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Poesía del Conocimiento (1960-1969, s. XX)

INTRODUCCIÓN

En esta década, aparece un grupo de poetas que se relacionan en el XX Aniversario de la muerte de Antonio Machado, al que rindieron homenaje en Collioure (Francia, 1959). Piensan que la poesía es un medio de conocimiento para transmitir sentimientos, ideas o emociones, indagar en la realidad y descubrir nuevas perspectivas del ser humano y del mundo.

Esta novedosa concepción lírica produce una vuelta al intimismo y a temas como el fluir del tiempo, la amistad, la evocación de la infancia, la transmisión de la experiencia personal, el escepticismo, la sensualidad, la marginación personal, el inconformismo o la preocupación por el ser humano universal.

Sus poemas, además, indagan sobre la misma poesía (metapoesía) y presentan una cuidada elaboración del lenguaje, debido a una exigente labor de depuración, de selección de la palabra adecuada y de concebir con mayor rigor el trabajo poético.

Los poetas representativos de esta tendencia son Ángel González, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma, Claudio Rodríguez, José Agustín Goytisolo, Ángela Figuera, Carlos Barral, José Manuel Caballero Bonald, Félix Grande, Gloria Fuertes, Carlos Sahagún y Francisco Brines.

En Extremadura, continúa la masiva emigración del campo a zonas industriales de España y de Europa. La intensidad del ambiente cultural baja con respecto a la década anterior. Las revistas surgidas en los años 50 han desaparecido, excepto Gévora (que edita sólo hasta 1961), la Revista de estudios extremeños y Alcántara  (que aún siguen publicando).

No obstante, se editan las revistas habladas Arco (1962) de Mérida y Prisma de Almendralejo (1965), Valhondo dirige la revista hablada Alcazaba en Badajoz (1966), la activa Real Sociedad Económica de Amigos del País en Badajoz continúa alentando actividades durante toda la década (cine-club, tertulias, conferencias), se celebra el I Congreso de Estudios Extremeños en Cáceres (1967) y el II en Badajoz (1968).

La Diputación Provincial sigue publicando libros y el periódico Hoy no cede en su interés por la literatura y crea una página literaria (1967) que, elaborada por Jesús Delgado Valhondo, se convierte en una tribuna de difusión y de crítica, a través de la que se da a conocer a numerosos poetas extremeños, españoles, portugueses y extranjeros.

Por estas fechas, las emisoras de radio realizan una loable difusión de la actividad cultural y poética con noticias, recitales, entrevistas, homenajes, revistas habladas. Esta labor se completa con la dinámica producida por librerías e imprentas como, por ejemplo en Badajoz, Arquero, Doncel, Mangas y Alianza.

También es significativa la calidad de un alto número de pintores (Fernando de Carbajal, Jaime de Jaraíz, Antonio Vaquero Poblador, Juan José Narbón, Masa Solís) y escultores extremeños (Enrique Pérez-Comendador, Juan de Ávalos, Luis Álvarez Lencero), que contribuyen con sus obras a elevar el nivel del arte español de la época.

Durante la década de los años 60, en Extremadura se sigue elaborando una poesía de tono existencial (Valhondo, Rodríguez Perera, Fernando Bravo, Eladia Morillo-Velarde, José Canal, Juan María Robles Febré, Mahizflor, Pedro Belloso, Luis González Willemenot, Félix Valverde Grimaldi) o social (Lencero, Pacheco).

Los poetas más representativos continúan siendo los componentes del triángulo poético extremeño (Lencero, Pacheco, Valhondo), que participan en numerosos recitales, son invitados a intervenir en lugares de prestigio como las universidades de Salamanca y Cádiz y apoyan a los jóvenes poetas, que encuentran en ellos el aliento que les falta en el ambiente oficial.

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Esta tríada de poetas consigue estar al día, sin salir de Extremadura, a través de lecturas, revistas poéticas y cartas.

Jesús Delgado Valhondo adapta paulatinamente su poesía a la evolución de la lírica nacional en libros como Aurora. Amor. Domingo (1961).

Manuel Pacheco está muy atento a lo novedoso y lo incorpora a poemarios como Poemas en forma de… (1962).

Y Álvarez Lencero, sigue la estela de la Generación del 27, Miguel Hernández y Blas de Otero en libros como Hombre (1961).

Sin embargo, el resto de vates extremeños en general no tienen una relación fluida con el exterior, carecen de publicaciones de prestigio para difundir sus creaciones y la región no dispone de universidad.

Estos hechos explican que en general no conocieran la renovación que se estaba produciendo en el ámbito poético español, donde la poesía comienza a concebirse como un medio no reivindicativo, y los poetas se centran en la misma poesía y en su núcleo expresivo, la palabra, a la que tratan de sacar todo su jugo significativo para enriquecer la creación literaria desde una indagación metapoética.

Mientras, un poeta más joven nacido en Mérida, Félix Grande, se traslada desde Tomelloso (Ciudad Real) a Madrid, se desvincula de la poesía social por su aprecio a Antonio Machado y, buscando nuevos enfoques expresivos, entra en contacto con una nueva corriente literaria, que apoya un cambio significativo y formal en la expresión lírica y concibe la poesía como una fuente de conocimiento.

FÉLIX GRANDE

(Mérida, 1937- Madrid, 2014)

Féliz Grande Lara nace en Mérida pero, cuando tiene dos años, se traslada con su familia a Tomelloso (Ciudad Real).

Desde joven trabaja en diversos oficios para ayudar a la economía familiar. Su relación con el poeta manchego Eladio Cabañero le proporciona la base de su formación literaria, pues le corrige sus deficiencias iniciales y lo orienta en sus lecturas (Francisco de Quevedo, Antonio Machado, Miguel Hernández, Luis Rosales, Rainer María Rilke y César Vallejo).

Desde 1961, trabaja en la revista literaria Cuadernos hispanoamericanos de Madrid, intercala frecuentes viajes por el mundo y obtiene destacados premios como el Adonáis (1963), el Nacional de Literatura (1978) y el Nacional de las Letras (2004). En 2010 es nombrado Hijo Predilecto de Mérida. (1)conocimiento3

Su estilo congenia la calidad lírica, la expresión inteligible y un lenguaje sorprendente con imágenes surrealistas, cuidado estético, extensos versículos… como una denuncia de la injusticia y el sufrimiento.

En toda su obra aparece el miedo sentido por su madre, cuando conoce los horrores de la guerra al ser enfermera en el hospital de Mérida, adonde había seguido a su marido, soldado republicano que se encontraba en el frente, y su casa es bombardeada durante la toma de la ciudad por las tropas franquistas:

“Oh madre alucinada, o madre medio loca, princesilla / del martirio, emperatriz del pánico, sacerdotisa / de la calamidad, hormiguita cargada con la piedra / del miedo universal del mundo” (2).

Concibe la poesía como Antonio Machado, palabra esencial en el tiempo, con la que expresa el rechazo como ser humano a vivir en una continua angustia existencial y, finalmente, a desaparecer sin más, después de sufrir todo tipo de agresiones procedentes del materialismo, la violencia y los opresores del mundo.

Su poesía es una defensa a ultranza de la dignidad y de la felicidad del ser humano. También sus poemas tratan de la misma poesía, el amor y el erotismo, que son temas con los que se evade de su zozobra vital.

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Sus poemarios son Taranto (1971, escrito en el verano de 1961) (3), un homenaje a su maestro César Vallejo, que tiene como fondo la sonoridad de este palo del flamenco.

Las piedras (1964, Premio Adonáis) es un libro donde presenta influencias de Antonio Machado, del que le atrajo su economía expresiva y su velada crítica a la realidad del momento.

A partir de Música amenazada (1966) se detecta un amor pasional por la música que, en un marcado tono surrealista, envuelve fuertes críticas contra la miseria moral y física del ser humano.

Blanco Spirituals (1966), que tiene un lenguaje directo y angustiado, transmite denuncias contra las injusticias de la sociedad moderna y critica la violencia institucionalizada con los más débiles, cuyo único refugio son los recuerdos y la nostalgia.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche (1971) es un libro de poemas en prosa, donde el poeta expresa las pesadumbres que invaden su alma, entre las que se encuentran los recuerdos de la guerra civil.

Los rubáiyátas (4) de Horacio Martín (1978)  versa sobre el lenguaje y el erotismo de la relación amorosa íntima que, si en un principio lo libera de preocupaciones, finalmente lo arrastra a la soledad por la ausencia de la amada.

La noria (1984) tiene como centro la intimidad del poeta. Biografía. Poesía completa (1958-1984) (1986) es una recopilación de sus libros anteriores.

Una grieta por donde entra la nieve (2006) y La canción de la tierra (2008) son antologías de sus poemarios anteriores.

La cabellera de la Shoá (2010) es un poemario con el que finaliza una nueva edición de su Biografía (1958-2010). Está inspirado en una visita al campo de exterminio de Auschwitz y gira en torno al nazismo “el acontecimiento más ininteligible y pavoroso de la historia de la humanidad”, según el poeta.

En 2011, edita Libro de familia donde el poeta realiza una amarga evocación de su existencia pues, según cuenta, estuvo presidida por más fantasmas que gozos. También gira en torno a la música, el flamenco, Machado y César Vallejo. (5)

ARREPENTIMIENTO  (6)

Como la mula de una noria cuyo solo horizonte
es un oscuro trapo que le asfixia los ojos,
como ese servil animal, frontera de sí mismo,
como ese pobre bicho, espalda y revés de su libertad,
esclavo de una meta circular, increíble, inexistente,
como esa vieja cosa equina
que con una industriosa sumisión proporciona
grano y paz a sus dueños soñolientos,
de igual manera tú, resignación, innoble
hermanastra de la humildad, remedo envilecido
de la paciencia, de igual manera tú, resignación,
cohabitas con la ceguera y el esfuerzo cansino
extenuándote en círculos, mientras ellos
dormitan su modorra dominadora
en la sombra del huerto
totalmente imposible para ti, miserable.

LA EDAD DE LOS MISILES  (7)

(Tenemos miedo. Tenéis miedo.
Nosotros, para quienes ni existe
la calderilla del poder, subimos
por la espina dorsal del miedo.
Vosotros, a quienes el poder os es servido
matinalmente junto al desayuno,
descendéis por la espina dorsal del miedo.
Tenemos miedo. Tenéis miedo.

Pero mientras que nuestro espanto
segrega miradas circulares, busca
grietas de humanidad a lo largo de la amenaza,
vuestro pánico graso solamente rezuma
venalidad y odio. Nuestro miedo
es igual que un antílope en el bosque incendiado;
el vuestro, un gato oscuro, arrebujado de arañazos.
Nuestras manos hinchadas de terror
buscan únicamente manos;
las vuestras buscan mapas,
y tórridos decretos y fusiles.

Tenemos miedo. Tenéis miedo. El nuestro
es apesadumbrado y deambulante;
el vuestro, acorazado y tumefacto. Todavía,
pulpos de hipocresía, salamandras bursátiles,
todavía hay clases entre los espantados. Todavía
hay diferencias de matiz que advierten
la víctima en un miedo y en el otro la hiena.)

MUDO QUE ROMPE A HABLAR  (8)

He querido expresarme.
Toda mi vida he querido expresarme.
No tengo otro destino, otro afán, otra ley.

Fui actos sucesivos
y el olvido que destilaban
los corroía a ellos y a mí.

Sobre los actos fui palabras
y ellas buscaban una lumbre
que no me calentaba a mí.

Palabras y actos juntos
nada son sin placer del cuerpo.

Ahora regreso de esa vida umbría
buscando siempre calor de mujer.
Palabras y actos sólo allí me expresan.

Tu piel junto a mi piel, eso es lenguaje.

Todo cuanto pretenda enmudecerlo
maldito sea.

PREMONICIÓN  (9)

Al fondo del espejo
verás, cuando seas viejo,
no tu cara de anciano, no los ojos
donde se te acumulan tus despojos,
no la ruina en que te hayas convertido,
no la misericordia del olvido

sino la entera historia
que habita en tu memoria,
un borbotón de años
bajando los peldaños
de una horrenda escalera de alegría
que ya no es tuya, pero que fue mía.

Verás no la vejez, no la hora mustia
sino toda la angustia
del esplendor, la juventud, la vida
disfrutada y perdida.

Pero nunca olvidada.

Verás únicamente a tu mirada.

Y todo por haber amado tanto.

LA CABELLERA DE LA SHOÁ  (10)

La cabellera de la Shoá
pesa mil novecientos cincuenta kilos de pelo de mujer.
La cabellera de la Shoá
pesa un milenio y otro de ruidos cercanos en la noche.
La cabellera de la Shoá
pesa setecientos mil días fronteros de diáspora.
La cabellera de la Shoá
pesa dos toneladas europas de desmisericordia.
La cabellera de la Shoá
pesa dos mil colmillos anuales de calumnia.
La cabellera de la Shoá
pesa un derrumbamiento del sosiego
multiplicado por cien generaciones
de criaturas humanas como tú.
Todo esto antiguo y junto pesa esta cabellera
de suave pelo de mujer sin nombres.
La cabellera de la Shoá
pesa mil novecientos cincuenta abismos de silencio.

GRUPO ESCOLAR (11)

Fila dos, desde abajo.
El sexto, de derecha a izquierda.
En tus ojos dos clavos de silencio,
garrapatas de sino. Cuánto miedo,
cuánto dos ojos, hijo mío, pariente
absoluto y menesteroso!

Yérguete. Desapénate:
disfruta ya del desagravio:
esta cazuela de sosiego
que ambos nos hemos merecido:
yo aquí en tu infancia tú allá en mi posguerra…

Atiende, hijopaterno de mí:
no van a fusilar a papá:
el maestro don Ramón es buena gente y no va a denunciarlo.
Merienda en paz: mamá no va a tirarse al pozo,
ni se va a ahorcar en el árbol del patio,
oh llanto seco en su jaula de susto,
pobre mamá, pobre mujer tu madre mía,
perdónala en mis canas, hijo.
Perdónate en tu sofocación.

NOTAS

(1) Además es un apasionado del flamenco, cuya atracción ha plasmado en Memoria del flamenco (1979, Premio Nacional de Flamencología), donde destaca la honda pena de su cante, el mágico sonido de la guitarra y la grandeza corporal de su baile.

(2) Versos de «El madrigal del odio muerto», poema de Libro de familia, p. 36.

(3) Cante similar a la taranta (copla de cuatro o cinco versos octosílabos, de los cuales se repite uno de ellos), que pertenece al grupo de los cantes de las minas.

(4) Procede de la palabra persa rubaiyat, que es un poema de metro corto y forma irregular.

(5) También ha escrito libro de relatos como Lugar siniestro este mundo, caballeros, donde denuncia la incomunicación, la locura y la violencia. Además ha compuesto novelas, entre las que destaca La balada del abuelo Palancas (Premio Extremadura a la Creación 2004), una autobiografía familiar protagonizada por uno de sus abuelos.

(6) Poema de Música amenazada, que critica la sumisa resignación del ser humano y su renuncia a la libertad.

(7) Poema (segunda parte) de Blanco Spirituals, cuyo contenido es una acusación contra los poderosos de mantener oprimidos a sus semejantes, a través de un continuo estado de miedo. [recitado -selección- en el vídeo del final]

(8) Poema de Los rubáiyátas de Horacio Martín, que contiene la certeza de que en el amor se halla la única verdad. Con este libro, Grande obtuvo el Premio Nacional de Poesía 1978.

(9) Poema de La noria, cuyo tema es la angustia ante la cercanía de la vejez.

(10) Poema (pasaje) de La cabellera de la Shoá, cuyo contenido muestra una profunda consternación ante la maldad del ser humano. La Shoá es el término con que los judíos se refieren al Holocausto.

(11) Poema de Libro de familia (vv. 1-20), donde el poeta recuerda una conversación con su padre, que intentaba tranquilizarlo ante la complicada situación en la que se encontraba él y su familia después de la guerra.

IMÁGENES

INTRODUCCIÓN: Emigrantes españoles dirigiéndose a zonas industriales de España o Europa (1ª). Portada de Aurora. Amor. Domingo de Jesús Delgado Valhondo (2ª). FÉLIX GRANDE: Félix Grande (1ª). Portada de su poemario La cabellera de la Shoá (2ª).

VÍDEO POESÍA DEL CONOCIMIENTO (de Extremadura, un bello poema)