Pulsaciones
PULSACIONES [1]
MUSIQUILLAS
¡AY, QUIÉN FUESE CORAZÓN! [2] Se cayó la luna al pozo y está nadando dormida. ¡Ay, quién fuese pescador para cogerla enseguida! Las ranas le están cantando dulcemente una oración . …………………………………… ¡Ay, quién fuese corazón!
CÁNTARO Pareces un sapo rojo bebiendo agua con todo su cantar. ¿Y no te sacias? Te abrazan sus manos contra el pecho, y pone sus labios en tu boca. ¿Y no te sacias?
LAGARTO Siempre estás comiendo sol, lagarto, y nunca te pones dorado.[3] Hoy es fiesta. ¿Por qué tienes ese traje de diario? Te regalaré yo uno que tengo hecho de raso. -¡No lo quiero! Yo me visto con el verderín del campo-.[4] CANCIÓN [5] No te asomes a la ventana que me pareces un cuadro. Ni te asomes a la puerta que yo no soy rondador. Si quieres que yo te quiera tienes que salir desnuda para que pueda yo verte a la luz de la luna.[6] CUANDO TE PUSISTE MEDIAS Era una tarde de octubre, el día primero, cuando acercándome a ti, te requería para jugar al marro[7], y tú me sonreías apacible y maliciosa, para decir -No juego-. Hasta el mínimo detalle lo recuerdo, quise mirarte, (casi no te comprendía), mi turbación momento por momento se crecía y mis miradas cayeron para el suelo. Poco a poco recobrando mis sentidos, tropezaron con tus medias mis miradas. ¡Qué vergüenza pasé! ¡Qué hora más larga comparando mi niñez contigo! ¡Y, qué dolor al ver que te alejabas! EL LOCO [8] Por vegas, prados y valles, y olivares. Va marchando[9] sin descanso un hombre triste, alto, barbudo y escuálido; con unos ojos abiertos a todo el color del campo. Un coro de niños pone un horizonte de cantos. El loco, el locooooooooooo El eco va rebotando de rocas en rocas las o que van formando el ocaso.[10] Y, el hombre triste y escuálido por esos campos de Dios sigue como o rodando, (juega con las oes al aro), temiendo quedar ahorcado y quedar sin corazón.[11] POZO [12] ¡Qué dolor cuando te miro, pozo de dolor cargado! No devuelvas mis palabras desolado. Contesta a lo que pregunto claro. «Hoy he visto un niño en la cama de tu agua aprisionado»[13]. -¡No!- ¡Sí, y tu causa es criminal! -¡No, lo abracé porque sentía ansias de maternidad! DE LA NOCHE A LA MAÑANA [14] En el horizonte verde tejí una telaraña, para cazar, dos, sólo dos, campanadas. El pueblo dormía soñando, no sé qué cosas lejanas. Un ojo abierto y con luz dolor de madre anunciaba, quejas de niños enfermos, rezos de abuela enlutada. ¡Qué dolor tiene la luz que mira por la ventana! Un cuco con su cantar parió cinco campanadas. 5, quédate conmigo para que siegues mi alma. 5, ¿haces tú de cornetín para que el Sol toque a alba? 5, córtame de desayuno un trozo de la mañana. La aurora se come, una, y hasta cinco campanadas. CAMPO Entre vides y olivares, entre la luz y la sombra -amor-[15] En la gruta de aquel monte -dolor- En un regato rezando las ranas siempre lo mismo -letanía- En otro regato seco -sentimiento- En unos robles sin hojas, latir de rama en el viento -lamento- En el prado de las flores -mi ilusión- Y, en una cruz del camino -mi perdón- PARA TI LAS MARGARITAS [16] Para ti las margaritas, para mí los pensamientos. Para ti todo el cantar, para mí su sentimiento. Un crepúsculo otoñal que traiga silencio y sombra, para mí. Un amanecer de campanillas de plata y cantos de alondra, para ti. La humedad y la tristeza de todos los lamentos, para mí. Los olores y canciones de todos los huertos, para ti. Para ti las margaritas, para mí los pensamientos. ATARDECER DEL GITANO I LA PENITA Cuando me acuesto en la tarde[17] me gritan todos: ¡Ligero!, si no puedo andar …. ¡Señor!, de la penita que tengo.[18] Allá en las cumbres más altas[19] todas las noches me duermo pensando en un sitio oscuro, silencioso, triste, estrecho, y yo en un rincón sentado con las manos sobre el pecho ….. ….. ¿Acaso será …… ¡Dios mío!, que yo quiera hacerme eterno?, porque yo noto que estoy con tanta pena, contento. II ENTRE LA PENA Y EL CONSUELO Como un puñal brilla el frío a lo largo del sendero buscando dónde clavar su acero. ¡No busques más! Aquí hay un hombre entero, éntrate por mi costado que te haré flor en mi pecho; déjame rígido y frío, de luna de plata, el cuerpo; córtame, puñal, el nudo que tengo en mitad del cuello, no quiero que a mí me entierre con pena el sepulturero. Ni que se diga que yo no soy del todo flamenco. III EL CONSUELO Mira qué alegre va el río sonando buenos dineros. Mira la tarde riéndose de su miedo. ¡Qué lío las nubes se están haciendo con los luceros! Hasta la luna ha perdido su puesto. Y yo me senté ya fuera de mi espacio y de mi tiempo. ¡Ni sé ya si te quiero! El dolor del corazón se me trasladó al pañuelo. Sus cuatro puntas se anudan por no olvidar tu recuerdo. CANTE JONDO [20] Espiral del cante jondo taládrame el corazón. «Porque me ve en decadencia». Espiral del cante jondo ya me has roto el corazón. ANGUSTIA HECHA FLOR ANGUSTIA [21] ¡Suéltame!, no me aprisiones el cuerpo, ni el alma, ni el corazón. Deja que vague por el alba la razón. ¡Déjame!, no me aprisiones el cuello, quiero huir, quiero ir donde no se llegue nunca ………… Quiero estar, allá en la lejanía, y rezar. ¡Suéltame, desátame, déjame!, que me devora el ansia de marchar. FLOR[22] No presumas ante mí, flor. Soy el poeta, te cojo entre mis dedos, te deshojo casi sin darme cuenta. SOLEDAD [23] I Aunque esté entre muchedumbres, ¡qué solo me encuentro! ¡Quiero gritar, y grito, pero es que grito hacia dentro! ¡Quiero golpear, y siento golpes en el corazón! II Te sacaré de paseo [24] y te agarraré del brazo para presumir contigo, soledad.[25] Te hablaré de mis cosas y me quejaré [26] y tú me consolarás. Sin darme cuenta te besaré y tú me besarás. Si alguien pregunta, por preguntar, con quién hablo, tú te callarás, que yo le contestaré que voy con mi soledad. III Me quiero casar contigo[27] soledad. Serás toda para mí,[28] cuando vengan tus amantes le tienes que contestar, que ya no puedes salir. (Se casó la soledad). IV Cuando yo muera, soledad, te tienes tú que morir, ¡déjate de eternidad! Cuando vean el entierro, quizás alguno dirá: -¡Nadie con el muerto va!- Es que no saben que viene conmigo la soledad. Cuando la tierra nos echen, no te vayas a marchar. ¡Déjate de eternidad!, y éntrate dentro de mí, soledad. FLORECER Siento lo infinito cerca; y lejos, también siento lo infinito. Siento allá, en las cumbres más altas[29] de mis pensamientos, florecer mi alma, y aquí en este trozo de tierra mi cuerpo. Florece mi corazón. Florecen mis sentimientos. ¡Florezco yo! CANCIÓN A LA ETERNIDAD Para el placer, que el alma esté eternamente en quietud. Para el dolor, que el alma y el corazón gocen de una beatitud eterna. -¿Para una pena?-. ¡Quererla!, eternamente quererla. MEDITACIÓN [30] Un ciprés se saca punta en el airecillo frío. A las montañas lejanas alguien da con difumino. Cerca de mí un árbol seco[31] me está invitando al suicidio. ¿DÓNDE PONDRÉ EL CORAZÓN? Me rodea tu espíritu como atmósfera de lana.[32] ¿Dónde pondré la cabeza? ¿Dónde están las manos de tu alma? ¡Ay, qué placer el encontrarte,[33] sin saber dónde te encuentras a punto fijo! Una cobardía blanca y tu espíritu me rodea [34] en una atmósfera blanda. ORACIÓN [35] Dios mío: Atenúame la luz del alma que tiene mucho dolor el corazón. Hazme una arruga en la frente para esconder la razón del corazón. Dios mío: Arráncame con tenazas la espina a ver si siento mejor el corazón. Núblame la inteligencia y embálame en algodón el corazón. ¿SER? Quién pudiese sentirse fiera en un bosque, entre árboles, entre jarales, entre piedras, en una cueva profunda y sin fin, ¡quién pudiera sentir ser fiera! Sentirme niño, con timidez y cobardía; tener la vida en un hilo, sentir el miedo que un día sentí siendo niño. Sentirme hombre. (¡Qué orgullo sentirme hombre!). Gozar de una idea y darle un nombre ……………………. Ser valiente porque sí, (sólo porque sí). ¡Sentirme hombre! -(No)- Sentirme santo, (la piedad, la mansedumbre, la humildad). ¡Ser santo yo! -(No)- ¡Qué locura de sentir! -En la locura de sentir, amar, crear, ser Dios, ¡eso sí! EL SILENCIO LEVANTA UN ALTAR El silencio levanta un altar porque sabe que quiero casarme con la soledad. El silencio levanta un altar donde el yo San Francisco, va supurando humildad en alabanza de Cristo. El silencio levanta un altar donde oficia su misa el alma mía, y en un cáliz de mi fantasía me bebo despacio, (despacio y solemne), a la lejanía. El silencio levanta un altar porque sabe que quiero casarme con la soledad. CAMPOSANTO [36] Borra el nombre cementerio y escribe el de camposanto. Una rosa bebe olor de tierra. Un ciprés pincha su encanto que sangra. Una cruz pide caricia a una mano de madre. Un ángel se hace de mármol.[37] La tarde conmigo va desgranando el rosario ……………………… Una sepultura húmeda me hizo saltar, y en lo blanco de la cal, me enredé el alma, y el rezo se hizo canto. Golpes de pecho: Santo, santo, santo. Ritmo del corazón: Campos, campos, campos. ¡Borra el nombre cementerio, escribe el de camposanto! EL SEPULTURERO [38] Quien dijo mal del sepulturero, no supo bien lo que dijo. Si mientras tapa una fosa o va tapiando algún nicho el sepulturero canta, es porque sabe su oficio. Yo ya le tengo encargado que me cante un fandanguillo. BARRIO DE SAN MATEO [39] PLAZUELA DE SAN MATEO [40] ¡Detén el paso! y escucha atento el silencio que despiden las monjitas del convento. CALLEJA OSCURA Calleja oscura, ¡cómo se queja el suelo con mis pasos!, ¡qué tristes son sus lamentos! ¡CÓMO SE AGRANDA MI ALMA! ¡Cómo se me achica el cuerpo! Calleja: mi cuerpo se está convirtiendo en alma atada en tu oscuridad, en tu calma, en tu silencio, en tu soledad. ¡Casi no me encuentro de tanto miedo! ….. …………………………………………………………. ¡¡¡CÓMO SE AGRANDA MI ALMA!!! (¡Cómo se seca mi cuerpo!). (Cómo se seca mi cuerpo). ((Cómo se seca mi cuerpo)) ARCO DE SANTA ANA [41] Es de ver cuando tú pasas ya de noche por El Arco. Es de oír esos siseos de raso negro rasgado, de tus muslos. (Ni comadrejas, ni búhos, ni lechuzas sisean con tanto agrado). Es de oler tanta humedad fresca sacada por el Diablo de su alacena. Es de ver cómo se marcha mi pena y quedo alegre y cantando. Por mirarte a ti la esquina se quedó el ojo colgado. Mi ilusión va cuesta arriba La calle va cuesta abajo[42] En este ángulo tengo amor para ti guardado. Bailan los cristales rotos en línea recta alargados colores de luna llena. Cuando pasas lentamente ya de noche por El Arco, mis oídos sueñan música, mis ojos sueñan calvarios. SALIDA DE LUNA [43] El callejón está oscuro y tiene miedo mi alma, de no sé yo qué secreto de rejas de tus ventanas. El callejón medio oscuro. La luna lame un rincón. Yo no sé por qué secreto tiene miedo el corazón. El callejón medio claro. La luna parece un signo. Yo no sé por qué secreto tengo miedo de mí mismo. LA BRUJA [44] La bruja tiene una lanza de lengua de lagartija. La bruja tiene un camino sembrado todo de ortigas. La bruja se baña en luna en un rincón escondida. (La bruja tiene un querido y no quiere que se diga). AMANECER [45] Manto negro de la noche has perdido ya el color, y, se ha borrado lo escrito por mí, con trozos del corazón. ¡ ¡ ¡ S O L ! ! ! Como una flor se va abriendo la mañana ¡ ¡ ¡ Cuánta desconsolación ! ! ! Cuánta desconsolación. (Cuánta desconsolación).[46] |
NOTAS
[1] El título hace referencia al contenido del libro que guarda las palpitaciones (pulsaciones) anímicas del poeta prematuramente preocupado por múltiples y hondas intranquilidades existenciales. Recoge poemas elaborados en el segundo lustro de la década de los años 30 que, en el original, presentan abundantes reelaboraciones manuscritas. La vuelta de las páginas e, incluso, los blancos que dejan algunos poemas del libro fueron usados por JDV como borrador donde iba manuscribiendo los poemas que pensaba incluir en El año cero. Sin embargo, como antes surgió la edición de Hojas húmedas y verdes, incluyó en este libro varios poemas. Los poemas del borrador de Pulsaciones aparecen transcritos en “Y otros poemas”.
[2] Ed. Nueva España (Madrid, nº 37, 1940) y El año cero (1950).
[3] RO: «y no te pones dorado». RD: «y no» es sustituido por “nunca” para ajustar la expresión a lo que exactamente quiere decir.
[4] RMA a la derecha del poema en el original: “Comiendo sol siempre / y nunca dorado. / En piedras meditas / sin verte, lagarto. // Tus manos, mis manos. / Un traje yo tengo / y te lo regalo. // Después en el prado / serás un diamante / brillante de blancos … // -¡No!, me sobra con el / verderín del campo”. Luego aparecen apartados tres versos, que debe ser una reelaboración de la tercera estrofa: «Y serán los guijarros / los trozos de lunas / brillantes de blancos”. JDV acorta los versos y aumenta su número quizás para imprimirle más dinamismo adaptándolo a los tonos cortos de la canción popular.
[5] Ed. Mérida (septiembre 1960) y Alcántara (Cáceres, nº 143, 1964) poema TI, DC: «’¡Qué lejos estoy contigo / qué cerca cuando te vas!’». / Es como el cielo que coges / y abres la mano y no está. // Es como el agua del río / cuando se abraza a la mar. // Amada siempre y perdida / y cuanto más cerca, más. / Te alejas y estoy contigo / dentro de mi soledad”. El poema va encabezado por esta cita de Lorca: «¡Qué lejos estoy contigo / qué cerca cuando te vas!» (vv. 19 y 20 del poema «Gacela del mercado matutino» de Diván de Tamarit).
[6] RO: Los dos últimos versos eran uno: «para que te vea el sol». RD: Este verso se divide en dos para alargar el final del poema que, en la RO, acababa bruscamente e imprimirle un tono más lírico y sensual al cambiar «sol» por «luna» (que rima con «desnuda»).
[7] Juego de niños que consiste en hincar una piedra alargada en el suelo y tirar el «marro» (canto rodado) lo más cerca posible de la piedra sin caerla.
[8] JDV debió escribir este poema influido por la lectura de «El loco», capitulo VII de Platero y yo. Posteriormente escribió otro poema TI, DC en ¿Dónde ponemos los asombros?, aunque con idéntico sentido. JDV dedicó otros a reivindicar la dignidad de los seres desvalidos como «Coxalgia», «Nana de la niña tonta» o “Mujer de vida fácil».
[9] RO: «por olivares. Va marchando». RD: El cambio tiene la intención de quitar una sílaba y hacer el verso octosílabo.
[10] Muchos años después JDV recuerda estos últimos versos en su relato «El descanso» de Ayer y ahora: «En Torrenejil -pensé- ya estará amaneciendo. A mis espaldas oigo gritar: ‘¡El loco¡’. ‘¡El loco!’. ‘¡El locooooo!’. La o rebota como una pelota de goma», p. 124.
[11] RO: Los tres últimos versos decían: «sigue como o rodando, / temiendo que alguna vez / quede por alguna ahorcado». RD: Estos tres versos se convierten en cuatro para concluir el poema de una forma más natural.
[12] Ed. Boletín de Educación de mayo-agosto de 1939 y en El año cero (1950).
[13] En los tres últimos versos, el poeta se refiere al protagonista del poema «El tonto del pozo» de La vara de avellano (1974).
[14] RO: Tiene abundantes correcciones manuscritas a pluma que no permiten transcribir la última redacción del poeta.
[15] RO: «mi amor» y dos versos más abajo: «mi dolor». RD: Las supresiones del adjetivo «mi» son debidas a que el poeta las ha querido adecuar a «letanía, sentimiento, lamento» que no llevan posesivo y ponérselo a «ilusión» y «perdón» para hacer más personal estos dos conceptos, porque se encuentran en la zona de conclusiones del poema.
[16] PT «Sinfonía». Red. El año cero (1950).
[17] RO: «Cuando me tumbo en la tarde». RD: El cambio se debe a un ajuste semántico del contenido de este verso para convertir la expresión en más lírica.
[18] RO: Después de este verso había otros dos: «Una pena tan bonita / como la flor del almendro». RD: La supresión realizada por el poeta quizás tuviera la finalidad de evitar dos versos que resultaban tópicos.
[19] El sentido de “en las cumbres más altas” es indicativo de que el poeta ya está fraguando su idea de “la montaña”. Este complemento circunstancial de lugar, que contiene un significado trascendente, vuelve a aparecer en el v. 5 del poema “Florecer”.
[20] Ed. Alcántara (Cáceres, nº 17, 1949) y El año cero (1950) con una reelaboración distinta del v. 3 («Porque te quise yo un día …»).
[21] Poema TI, DC en La esquina y el viento.
[22] Este poemilla lleva pegado en el original, encima del título, un recorte de una postal o fotografía que contiene una flor con la finalidad de ilustrar el poema.
[23] Ed. El año cero y Alcántara (Cáceres, nº 32, 1950). Su continuación es el poema titulado “Otra vez la soledad” (ver en “Y otros poemas”).
[24] RO: «Te sacaré de paseo, soledad,». RD: El poeta ha eliminado esta palabra para evitar la rima innecesaria que establecía con la misma palabra situada sólo dos versos más abajo.
[25] RO: La palabra «soledad» está colocada sola en un verso más abajo. RD: El poeta la coloca manuscrita al final de este verso, para que aparezca como una mujer.
[26] RO: «Te hablaré de las cosas y me quejaré». RD: Con el cambio de «mis» por «las» el poeta convierte en personales las cosas de las que le habla a su soledad.
[27] RO: Este verso tenía otros dos delante: «Me quiero casar contigo. / (No ser un amante más)». RD: Quizás la supresión se deba a que el poeta quiso evitar la repetición del v. 1, que aparecía otra vez dos versos más abajo, y el tópico que establecía con el v. 2.
[28] RO: «Y serás toda para mí». RD: La eliminación de la conjunción «y» evita un error, pues introducía una conclusión que no contienen los versos siguientes.
[29] RO: Comienza el verso con “allá lejos”. RD: La supresión de “lejos” evita una redundancia. Ahora “en las cumbres más altas” (idem v. 5 de “La penita”) expresa claramente los deseos de espiritualidad del poeta, que quiere apartarse de sus preocupaciones terrenas.
[30] RO: Este poema constaba de veinte versos: “A lo lejos el caserío, / entre campo verde / y amarillo. // Calvas pardas / de diablillos / que empujan. // Carreteras que son hilos / con que se empaqueta el campo. // (En la tierra nacen sombras / que florecen. / Y en el río / otras sombras se disuelven). // Mientras una roca vomita / sobre el limo, / un ciprés se […]”. RD: Es producto de un extraordinario esfuerzo de síntesis. Ed. Corcel (nº 2, 1942), Hojas húmedas y verdes (1944), El año cero (1950), Primera antología (1961), Historia y antología de la poesía española (1967), Poesía extremeña actual (II) (1978), Entre la yerba … (1979) y Hoy (22-5-88).
[31] RO: «Cerca de mí un árbol». RD: El poeta añadió a pluma «seco». Con esta palabra incorporada, el poema es publicado en Hojas húmedas y verdes donde el siguiente verso tiene la misma redacción. Pero en El año cero JDV cambió estos dos versos («Cerca de mí un árbol solo / me está incitando al suicidio»), porque Pedro Caba le llamó la atención.
[32] RO: «como una atmósfera blanda». RD: La reelaboración consigue, al quitar «una», hacer la expresión más fluida, y al poner «de lana», más lírica y, de paso, evita la repetición de «blanda», que también aparece cerrando el poema.
[33] RO: «¡Ay, qué placer me da encontrarte,». RD: El cambio de “me da” por “el” tiene la finalidad de intensificar la emoción del encuentro.
[34] RO: Este verso y el anterior decía: «Una cobardía blanca, / como tu espíritu me rodea». RD: El poeta ha eliminado la coma y el símil para convertir la segunda parte de la comparación en otro concepto más.
[35] Poema TI, DC en La esquina y el viento.
[36] PT «Cementerio». Con el título de «Camposanto» (el cambio pudo tener un fin eufemístico) fue editado en El año cero: «La tarde consigo va desgranando / gorriones y canarios …» (vv. 9-10), «de la cal, me enredo el alma / y el rezo se me hace canto» (v. 13-14). El poeta ajusta ciertas expresiones que desentonaban. En 1972, JDV explica el origen lírico de estos dos conceptos: «En el fondo de todas las ciudades hay un hombre muerto y para recogerlo los hombres han inventado un huerto que se llama cementerio o camposanto» (homenaje a la poeta Mª Rosa Vicente, D. Benito, 7-9-72).
[37] RO: «Un ángel se enfría en el mármol». RD: El cambio imprime movilidad al único elemento que se encontraba estático en este poema.
[38] Ed. Corcel (Valencia, nº 2, 1942), El año cero con el título de «Al sepulturero» y Mérida (septiembre 1962).
[39] Título que muestra la atracción de JDV por este lugar, al que volverá a dedicarle atención en el El año cero con dos poemas, en Gévora (Badajoz, nº 14-15, 1953) con un poema titulado también “Barrio de San Mateo” (ver en «Y otros poemas»), y en artículos como el titulado «Cáceres, poema eterno»: «Cáceres es una ciudad esencialmente poética, de escenificación histórica. Vista desde lejos, desde las afueras, es una ciudad en silueta que pide ser recortada”. […] El barrio de San Mateo tiene una luz propia para sus riquísimos matices. Una luna regocijada, caída, en las callejas -por donde descubrimos ‘La Montaña’-«.
[40] RO: Está formada por tres poemillas: “Torreón” (“Siempre mirando al cielo / contándole tu tristeza. / Siempre rezando el rosario / con estrellas. / No te enterarás de nada / si no miras al campanario / que filtra la luna nueva”), “Campanario del Convento” (“Con esos ojos negros por campanas / tampoco tú te enterarás de nada“) y “Convento” («¡DETÉNTE!, y escucha atento / el silencio / que despiden las monjas del convento”). RD: La drástica reducción a un poemilla es otro modelo de síntesis realizado por JDV.
[41] Este poema constituye, junto a «4 cuadros cubistas» de Canciúnculas, toda la influencia vanguardista que existe en la obra poética de JDV. Ed. parcialmente (le faltan los ocho primeros versos) en el prólogo de Poesía (1988).
[42] Ver en Poesía completa (tomo I, p. 267) la disposición de los doce últimos versos.
[43] Este poema, que en el original lleva en su parte derecha un recorte de una fotografía donde aparece una casa señorial del barrio de San Mateo de Cáceres, fue editado en Nueva España (Madrid, nº 37, 1940) y, posteriormente, en El año cero con el título de «Luna en el barrio de San Mateo de Cáceres». RO: El v. 3 decía: «de no sé por qué secreto». RD: Con el cambio, el poeta hace más personal lo que dice.
[44] Ed. Corcel (1942), El año cero (1950) y Primera antología (1961).
[45] Poema TI, DC en El año cero.
[46] A este poema en el original le sigue el índice que no recoge fielmente la composición del libro.
Fotografía cabecera: Circo romano de Mérida