo René Houtard en Louvain marcó un antes y un después en mi visión de la realidad. En el entorno de este profesor, catedrático de sociología, tomé contacto con grupos próximos a la teología de la Liberación y con escritores libaneses y palestinos. En esta época formé parte de un grupo cercano a la escritora y profesora de la KUL (Katholieke Universiteit Leuven), Kristien Hemmerechts. A través de estos escritores de Leuven tomé contacto con algunos poetas francófonos, como André Schmitz, Guy Cabet (poeta y músico), André Imberechts (W.Cliff).
Al volver a Badajoz, a finales de los ochenta, alterné mi actividad docente universitaria con una intensa actividad social en el mundo gitano y desestructurado de la Plaza Alta de Badajoz. Este entorno, deprimido socialmente, me sirvió para escribir de forma menos lírica y con un contenido más social. Artículos reivindicativos sobre esta zona deprimida de Badajoz fueron apareciendo en el diario Hoy. Por otro lado, la concesión del premio Internacional de poesía Amico Rom de Lanchano (Italia) marcó otra manera de trabajar el verso. Esta no sería la única. Después vendrían otras formas de entender la poesía.
En el año 2000 dejé la institución eclesial para dedicarme al completo a la docencia no universitaria impartiendo clases de filosofía en Secundaria y Bachillerato hasta el año 2017. Son en estos momentos de inicios del siglo XXI cuando empecé a publicar. Y fue en estos momentos cuando conocí al escritor Francisco Rangel, perteneciente a la Asociación de Gallos Quiebran Albores, el que me invitó a participar en la misma. El encuentro con este grupo de escritores de Mérida hizo que me planteara nuevas formas de crear el verso. En el año 2010, junto con otros escritores de la ciudad de Badajoz fundamos una tertulia que terminó por llamarse Tertulia de Escritores Página 72.
POÉTICA
Desde mi primera obra publicada en 1999, Poemas gitanos (Uziel. Premio Amico Rom) hasta el actual libro El nombre secreto del agua (Vitruvio 2017) mi forma de escribir ha sufrido una notable evolución. De un verso balbuceante de lo social, con notas líricas a uno más intimista y existencial donde la mezcla de prosa poética y poesía se ha convertido en una forma de trabajar. De manera transversal y continua la metapoesía ha ido apareciendo en mis escritos, como una forma de decir lo que hago y porqué lo hago. Hablar de la poesía haciendo versos serena mi inquietud de permanente búsqueda.
Podría decirse que en mi corta vida de escritor hay tres etapas:
La primera, (1998-2003) donde el verso tiene como referencia adulta la realidad social y, a veces, la sobrevivencia como meta-relato. De esta etapa son los poemarios: Poemas gitanos, Pegados al horizonte, Cuatro momentos para el poema y Quiebros del laberinto. Este último, en la línea de la poética del silencio, es un paso a otra forma diferente de encarar la palabra escrita.
En esta época, 2002, gané el primer premio con un poema «Tu gesto», en la Fiesta de la Primavera convocada por la R.S. Económica E. de Amigos del País en Badajoz.
La segunda etapa (2003-2010) viene marcada por un planteamiento de vida diferente. Por una parte, una visión de lo humano donde la fragilidad toma protagonismo. En esos momentos vivía con intensidad la enfermedad de Parkinson de mi padre. Y por otro lado, otra forma de encarar lo cotidiano como realidad mayor. En esta etapa salen a la luz varios libros: Las siete vidas del gato y Un concierto de sonidos diminutos.
A partir de esta segunda etapa comencé a aparecer en Antologías poéticas, no solo locales sino también nacionales. Otoño literario (Badajoz), Rizomas (Mérida), Poetas en Libertad 8 (Madrid).
Y la tercera etapa (2010-2017), tiene como referencia el ámbito creador de la Tertulia Página 72, y de manera especial el nacimiento de mi hijo Rodrigo. Así, en el ámbito del crecimiento poético y personal surge un poemario: El nombre secreto del agua. Con este libro descubro una forma de entender la realidad más intimista y donde la meta-poesía viene a ser el trabajo central.
Los próximos libros, abordan temáticas diferentes en consonancia con esta línea de la tercera etapa como son La sorpresa de lo humano, y Rehacer el alba. Memorias de un naufragio.
En esta etapa se sucedieron también la participación en Antologías: Selección de poemas 10 autores (Madrid); Veinte verdades fingidas (Badajoz); Silencios encontrados (Málaga); Itinerario Monumental de Mérida (Mérida); Al final poesía (Málaga); Como un río sonoro de manzanas (Mérida): Salgueiro Maia (Cáceres).
Si la primera etapa está marcada por lo social, y la segunda por la existencial, la tercera tiene una nota intimista donde el verso busca referencias meta-poéticas, como el agua o el tiempo. Este crecimiento de fondo no es más que el desvelamiento de ese espejo interior que, de forma sencilla, marca la mirada del silencio creador.
Todos los momentos han sido y lo siguen siendo un encuentro intenso con grandes creadores a través de la lectura diaria de sus obras. Entre otros cito a Cernuda, Valente, Otero, Gamoneda, García Montero, Andrade, Sophia de Mello, Peixoto, sin olvidar a los clásicos Garcilaso, Bécquer, Rimbaud. Dicho esto, confieso que soy un lector compulsivo de poesía.
COMPOSICIÓN POÉTICA. OBRAS PUBLICADAS
POEMAS GITANOS
(Premio Amico Rom Lanchano (Italia). Badajoz, Uziel, 1998)
Este poemario, primera de las obras que aparecen en público, obtuvo el premio especial del jurado y Diploma de honor a un poeta extranjero en el V Concurso artístico internacional “Amico rom” que la Associazione Culturale Thèm Romanó Onlus convoca cada año.
Los poemas fueron recogidos en un cuaderno editado por Uziel, Colección poética 1998. Nº 4. A esos poemas se le añadieron otros, resultando un total de13 poemas. Los poemas premiados tienen expresiones romanís como un guiño a la cultura gitana que por razones miles, muchas de ellas políticas, no se desarrolló en España.
La obra está dedicada a mis padres que me enseñaron a compartir con los demás sueños de mar, prendido a la línea de horizonte lejos de naufragios.
Se abre el libro con un primer poema a modo de canto, Gili romaní, seguido de otro de las mismas características, Taranto. El resto pone de relieve aquello que forma parte de ese ser gitano tan particular, como son la salvaguarda de la virginidad de la mujer antes de casarse, lo que se llama la honra de la mujer joven, Chaví; la actuación de la justicia entre los clanes manteniendo la figura de honor del anciano, El tío. Los demás poemas son letras para canciones dirigidas al sol y a la luna, Kham ta `Chon y tópicos del pueblo gitano, como el deseo de la buena suerte, Sastipé.
Escritos en primera o segunda persona los poemas trazan el sentimiento del pueblo gitano. Los versos mantienen las rimas asonantes y consonantes propias de los cantos a la guitarra. Mucho de ellos mantiene el ritmo de los poemas lorquianos.
Gili Romani
Gili romaní grito gitano de voz cortada jonda Gili romaní nota blanca en clave de sol rumba Gili romaní calor de fragua de cuerda de guitarra. Gili romaní galán de noche calor de hombre. Gili romaní beso amante que adormece y sueña. Gili romaní canto y nota, voz y rosa. Gili romaní palma y danza amor y deseo. El tío Pañuelo al cuello, bastón en mano, mirada firme flor de arrabal. Silencio de palabras sombrero calado boca cerrada sol de mediodía. Juicio de hermanos ley gitana reyerta de agravios sangre y vida. Kham Ta ‘chon Sol de la mañana. Luz ronca. Sudor de piel morena, de espalada rota. Luna que baña de plata, canto de luz, el transitar de la caravana. La niña duerme. Duerme la niña. Sol, Luna voz, beso, palabra, verbo cuna, sueño. Rueda la caravana, rueda. Gitano, con el sol a cuestas, la luna en la frente. Beso, gitano. cuento, canto. Gitano. |
PEGADOS AL HORIZONTE
(Plaqueta desplegable. Editado por Uziel. Badajoz. 2000)
Poemario de amor y desamor, donde los versos vibran ante la ausencia hasta sumergirse en el gozo de la presencia.
Las ausencias la forman seis poemas (I-VI) conformando un capitulo llamado Cantos de sirena. En este espacio el yo lírico siente la pérdida de lo amado, y el querer se confunde con la pasión. El ambiente, lleno de sonidos inconexos, marca la pauta del deseo. Sólo el silencio será capaz de calmar la angustia de lo ausente, de lo que no es, de aquello de lo que no se quiere hacer historia ni pasado. El tiempo juego, en estos versos, un papel protagonista.
Esta idea del canto de las sirenas es una alegoría de lo terrible, de lo irremediable ante el engaño. Ya en el capítulo XII de la Odisea de Homero, el personaje Odiseo hace caso omiso de este canto engañoso de las figuras míticas. Al tomar esta figura literaria el capítulo del poemario pretende subrayar el hecho de la seducción y del engaño, ese que el propio yo sufre ante las ausencias. Lo ausente se idealiza y, aunque resulte paradójico, por el mismo motivo que este hecho engaña atrae.
Las presencias se dibujan con otros seis poemas (I-VI). Este apartado se titula Cantos de tierra adentro. Es el espacio donde el yo traza lo firme en paralelo con otra realidad fuera de su alcance. Ya no se juega con el deseo imaginado sino con la realidad y en presente. Es cierto que este capítulo tiene una traza similar a lo que se pudiera llamar el gozo místico del encuentro haciendo un guiño al Cantico espiritual de Juan de la Cruz. Ahora, no es la noche sino el amanecer el que dibuja la línea del encuentro. Otra vez el tiempo, ahora sin delimitar, el que conduce a la presencia, a la realidad aceptada volviéndolo todo gozoso.
Hay quien, después de leer estos dos capítulos que forman la plaqué, podría decir que el tema principal del poemario no va más allá de una situación romántica donde la protesta por lo que se va se acalla con la luz de lo que llega. Sin embargo, no es así. Los doce poemas cuentan la historia de las perdidas, pero de todas las pérdidas-no solo las amorosas- que, aceptadas, hacen crecer al ser humano. Trata, por un lado, de la lucha interna con los propios sentimientos, y del acrecimiento ante lo que llegal siendo esta realidad algo que el yo aprecia doblemente.
Se juega con la dicotomía amor-desamor, incluso con la paradoja de sufrir al mismo tiempo que se siente la alegría del no todo está perdido.
I
QUIERO distraer la atención, un río hecho de pasiones
ocultando el canto que me aprieta el sentir hasta herirme.
Quiero sofocar la palabra, ahora balbuceo
bajo el manto de la mañana despertada en la indiferencia.
Quiero no querer que el silencio me abandone dejando
de ti el recuero en medio de los ruidos,
que señalan donde estoy ahora sin norte, quito,
en la atonía de la horas.
Quiero derribar este muro de dolor y entregarme a la luz,
al sonido, a la visión de lo mejor, y crear fantasías,
irreales historias que me lleven hasta ti, sí.
Quiero dormir y levantarme mañana pensando
que todo ha sido un sueño, una pesadilla
y encontrarte ahí aguardado el saludo de la carne
fundida con el alma.
V
Te he encontrado
después de esperar
en el cansancio de los días.
Gozo de la brisa que baña mi orilla.
recogido en la calma de este río,
al unísono de este fuego
que prende en mí
sin quemarme.
Te encuentro así, sin titubeos,
llena de primaveras, de lunas.
Y navego en ti, hasta saciar mis labios
con versos. Sí, con palabras
de viento y mar
y sentirte ardiendo.
CUATRO MOMENTOS PARA EL POEMA
(Primer Premio de Poesía Villa de Montijo. Montijo, Ayuntamiento, 2001)
Según Antonio Viudas Camarasa, uno de los miembros del jurado, la obra muestra, en verso libre y armónico ritmo interno, momentos de la vida en la creación literaria. Viudas Camarasa opina que el autor presenta una poética especial y demuestra haber leído e interiorizado versos de la mejor poesía, mientras medita en la esencia de la vida. Creencia, ensueño, existencia, vivencia son ejes sobre los que se mueve su creación artística. Expresiones sencillas, de copiosa sensibilidad y reflexión sobre el ser humano, donde las palabras son “logos perfumado” y se mira la vida “con los ojos de lo amado”. Estas opiniones me llevan a escribir con más detenimiento, aunque la confianza en mi proceso de creación se dará a partir del 2010 cuando la Editorial Imcrea me publique Las siete vidas del gato.
Cuatro momentos para el poema hace referencia a cuatro tiempos del existir real, de la vida que cuesta mirar y que los versos son capaces de traducir con la fuerza y el calor de la palabra. Estos cuatro tiempos se enraízan en los elementos humanos que forman parte del paisaje humano: crecer, soñar, existir y vivir.
Los versos de esta obra están dedicados a Mauricio Jorquera “un hombre bueno que sabe estar al lado sobre todo cuando los momentos se hacen difíciles”.
El jurado, presidido por el concejal de Cultura, Gonzalo Vaca Alvarez, estuvo integrado por Teodoro Gracia Jiménez, Piedad González Castell, Rosa Lencero Cerezo, Antonio Viudas Camarasa y Francisco Lebrato Fuentes.
III
EXISTIR en el hastío de los días,
monocordes y grises, y en los alegres,
en todos los días de amor
que dan felicidad sin nombre,
que pasan y dejan su huella
en la brisa del recuerdo;
EXISTIR, con las manos tendidas,
abiertas en señal de duelo, de oración
por todos los muertos, por todas las injusticias
que rompen el horizonte humano,
por todos los sinsabores,
por todos los desprecios;
EXISTIR, con los pies en la tierra,
pegados a ella hasta enamorar los cielos,
prometidos paraísos de otro día
en discursos envueltos,
transformados hoy en deseos,
en sinceros ideales vestidos
aún de Invierno;
EXISTIR, con la rabia en la boca,
y los ojos ciegos al llorar en mi adentro;
con el infierno de la duda y en la sinrazón
quemando trozos de alma
y de sentido amor;
en el rechazo, con torpezas,
amordazado;
EXISTIR, con la vida en vigilia,
insomne, pendiente y a la espera;
viviendo en la crecida, en un permanente nacer
con el deseo de los hambrientos,
con la locura de confiar en blanco;
EXISTIR en el calor de los días,
con la casa en fiesta y el alma vestida
de todo lo humano, de dioses y Olimpos,
de cielos, de lo que comprendo, de todo lo vivo
y de lo contrario;
Existir con la esperanza dolorida
y un vivir de primavera,
renaciendo siempre
y amando …
TU GESTO
(Primer premio de la Fiesta de la Primavera. Badajoz, Revista Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos de Badajoz, 2002)
I
TU MIRADA llegó
alada mariposa perfumando
la línea invisible
del pensamiento.
TODO estaba en orden , todo era perfecto,
faltabas tú, tu sombra
con la bondad
de tu huella a cada paso.
TU MANO pasó después
y se posó pétalo de flor, sobre
el cuidado cuerpo
de lo cotidiano;
TODO fue solemne y sencillo a la vez,
tan grande en lo pequeño
que necesario fue estar vigilante
para descubrir tu paso y tu mirada;
TU GESTO, tu mano y tu mirada
lluvia de mayo, llegaron,
empujando las horas, brisa cálida
vistiéndome de calma.
II
SIEMPRE llegas como aire
como luz que amanece en los labios,
en las secretas palabras sin madrugar
ABRANZANDO el espacio llegas,
huella amante, en las vencidas sombras,
en esos rincones todavía dormidos;
LLEGAS y siempre nacemos
a la fiesta del amor sin cortapisas
envueltos los dos en la mañana
que no quiere despertar
QUIEBROS DEL LABERINTO
(Badajoz, Nuevas Letras, 2003)
Con este poemario editado por Juan Antonio Méndez del Soto en la desaparecida editorial Nuevas Letras e ilustrado con las acuarelas de Leiva (ex-director de la Escuela de Arte de Mérida), consolido una manera de hacer aunque no es la forma definitiva. Los comentarios de Ramón Pérez Parejo a esta obra fueron extraordinarios hasta el punto de entusiasmarme en la Poética del silencio.
La obra está compuesta por 24 poemas escritos en verso blanco y en tercera persona. Marcando cada uno de los capítulos y en cursiva hay una relato, el de un peregrino en busca del centro de una ciudad laberíntica.
La prologuista de la obra, Rosa Rodiño, decía que “la obra nacía de un gran esfuerzo dilatado en el tiempo y por lo tanto hijo es de un parto bien sufrido…”. Rosa añadió que el poeta es “un caminante que observa y guarda en la memoria el bullicio, la risa de gentes en las calles”.
El poemario traza, a modo de relato y en versos blancos, las andanzas de un peregrino por una ciudad. Esta no es una realidad física sino espiritual. Este el meta-relato para hablar del alma que busca el centro de sí mismo del ser, la realidad innominada del misterio. La referencia inspiradora es la ciudad de Badajoz.
La estructura interna de la obra se enraíza en los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra. Son estos elementos los que llevan al poeta a mirar con ojos de amante herido por los rincones de una ciudad donde-paradójicamente- vive y se siente morir. Es el lugar donde el ser, al mismo tiempo que se apaga, renace. En definitiva, el libro trata de los sentimientos encontrados en la aventura de la búsqueda interior, del fuego como de lo auténtico. Será esta búsqueda la que provoca esos quiebros, esos saltos propios de quien se resiste a la monotonía del siempre lo mismo.
Así, el relato nos adentra en el entresijo de calles, siendo la ciudad una gran metáfora para subrayar como el ser humano, en su búsqueda de la verdad se introduce en el laberinto de la existencia, un viaje interior lleno de sueños y de deseos. Dicho esto se comprende el porqué de la estética de los espacios en blanco en el poema, además de que esto permite al interlocutor una lectura pausada e interiorizar el sentido de los versos.
Es muy importante el simbolismo de la luz, porque este nos acerca a la visión mística del recorrido. En este singular viaje ayuda que el tratamiento del paisaje sea de tonos claros y sin estridencias así como la insistencia en lo desierto, despoblado y sin vida que le dan un tono social a la búsqueda.
El poemario, viene a ser también una protesta, una denuncia ante situaciones conflictivas vividas en este o parecido espacio. Por otro lado, es notorio el predominio de lo contemplativo en un ámbito donde el color predominante es el azul.
Hay que resaltar que a lo largo de todo el poemario existe una ausencia de la primera persona, un escamoteo del yo literario, siendo la tercera persona la que permite que el protagonismo lo tome lo observado.
Quiebros del laberinto tiene una indirecta intencionalidad y es la de ayudar a que cada uno encuentre esa ciudad interior que está por descubrir…
En la frontera del Sol la ciudad herida estaba
En mil pedazos rota.
El viajero se acercó…
A la Alcazaba
GUSANO de piedras que abraza el pretil del horizonte, orilla de otro mundo, paisaje con sabor a cal,
a madrugadas, lleno de amores y lunas.
ALCAZABA verdiblanca bañada de claridad de vientre arrugado y almohade donde los días hablan de vientos
AMOR de mañanas que susurran flores amor de tardes llenan los ojos de dulces secretos,
de calles de cantos desvelados.
PREÑADA de fría soledad mocea el deseo del aire que revienta en la lluvia, en el torpe bullicio del paisaje.
Un dialogo de cielos acuna las estrellas
TRAICIONES y risas ansiosas de descanso se vierten en la sangre y en el río.
HIPOTECADA en el impuso del vacío surca el misterio de los días esa memoria ácida que la hunde
En la ciénaga del recuerdo.
VIGIA grávida de hombres que se quiebra en mil antojos de atormentados sueños.
DESTRONADA en un paraíso de abrazos de ríos, de lunas,
Juega con el afán mudo de clarear mares.
VESTIDA con olor de humo y cartón se agacha en la soberbia de la orilla con la viuda embriagada hasta el colmo del hastío.
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LAS SIETE VIDAS DEL GATO
(Badajoz, Imcrea, 2010)
Comienza el libro con la dedicatoria: A mi padre, de quien aprendí a mirar la vida. Y es que este libro tiene como emoción y eje central los sentimientos hacia mi padre, los sentimientos por los que veo llegar lo inevitable a mi ser más querido. Estos sentimientos se reproducen en forma de verso al interpretar el viento, la luz, el agua que pudieran ser los últimos en cualquier instante.
En las cuatro partes de que consta el poemario, intento ir, casi en silencio, por el caudal de la vida, contemplando los accidentes del camino y el final del mismo. Todo ello reflejado en las circunstancias de la enfermedad de mi padre, el durísimo Párkinson, en la difícil espera de la muerte y en el impresionante intercambio de amor y energía entre mi padre y yo.
En esta obra intento transmitir el dolor con suavidad, eliminando la crudeza de esta situación difícil para dejar vía libre a esa mirada con la que mi padre me enseña a mirar la vida. En ningún momento dejo de preguntarme por el porqué de este terrible tránsito de la muerte, de analizar la ternura y el desconcierto que este hecho existencial me produce para aprender de cualquier respuesta por leve que sea. Hay preguntas que no tienen respuesta, aunque es cierto que una pregunta siempre es un paso hacia delante.
Ver al respecto de esta obra el enlace: http://asalgueroc.blogspot.com.es/2013/01/las-siete-vidas-del-gato-faustino.html
Solo sé que me besas A todos los que, como mi padre, sufren de párkinson.
No sé si los encuentros favorecen la tortura de esta vasija quebrada dejando que el sueño venza al horizonte. No sé.
Adán se desnuda, olvidó la manzana. La excavadora pasa ante su puerta colgada al ruido de la luz y de la calle.
No sé si la carne o el espíritu están preparados para acoger este corrillo de manos. No sé si creador se olvidó de soportar la vida dejándola a su suerte. No sé si escucha o se olvida de entender porque no oye. Realmente no sé si las sábanas amortajan o embozan esta fragilidad del campo de batalla.
Solo sé que me besas encendiendo un instante la luz de tus ojos. Después sigues con tu lucha ajena al creador.
Por estrenar
En sus labios había una palabra por estrenar. No cabe el gesto, sólo la mirada a punto de retomar la tarde. Sus manos, orillas de un río que arrastra silencios.
Hay tanto viento
Me desvela la inocencia de tu carne En el hálito de los días. Dejas que el viento De la tarde acune el rostro de este árbol Dolorido de tu cuerpo
Hay tanto viento en tu mirada que la luz de tus ojos llenan el espacio de mariposas blancas
Cuanta ternura contenida en el gesto de tus manos, cuánto dolor en esa fuerza implacable de las horas, cuánta libertad en la huella de agua que resbala por la sangre de todas las primaveras.
Hay tanto viento en tu mirada que la brisa es un juego endemoniado de niños en la plaza.
Tu memoria se quema a la sombra del silencio, arde en el fuego original de tu sonrisa. Cuánto aprendí en ese no decir nada y en tus gestos diciéndolo todo, cuánto. |
UN CONCIERTO DE SONIDOS DIMINUTOS
(Badajoz, Herákleion, 2013)
Un concierto de sonidos diminutos, es un poemario donde los ruidos de lo cotidiano y lo citadino se convierten en un concierto de diminutos gestos que se refleja en los versos como una paradoja de este vivir a contracorriente que termina por ser una ironía. En realidad, el poemario viene a ser un libreto para seguir una partitura en la que está escrita la vida misma.
El título, esos sonidos diminutos, nos van a dar la clave para asomarnos a los poemas: La clave es el silencio cómplice, porque en medio de ese silencio es donde anidan los secretos, sus momentos de salvación y esos resquicios de luz que encuentra el poeta en la vorágine de los relojes y los calendarios…Una búsqueda constante de levedad. Es un poemario muy terrestre, muy aterrizado, anclado a lo cotidiano a veces incluso de manera dolorosa, hundiendo sus raíces en el fango de cada jornada…
Un concierto de sonidos diminutos es también el retrato de una salvación, del hallazgo de destellos en medio de una oscura monotonía. La salida del laberinto de “pobreza y desastres” de los que habla la radio está dibujada sobre el mapa de la piel. El poemario se toca también, el papel se torna en materia viva, esconde pulsiones y en muchas de estas páginas tiembla el placer. Y otra vez el juego de contrarios, necesarios mutuamente y espejo de la vida: ruido y silencio, peso y levedad, y ahora materia y aire, o alma (presente en algunos poemas).
Ver al respecto de esta obra: http://asalgueroc.blogspot.com.es/2014/07/sereno-monologo-soliloquio-unconcierto.html
Geografía de los sueños Un ritual de piel y agua desborda los colores. Los gritos se esconden en el desnudo límite de las sábanas; las risas, en el compás del sueño herido.
El corazón silencia el ritmo de la sangre y la sangre el tránsito vital de un sonido.
Quién puede detener el maremoto del placer cuando la piel y el agua se confunden con el aire.
Siesta El calor aprieta los tabiques. Una mosca deja estelas en la luz. Y con el insecto, la pasión se enreda en los muebles. Un concierto de sonidos diminutos.
Las paredes dibujan sombras. La calma pasea su reino al compás de una persiana que juega con la brisa al escondite.
El rugido loco de un motor rasga la siesta en dos mitades. Una maldición recorre la calle.
Un grito remata el concierto del alboroto. se despeja la playa de los sueños y el gigante de la tarde se adueña de la situación.
Y otra vez a empezar. Marginal Es difícil vivir con los ojos cerrados, pensar que apago la luz del corazón mientras creo que duermes. Existes.
Me pregunto si alguna vez dejé de amarte. hay tanta lluvia en las ausencias, que el agua es incapaz de llevarse tu cautela.
Por encima de la muerte la vida toma nombre en la distancia. Serena esperanza que un día pareció ser libre en esta cárcel del tiempo.
Te llamo en el reverso de las horas. Tu voz me devuelve a la calma, despeja el pulso de la noche.
Paso la hoja. Dejo de escribir, pero no de buscarte entre los ángulos del silencio. |
EL NOMBRE SECRETO DEL AGUA
(Madrid, Vitruvio, Col. Baños del Carmen, 2016)
El título se debe al último verso de la última estrofa del propio libro: Se oculta el poema en el aliento de las palabras. / Y las estrofas, cantos rodados, se pegan / al ser del verbo, con el anhelo / de darle nombre al agua.
El libro tiene tres partes con los títulos prestados del aserto de Heráclito: TODO FLUYE, TODO CAMBIA, NADA PERMANECE. A lo largo de cada una de estas partes discurren veintiocho poemas enumerados y otros tantos sin enumerar y en recto separado por barras cursivas. Estos últimos son como un eco en cada uno de los capítulos, véase por ejemplo las págs. 21,24,27,31,33,36,38,41,43,46, 53,55,57. Junto a estos, e intercalándose, hay una serie de prosas poéticas que pretenden, rompiendo la estética acostumbrada, pararse en una reflexión que al yo literario se le antoja necesaria, véase por ejemplo la pág. 17.
La estructura, en sí misma, es un ensayo estético que intenta completar, con miradas y formas diferentes, una reflexión de conjunto sobre la búsqueda de lo esencial en medio de lo frágil. El agua es el metarrelato; esta es la gran metáfora a través de la cual el yo literario se aventura en contar sensaciones que van alternando el dentro y el afuera en un juego místico que deja al lector su parte creadora.
Ver también sobre esta obra: https://revistadehistoriadelasvegasaltas.files.wordpress.com/2016/06/el-nombre-secreto-del-agua.pdf
1
Nunca, como ahora, sentí este dulce trueque del agua,
ebrio de tormentas, en el oscuro espejo de los juncos.
Nunca sentí el vértigo de las miradas que me afirman
y nombran en el caudal de otras orillas.
Nunca tuve tan cerca los muros de esta casa
de mi cuerpo, la caricia del viento resbalando
por la frontera de mi espalda. Nunca, como ahora,
me fue tan tierna el agua.
Nunca sentí mi piel tan llena de remansos
en la búsqueda de un punto en el horizonte.
Nunca, como ahora, noté tan cálida esta magia
de los dedos que fluye, mansamente, en la corriente
de las horas.
Nunca.
28
Sigo mudo en esta fragilidad
del misterio que me circunda. Los verbos
resisten entre aguas interiores. Ruedan
ebrios de limo.
Quiero regresar al lugar del sueño,
sin alas. Impulso que busca,
en el espejo del agua,
versos prohibidos.
Se oculta el poema en el aliento de las palabras.
Y las estrofas, cantos rodados, se pegan
al ser del verbo, con el anhelo
de darle nombre al agua.
REHACER EL ALBA. MEMORIAS DE UN NAUFRAGIO
(Madrid, Vitruvio, 2018)
A comienzos de 2018, publico en la editorial Vitruvio Rehacer el alba. Memorias de un naufragio, que lleva este texto en la contraportada: «ES POSIBLE la luz cuando la paciencia de la noche rehace el alba. Es posible la claridad a pesar de sentir el peso de la propia historia, esa levedad de la existencia donde las heridas parecen cerradas, donde los fantasmas y sus infiernos simulan no existir a la vista de todos. Y en esa posibilidad, de cercanas utopías, el albor revela, con insolencia, que no tengo agua en las manos ni palabras en la mirada, solo silencio ante la agonía de un naufragio permanente».
Con prólogo de Efi Cubero. Dedicado a Gema, mi mujer. Por los naufragios compartidos.
El libro está dirigido a aquellos que han perdido toda esperanza de rehacer la vida, a los que no saben cómo recuperar la ilusión y hacer algo que merezca la pena. Por esto, se parte del desengaño, del más puro agnosticismo, para llegar a recuperar lo mejor de lo que se creía perdido. Según Juana Vázquez este libro es: de una humanidad fuera de toda duda, donde se libran todas las batallas contra el silencio de lo innombrable.
Según Efi Cubero, en la presentación de la obra en Badajoz, 10 de mayo de 2018: Nos hallamos ante un libro necesario, un libro importante, un meditado libro que no deja nada al azar. Yo diría que, para los que no nos conformamos con rutilantes bazares de baratijas varias o espejuelos cambiantes, nos hallamos ante un poemario imprescindible. De una gran calidad. De los que sin duda dejan huella. Dotado de una corriente filosófica, metafísica, más allá de la anécdota o de lo narrativo, pero muy pegado a lo real que deviene hacia una ética personal, a veces heterodoxa, como una declaración de principios que lleva implícita la desobediencia.
El libro tiene cuatro partes con unos títulos que describo:
-El primero, la levedad del barro, (connotación mesopotámica), subraya ese aceptar o mejor ese ser consciente de la fragilidad (barro) fuera del ámbito protector en el que se está. Reconocer ser “barro, la fragilidad” es importante para crecer. Por eso el primer capítulo, el yo lírico arranca con un “DE PIE en el umbral del misterio…” (pg. 21). Importante leer los poemas 26 y 32.
– El segundo capítulo titulado con un condicional Si el infierno soluciona la distancia, subraya esa lucha diaria en la que el ser humano entra, solo, enfrentándose con las circunstancias más adversas. Todos tenemos, necesariamente, que vivir el día a día con poco o con nada. El infierno se constata que no está fuera sino dentro de uno mismo. Es por tanto preciso hacer lo que el primer verso de este apartado dice, ESCRIBO sensaciones…ante lo inevitable. // Decir la verdad tiene su precio (leer página 35/ 40 /41).
– El tercer apartado, Movimiento de lo absurdo, nota ese viaje sin retorno que se inicia cuando se rompe con lo acostumbrado. Así, el yo literario preguntará COMO ENTEDER el movimiento de la derrota (leer página 54; primera estrofa de la página 57 y poema página 55 y 63.
– El último capítulo es el resumen de una toma de decisión, descubriendo la luz, Más allá de las tinieblas. Este apartado no es el final sino más bien la confirmación del viaje iniciado, el sentido de todo lo que se comienza a hacer después de las rupturas. De esta forma tiene sentido ese inicio de EXISTIR ante el misterio (pág. 67). Leer, especialmente, los poemas de las páginas 67, 70, 72, 76.
1
DUELE el parto de lo infinito
en este límite ingrávido
del alma.
La memoria juega a regresar a la nada.
El deseo retoma el color
en la piel de la vida.
Solo, en esta lucha. Solo
con el anhelo de alcanzar el silencio
de aquello que no se nombra.
Cómo parar esta inercia sin sentido.
2
BAJO AL ABISMO de lo frágil,
sin armadura,
donde la voz se amortigua
y el color desaparece.
En la superficie tenía lo esencial para existir
y me asfixiaba.
No hay nada, todo es
vacío.
La vida es un latido ante la miseria,
un punto cardinal donde el verso escapa
de la confusión
y rompe
la ceguera de la costumbre.
3
CUANDO EL DESTIERRO, el resentimiento, y la duda empujan al abismo y el sueño se oculta, con vergüenza, en los bolsillos, la fantasía escapa hacia los rincones del alma. Mientras, la calle fabrica rumbos a precio de saldo hasta ahuyentar las nubes del deseo.
4
VIVO en la certidumbre que encarna
la memoria del instante.
Los días ya no se asoman al borde del tedio
para beber
la hiel de los recuerdos.
El dolor no difumina la mañana.
Por qué dudar del perdón.
No hay vida sin dolor ni amargura sin sonrisa,
en este impulso que me empuja a seguir.
Hay tantas pérdidas, fracasos, errores
que una conquista me parece una falacia.
Por qué vacilar.
Más allá del aparente abandono,
en este domingo de resurrección,
busco un atajo, un lugar donde esconderme
para desbrozar utopías.
Por qué la clemencia.
La mañana me da una tregua, me entrego
a sus horas, dejo que pase este sentimiento
del vacío. Los espejos evitan la mirada.
El abrazo del ángel frena la búsqueda
de otro cielo.
Por qué dudar de la compasión.
ANTOLOGIAS
Y aparte de esto, y durante estos últimos años, vengo participando desde el año 2000 en el Vuelo de la Palabra del Ayuntamiento de Badajoz desde el año 2000 y en Antologías nacionales como la de Poetas en el foro Libertad 8 (2009), editado por Editorial Poesía eres tú, que recoge los poemas de cuarenta autores premiados durante cinco años por la crítica del foro mencionado. También, es muy querido el trabajo hecho en la antología coordinada por Javier Martín Pedrós de la Colección Poesía en la distancia, titulada Silencios encontrados (2010) o la editada por Kit-Book de Barcelona, Diez poemas, diez autores (2010) donde mi trabajo fue seleccionado, junto con otros nueve poetas en un concurso on-line, o el poema «Ebria de días» encargado por Antonio Salguero para su Itinerario Monumental de Mérida.
–El vuelo de la Palabra (Badajoz, Ayuntamiento, 2000)
–Otoño literario. “Otoño de sombra y sueño” (Badajoz, Homenaje a Robles Febré, 2006, pp. 37-49).
El espacio del verso (A Juan María Robles Febré)
Te has ido pero te quedas
en la verdad de la palabra
que resbala hecha rocío, brisa
calmando el dolor que nos embarga
huérfano el espacio del verso
a punto de nacer.
…
Vigilante madrugas estrellas
que bordan horizontes de mar
al filo de los besos.
Tu mano de lumbre
quemó torpes palabras
en el seno hondo del ser
despojando tu río de su orilla,
escapas así, con la muerte hacia la vida.
(Fragmento, pág. 38)
Respiro
RESPIRO las tardes de invierno
Sentado
Ante la misericordia de un poema
Que, sencillamente,
Me abraza.
(Fragmento, pág. 40)
–Rizomas (Mérida, Gallos Quiebran Albores, 2008, pp. 65-70)
Musa
Cómo olvidarte si eres fuego
y dejas la piel en los labios
de esta alcoba a punto de arder
y llena de silencios.
…
Apuntas la palabra
sobre el rostro del vacío
que gravita
en este cuerpo de raíces.
(Fragmento, pág. 67)
–Poetas en libertad 8 (Madrid, Poesía eres tú, 2009, pp. 88-90)
Hoy recuerdo a Baudelaire
A Gema en el día de San Valentín de 2008
A veces soy pájaro
en el monocorde sonido
del corazón que se alegra de verte
y en tu aoire planea
dejando atrás ese cielo de nubes
que potro dái me impidió
seguir el rumbo.
…
A veces soy la herida sana
de un profundo deshaliento
tanto es el amor que no hay culpa
capaz de cubrirme de pecado,
sólo
perdón
para olvidar la miseria del camino.
(Fragmento, pág. 88)
–Selección de poemas. 10 autores (Madrid, Kit-book, 2010, pp. 99-111)
Sumar memorias
No sabía que el aire le crece
en las manos, no sabía
que en los ángulos de su palabra
encerraba suspiros. No lo sabía.
Perdió la memoria del agua
. su paisaje nunca entendió
las lluvias de otoño.
…
(Fragmento, pág. 103)
–20 verdades fingidas (Badajoz, Vuelta de hoja, 2011, pp. 93-98)
Transeúntes
…
Todo se volvió, feliz vacío
en esa danza, limpia, vertiginosa
de los cuerpos, pendientes
de la sombra.
…
(Fragmento pág. 98)
–Silencios encontrados (Málaga, Corona del sur, Col. Poesía en la distancia, 2011, pp. 71-75.)
Instantes
Compró la tarde
Y las prisas.
Quería descansar
en la corteza de sus brazos,
seguir la corriente de los labios
y grabar por los rincones
la magia
del deseo.
(pág. 73)
–Itinerario Monumental de Mérida (Edición de Antonio Salguero Carvajal. Mérida, Asamblea de Extremadura, 2012)
Ebria de días
Desciende entre ojos y prisas
hasta la Plaza, con el ritmo perezoso
del viento del sur. Arrastra voces,
lluvia mientras envuelve verbos
de amor en los que no hay cabida
para la ausencia.
Calle Santa Eulalia, llena de voces
que saltan por las esquinas
buscando la luz en el cansancio
de las tardes. Como un mar arrastra
naufragios, esta calle arrastra momentos,
horas llenas de vacío que enfrenta
el alma al impulso por vivir.
(pág. 21)
–Al final Poesía (Málaga, Corona del sur, Col. Poesía en la distancia, 2013)
Las nubes no son un buen lugar para vivir
Acudió al reclamo de la voz
y la puerta estaba rendida
a la derrota del silencio
y el silencio fue la huella.
Creyó tener la luz pero sólo
alcanzó la claridad artificial
que hace de los besos
un cruce de caminos.
…. (Fragmento, pág. 71)
–Como un río sonoro de manzanas. Antología del XX aniversario. Mérida, Gallos Quiebran Albores, 2013, pp. 113-118)
Los tres poemas que aparecen aquí son parte del trabajo que después sería la obra El nombre secreto del agua, publicada por Vitruvio tres años más tarde, 2016.
–Salgueiro Maia (Edición de Suso Díaz, Cáceres, Ediciones Liliputienses, 2017, pp. 40-47)
Y el verbo se hizo libertad
Quem quiser vir conmigo
vamos para Lisboa
e acabamos com isto.
Quem for voluntario, sai e forma.
José Salgueiro Maia
En el principio fue la palabra
y la palabra no era dios
era la voz de lo frágil,
la puta y moleta palabra
hecha grito en las cárceles,
voz en la hambruna,
carne que no reconoce la derrota
y pronuncia
la espina dorsal
del deseo de los hombres y mujeres
capaces de llorar y reir
a pesar del dolor
… (Fragmento, pág. 40)
E o bverbo Fez-se Liberdade
“Quem quiser vir conmigo
vamos para Lisboa
e acabamos com isto.
Quem for voluntario, sai e forma.”
José Salgueiro Maia
No principio era a palavra
e a palavra não era deus
era a voz do frágil,
a puta e chateada palavra
fez grido nas prisões,
voz na fome,
carne que não reconhece a derrota
e pronuncia a coluna vertebral
o desejo de homes e mulheres
capaces de chorar e rir
a pesar da dor.
(Fragmento, pág. 42)
LA SORPRESA DE LO HUMANO
(Badajoz, Fundación Caja de Badajoz, 2018)
Este poemario es un intento de subrayar aquello que más me llamó, y me llama, la atención en esta paternidad vivida como hombre maduro. Los versos de este libro explanan algunos gestos de mi hijo que me sorprendieron y provocaron admiración. No es solo la sorpresa de lo humano en él sino también la sorpresa de lo humano en mí.
Cada capítulo corresponde a un año, de los cuatro, de la vida de Rodrigo. En los versos aparece, entre otras cosas y de forma especial, mi preocupación por el tiempo. Sé que me iré en los mejores momentos de la vida de este niño. Cuando él sea mayor yo seré más mayor aún. Aunque esto no sea importante sí merece ser expresado para que cuando llegue el momento del hasta luego, el tránsito se acepte como algo normal y sea menos doloroso.
En este libro he incluido versos del poemario anterior Un concierto de sonidos diminutos. Esos versos aparecen en cursiva al final de algunos poemas (págs. 36, 38, 54, 58,60, 68, 72). En realidad, es un guiño al poemario de 2013 porque en el trabajo actual, La sorpresa de lo humano, trato –también- de lo cotidiano. Así, este poemario, continua aquello que en los versos finales de Un concierto de sonidos diminutos se expresa: “Tal vez habrá que esperar / uno, tres días, / a que el aire se vuelva sonido/ y no dañe el espíritu; / y el agua brote/de los labios de un libro.”
Ver también sobre esta obra: http://asalgueroc.blogspot.com/2018/07/la-sorpresa-de-lo-humano-de-faustino.html
1
SORPRENDE descubrir
la belleza de lo inacabado;
la sospecha de un trazo de color.
Sí, sorprende
la solemnidad de lo sencillo,
lo que no es ahora
sin saber qué vendrá después.
Me sorprende sentir la impotencia
y querer arreglar el mundo;
la emoción de releer los versos de la Pizarnik;
cada amanecer después de haber soñado con tus palabras.
Sí, me sorprende que no sorprenda a nadie
este concierto de sonidos diminutos
que me envuelve a diario;
la inutilidad de mis poemas
incapaces de expresar
la cobardía de mi verdad.
Sorprende
la búsqueda de no saber qué y disimularlo;
el tiempo, esa constante de momentos que pasan
y que quiero contener en el trazo de unos versos;
la paternidad que me hace crecer hacia dentro.
Sí, me sorprende y me halaga esta condición
de lo extraño;
esta gana de vivir en un continuo empezar
desde cero.
2
PRIMERO, el silencio, /esa nada que marca/ el ruido de los versos. Después, la palabra /inundando el cosmos de lo frágil /hasta sorprender / con un extraño ritual de paso. Y al final, el poema / invadiendo de formas invisibles / y emoción /el hastío de los días, / el punto cero, / en un continuo comenzar/ el puzle de la vida.
3
LO HUMANO, (p.47)
ese revés de mi ser animal con deseos,
el ímpetu del Paraíso perdido,
mi luchar a contracorriente,
la locura de hablar sin medida,
un descuido del gesto creador
al que llamo libertad,
la autonomía innominada,
mi cansancio de no saber soñar
y querer hacerlo,
la distancia inversa de lo infinito,
el renacer de las sombras.
Sí, lo humano
lo que tú y yo somos
cuando quebramos el tiempo
ante el espejo interior que nos habita;
cuando simplemente
nos miramos
y le miramos.
4
Ante esta mirada a lo fugaz, a lo pasajero… (p.92)
LOS VERSOS/ se transforman en voces que te nombran, /en el secreto diario / que nos desnuda, / como en aquel Jardín/ al que no he vuelto.
Los versos se convierten en la casa donde despertar, /en la mañana que rueda ante la lujuria de la luz / mezclada con la fiebre de los ruidos. / Son el azul de un silencio, / el anhelo/ que no deja en el olvido/ los abrazos y la risa, /el eco de lo eterno/ que nos envuelve/ hasta vencer la muerte.
Cuando se perdió la A
(Badajoz, Ayuntamiento, 2018)
Cuando recibí el encargo se me dijo que era porque tenía un niño de cuatro años. Y acepté porque consideré que era tan sencillo como esto, contar un cuento a un niño de segundo de infantil. Se trataba de hacer una historia que no estuviera muy lejos de la experiencia emocional de los niños de la edad de Rodrigo. Y pensé que por qué no trabajar un cuento tratando esta aventura de formar palabras. Era lo que lo que Rodrigo estaba viviendo. Y así me inventé una historia, antes de escribirla, contándosela a Rodrigo a la hora de dormir. Por tanto, este no es un cuento de despacho, de estos hay muchos, es un cuento con un soporte real, un contexto fácilmente reconocible. Trace una aventura buscando la A. Esta se desarrolla con obstáculos. Los obstáculos son cada uno de los retos que mi hijo y los niños de su edad tienen que asumir. Y junto a los obstáculos coloqué los valores que intentamos inculcar a esa edad, y siempre. Estos son, elementalmente personales y sociales: esforzarse, trabajar en equipo, ayudar a los demás, hacer bien las tareas, aprovechar lo que se tiene y no pedir más, dar las gracias.
Los personajes
En el cuento hay unos personajes protagonistas, Chulí -la tortuga- y Cindy- la mariposa azul-.Además de estos dos está Loloeolo-el viento, Estambra y Pistila -las flores-, los rayos solares, el cuervo. Los nombres los coloqué atendiendo a alguna característica de ellos, salvo el de la tortuga. Esta la recogí de un post en una red social donde un amigo había comentado que su tortuga había despertado del letargo hibernal. La llamaba Chulí. Hay que decir también que las tortugas eran un buen recurso en la literatura infantil, en los cuentos de todo el mundo. Me acordé de un cuento nigeriano donde una tortuga soñaba haciendo un mundo mejor. El nombre de la mariposa me vino acordándome de la mariposa del manzano la Cydia pomonella. Esta sería el nombre, Cindy.
La tortuga y la mariposa formarían un equipo. Se trataba de hacer trabajar a los personajes de forma cooperativa. Chulí y Cindy. Junto a los personajes principales tracé otros que aparecían en el momento, como el viento de marzo/ abril –Eolo. Le llamé Loloeolo. Las flores del manzano, que en una avanzada `primavera, habían comenzado a aparecer con sus estambres y pistilos exuberantes. Estos dieron el nombre a Estambra y Pistila. Uno de los personajes, el cuervo, es un guiño a las fábulas de Esopo de quien soy un admirador. ¿Y quién no?
La estructura
En el cuento hay tres espacios importantes que contextualizan el tema, que le dan soporte en diferentes secuencias:
-El jardín, donde está el manzano. Un recurso elemental de lo perfecto e idel desde los cuentos mesopotámicos.
– El camino, el tránsito, Este es más de un lugar es el espacio de los lugares. Es aquí donde se dan las pruebas, y se superan. El camino es el que los niñ@s hacen todos los días en casa, en la calle, en el colegio. Y en este hacer no dejan de tener pruebas:
El miedo. Este siempre se da antes de empezar una empresa; la duda ante las encrucijada y la consecuente certeza al encontrar el camino del medio-la virtud-después de aceptar la equivocación; dolor en forma de ansiedad a la hora de abandonar lo cómodo el “huerto de lechugas”; la soledad, ese tomar posiciones uno mismo de forma responsable a pesar de estar acompañado. La superación de pruebas va acompañada, en el cuento, de la adquisición de valores.
-El desierto. Lugar de encuentro. El espacio que marca el antes y el después. El punto de inflexión. No es extraño a nadie y menos a un niño el descubrimiento de las cosas en un sistema que les pide cosas, este puede ser tan arduo como entrar en un lugar complejo, como un desierto.
Las ilustraciones
El afán de Rodrigo por utilizar las pinturas de dedo, a veces güarrear y poner todo perdido, es interesante. Y aproveché ese brote artístico para crear con él texturas. De entrada consiguió hacer el manzano. Los otros personajes eran borrones infames. Y utilicé el sistema que emplea en el cole. Dibujar algo con lápiz y que él coloreara. Se trataba después de perfilar con un rotulador negro…y así se hizo. . En realidad a todas las manchas hubo que darle formas lógicas.
Un párrafo del cuento
Érase una vez un manzano donde vivían una tortuga y un gusano, bueno una oruga. Este árbol era la casa de esos animales, un refugio maravilloso en invierno…Un día, pasado el invierno, los rayos del sol empezaron a despertar las flores del manzano…
De pronto, una brisa, un pequeño viento, entró en escena…Chulí se ocultó en su casa-caparazón y Cindy se agarró al envés de una hoja del manzano…-¡Escuchad, dijo Loloeolo, vengo del país de los cuentos. Allí los niños se han puesto tristes porque ha desaparecido la letra A y no saben decir nada sin ella…
NOTAS PARA NO ESCONDER LA LUZ
(Valencia, Olé Libros, 2019)
El mismo autor declara en el prólogo que la luz está omnipresente en Notas para no esconder la luz, pero en realidad lo que está presente es «la consternación del poeta frente a los juegos contradictorios en que esta lo sume».
Exigente con la oscuridad, / elijo y una forma discreta de huir / ante la luz que, implacable, / refleja la verdad. // La luz rompe / la falacia de las prisas.
Antonio Salguero Carvajal ha comentado su impresión de lectura en
http://asalgueroc.blogspot.com/2020/11/notas-para-no-esconder-la-luz-de.html
Faustino Lobato Delgado
Fotografía cabecera: Iglesia de Nuestra Señora de la Purificación, Almendralejo