Poesía Modernista (1890-1915, s. XX)
INTRODUCCIÓN
SIGLO XX (1900-1930)
En 1902, el rey Alfonso XIII cumple la mayoría de edad y ocupa el trono. Durante su reinado se agravan los problemas sociales (huelgas, asesinatos, atentados), que culminan en la Semana Trágica de Barcelona y en la aparición del nacionalismo vasco y catalán. Durante la I Guerra Mundial (1914-1918), España es neutral y se beneficia de un auge económico.
Pero varios desastres de la guerra en Marruecos (Annual, Monte Arruit) agravan la situación y provocan que el general Primo de Rivera dé un golpe de estado con el consentimiento del Rey en 1923 e inicie una dictadura. El militar restablece el orden, liquida el problema de Marruecos, mejora la red ferroviaria y de carreteras, construye embalses y escuelas. Pero la situación se deteriora paulatinamente y provoca su dimisión en 1930.
No obstante, Pablo Picasso hace triunfar el Cubismo con Las demoiselles de Avignon (1907). Se crea la Residencia de Estudiantes (1911). Aparecen las revistas Índice (1921), fundada por Juan Ramón Jiménez, Revista de occidente (1923), Litoral (1926) y La gaceta literaria (1927). Se celebra el Tercer Centenario de Góngora (1927) y la Exposición Internacional Barcelona-Sevilla (1929).
Desde comienzos del siglo XX hasta 1930, conviven en la literatura española varios movimientos, en los que la poesía es un género fundamental: Modernismo, Generación del 98, Vanguardias, Generación del 14 o Novecentismo y Generación del 27.
En Extremadura, la situación social es preocupante. Las tierras siguen en manos de terratenientes, la pobreza y el atraso de la gente común son endémicos. Ante esta penuria, a comienzos del siglo, aparece el cooperativismo agrario, promovido por los sindicatos católicos del campo. No obstante, conforme avanza el siglo, el campesinado y los obreros desembocan en una situación miserable por la falta de tierras y de trabajo.
La cultura no se encuentra al alcance de la mayoría de los extremeños. La educación superior está reservada a un número reducido de privilegiados. No obstante, durante la dictadura se consiguen algunos avances (construcción de escuelas, mayor escolarización), pero resultan insuficientes por el atraso secular que arrastra la región con respecto al país.
A pesar de todo, José López Prudencio sobresale por sus investigaciones filológicas y ensayos literarios (Genio literario de Extremadura, 1912, Notas literarias de Extremadura, 1932), donde estudia a escritores extremeños y marca sus características singulares (tendencia a la innovación, interés por la tradición e independencia estilística) y porque propició la creación del Centro de Estudios Extremeños (1925) en Badajoz.
También destaca Bonifacio Gil, que publica Cancionero popular de Extremadura (1932) y Romances populares de Extremadura (1944), a las que le siguen otras obras recopilatorias del folklore popular extremeño.
En 1923 es fundado en Cáceres el periódico Extremadura que, con el tiempo, se convertirá en un importante medio de comunicación y, en 1925, el Ateneo. En este mismo año, la Diputación de Badajoz crea el Centro de Estudios Extremeños para difundir las manifestaciones culturales de la región y, en 1927, comienza a editar la Revista de estudios extremeños, que recoge investigaciones sobre la realidad extremeña de intelectuales tanto de Extremadura (José Sáenz de Buruaga, Pedro Caba, Antonio Rodríguez-Moñino) como de fuera (Dámaso Alonso, Julio Caro Baroja, Camilo José Cela, Joaquín de Entrambasaguas). En Cáceres, también se crea una revista parecida, Norba, que edita durante los años 1928 y 1929.
La poesía en Extremadura, a inicios del siglo XX, se encuentra fuertemente influida por movimientos literarios del siglo anterior: Romanticismo (sobre todo Gustavo Adolfo Bécquer y la evasión al pasado), Realismo (Ramón de Campoamor), Modernismo (Francisco Villaespesa y Salvador Rueda, más que Rubén Darío) y también por ideas regionalistas, morales y religiosas conservadoras que, basadas en valores sustentados en Dios, la familia y el trabajo, favorecen que la gente común, sumida en la pobreza económica y cultural, no alcance el progreso y continúe en la miseria.
Sin embargo, durante el primer tercio del siglo XX, Extremadura tendrá poetas representativos en todas las tendencias que surgen en el panorama literario español: Manuel Monterrey en el Modernismo, Luis Chamizo en la Generación del 98, Enrique Díez-Canedo en la Generación del 14 o Novecentismo y Eugenio Frutos en la Vanguardia y la Generación del 27.
POESÍA MODERNISTA (1890-1915, s. XIX-XX)
El Modernismo aparece en Hispanoamérica como reacción al imperialismo americano y como un deseo de liberación contra las trabas impuestas por la sociedad burguesa. Su figura más representativa es Rubén Darío, que lo definió como la expresión de la libertad y el anarquismo en el Arte.
El Modernismo se caracteriza por la búsqueda de la belleza como placer espiritual, un mayor interés por la forma que por el contenido, la renovación del lenguaje poético al que amplía con nuevas palabras como unicornio, fauno o titán, el colorido y la musicalidad, el empleo especial de la métrica con el uso del alejandrino y del serventesio, la utilización de abundantes recursos literarios, la melancolía, el erotismo, la temática mitológica, exótica, medieval y clásica, la influencia del Parnasianismo (ensoñación, mitología, gusto por el pasado) y el Simbolismo francés (el mundo es sólo un símbolo de realidades escondidas, la misión del poeta es descubrirlas).
Los símbolos modernistas más característicos son el cisne (belleza, elegancia, gallardía), el pavo real (colorido, vistosidad, fascinación), el búho (oscuridad, noche, muerte), el águila (fuerza, poder, riqueza).
Los autores modernistas más destacados son José Martí (precursor), Amado Nervo, Leopoldo Lugones y Rubén Darío (hispanoamericanos), Salvador Rueda, Francisco Villaespesa, Eduardo Marquina, Manuel Machado, Juan Ramón Jiménez, Valle-Inclán y Antonio Machado (españoles).
Rubén Darío es el poeta modernista más representativo. Nace en Nicaragua (1867). En su juventud, fue un progresista interesado por los problemas de América, que conoce en viajes donde contacta con las tendencias poéticas de la literatura francesa. En 1892, viene a España al Centenario del Descubrimiento y conoce a las principales figuras literarias.
En 1899, vuelve a nuestro país en pleno ambiente del Desastre. Desde 1900 es diplomático y vive en París y Madrid. Su vida bohemia lo lleva a la muerte en 1916.
De su obra poética destacan su libro Azul (1888), donde trata temas variados, hace predominar la forma sobre el contenido, mezcla la prosa poética con el verso e incluye sonetos en alejandrinos como el titulado «Caupolicán», donde conecta con sus raíces americanas.
Prosas profanas (1896) se centra en los temas hispánicos, que indican un cambio hacia una mayor preocupación por el contenido en poemas como «Cosas del Cid» o «La gitanilla».
Y Cantos de vida y esperanza (1905) es un poemario donde predominan las preocupaciones existenciales en poemas angustiados como “Lo fatal”, los poemas a Cervantes, el Greco, Góngora, y los ataques contra el imperialismo americano («Oda a Roosevelt»).
También, varios escritores españoles de renombre se vieron influidos por el Modernismo en general como Manuel Machado (Alma, 1902) o en una etapa de su obra poética como le sucedió a Ramón María del Valle-Inclán en Sonatas (1902-1905) y La pipa de Kif (1919), a Antonio Machado en Soledades (1903) y Soledades, galerías y otros poemas (1907) y a Juan Ramón Jiménez en la composición de su afamado Platero y yo (1914).
En Extremadura, el origen del movimiento modernista se encuentra en el premodernismo de Antonio Hurtado con poemas como los titulados “El templo” (1843), “A una palma” (1845) o “El lucero y la luna” (1845). El Modernismo se asienta después en Extremadura con la edición de Andantes y allegros (1877) del poeta Manuel Reina y poemas de Publio Hurtado como el titulado “La mujer adúltera” (1883).
El arraigo del Modernismo en Extremadura se produce a través del poeta pacense Manuel Monterrey, quien en mayo de 1904 difunde en Badajoz el poemario Azul de Rubén Darío entre los poetas jóvenes, que de inmediato se sienten atraídos por el nuevo estilo. Luego se entusiasman con esta sorprendente tendencia literaria cuando reciben la visita del poeta modernista Francisco Villaespesa en otoño de ese año. Esta nueva poesía, que llena la expresión poética de sensualidad, color y música, anima a Monterrey a publicar su libro Mariposas azules en 1907, un poemario adaptado plenamente a las características del Modernismo.
MANUEL MONTERREY
(Badajoz, 1887 – 1963)
Manuel Monterrey Calvo fue relojero y viajante de la joyería Álvarez Buiza de Badajoz con aficiones literarias. Poeta autodidacta, traba amistad con el modernista Francisco Villaespesa durante su estancia en Badajoz (1904) y llega a ser el máximo representante del Modernismo en Extremadura, cuyo arraigo y difusión supuso un impacto en el ambiente literario conservador de la capital pacense en el comienzo de siglo.
De joven perteneció a un grupo de teatro aficionado, que representaba obras neorrománticas en Badajoz (su mayor éxito fue la puesta en escena del drama Juan José de Dicenta en el Teatro López de Ayala) e, incluso, llegó a representar zarzuelas como El gitanillo. Además, asistía a una tertulia celebrada en el Café de la Estrella de la calle San Juan, en donde se reunía con otros jóvenes artistas, escritores y poetas de la ciudad como Adelardo Covarsí y Antonio Reyes Huertas.
Monterrey fue un apasionado amante de la literatura, que organizó y participó en numerosas actividades culturales como tertulias, juegos florales o recitales y publicó la revista Gévora de Badajoz, junto a Luis Álvarez Lencero. Con esta publicación poética logró difundir por España, Portugal e Hispanoamérica, la poesía de autores extremeños (Jesús Delgado Valhondo, Manuel Pacheco, Luis Álvarez Lencero, José Canal, Fernando Bravo), de poetas portugueses (Augusto Gil, Antonio Ramos Rosa, Miguel Torga, Casimiro de Brito) y de poetas sudamericanos (Hugo Emilio Pedemonte, uruguayo, Jean Aristeguieta y Conie Lobell, venezolanas, Carlos Alberto Larumbe, argentino).
No obstante, Manuel Monterrey destacó como poeta modernista (152a). Entre sus poemarios sobresalen Mariposas azules (1907), que se compone de poemas amorosos juveniles con características modernistas del primer Juan Ramón (dolor, melancolía, nostalgia, ensoñación). Madrigales floridos. Salmos (1908) lleva un prólogo de Francisco Villaespesa, sigue a Rubén Darío, tiene influencias de Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez, realiza un acercamiento a la lírica amorosa del Renacimiento y contrapone hechos soñados con otros de la vida diaria.
Nostalgias (1910) es un libro compuesto con recuerdos infantiles y desamores adolescentes, ambientados en atardeceres melancólicos. Lira provinciana (1910) trata amores ficticios no correspondidos junto a otros esperanzados, que se basan en su propia experiencia amorosa.
El viajante de vía estrecha (1929) está formado por un conjunto de romances, cuyo contenido son las anécdotas sucedidas al poeta como representante de relojería por la región andaluza, y por una serie de sonetos amorosos impregnados de un dulce erotismo. Medallones extremeños (1945) es un conjunto de retratos poéticos, que destacan las cualidades humanas y líricas de artistas, escritores y personajes de la región.
Pétalos de sombra (1958) recoge una muestra antológica de sus libros anteriores y poemas marcados por la tristeza, que siente el poeta en su ocaso. En 1999, la Diputación de Badajoz le edita Antología poética, que es una selección de poemas de todos los libros citados, incluidos tres de menor relevancia (Palabras líricas, 1916; Los quince abriles, 1925; Rosas de amor y pasión, 1931).
Su poesía trata el amor, los temas exóticos, las anécdotas de trabajo y la tristeza de la vejez. Se caracteriza por la búsqueda de la belleza, la melancolía, el colorido, la evasión de la realidad, la sensualidad, el intimismo, la musicalidad y la riqueza métrica. Su expresión es pausada y melancólica. Usa el alejandrino, el serventesio, los madrigales, el romance y el soneto. Es un poeta típicamente modernista.
SENSACIÓN DE OTOÑO (1)¡La tristeza otoñal! … Melancolía La soledad doliente del sendero … La aridez de la selva … El incoloro como un mensaje a la tierra envía …
MADRIGAL XVII (2)En esta clara fuente,
INVITACIÓN (3) ¡Oh, amada pálida y triste!
LA COPLA VIEJA (4)Por el estrecho sendero El pastor la vara al hombro Una copla muy antigua Pero que el pastor la lleva
RETRATO FEMENINO (5)A través de la blusa de tul fino Sobre tus hombros pende el sedalino El níveo brazo ebúrneo y torneado La pulsera lo abraza con ternura,
TOMÁS MARTÍN GIL (6)Sabio y sagaz arqueólogo extremeño, Cual mágico pincel, así su pluma Su pensamiento fijo en el pasado y lo dejó del musgo patinado,
SERENATA NOCTURNA (7)Se apagaron los últimos carmines Cobra el jardín su misterioso encanto. Canta también la fuente: serenata del ruiseñor. ¡Jardín de la poesía! |
NOTAS
(1) Poema de Mariposas azules, donde se recogen las sensaciones que arrastran a un vate modernista a la melancolía en otoño.
(2) Poema de Madrigales floridos, que contiene el dolor de una joven enamorada cuyas lágrimas, vertidas en el estanque donde bebió su amado (ahora ausente), se convierten en perlas.
(3) Poema de Nostalgias, que es una invitación de un enamorado a que su amada lea estos versos llenos de nostalgia por el pasado.
(4) Poema de Lira provinciana, cuyo contenido es el canto nostálgico de un pastor que, melancólicamente, recuerda su amor perdido con una antigua copla.
(5) Poema de El viajante de vía estrecha, que contiene un retrato de la amada en un tono delicado, elegante y sensual. [recitado en el vídeo del final]
(6) Poema de Medallones extremeños, cuyo contenido es una alabanza a este ilustre arqueólogo cacereño que, además, fundó la revista Alcántara con Jesús Delgado Valhondo, José Canal y Fernando Bravo.
(7) Poema de Pétalos de sombra, donde el crepúsculo da paso a la noche y el jardín muestra un mágico esplendor.
IMÁGENES
INTRODUCCIÓN. SIGLO XX (1900-1930): Fachada modernista del Palacio de la China de Mérida. POESÍA MODERNISTA (1890-1915, S. XIX-XX): Portada del poemario de José Martí titulado Cartas a María Mantilla (La Habana, Instituto Cubano del Libro, 2001). MANUEL MONTERREY: Cuadro al óleo sobre lienzo de 55 x 42 centímetros titulado «Retrato del poeta Manuel Monterrey» de Adelardo Covarsí (Badajoz, Museo de Bellas Artes, 1908).
VÍDEO POESÍA MODERNISTA (de Extremadura, un bello poema)
Fotografía cabecera: Palacio de la China, en plaza de España de Mérida